La celebración de Lamine Yamal que rinde homenaje a sus raíces en Mataró
El jugador de la selección española es de Rocafonda y suele celebrar sus goles haciendo el gesto con las manos del 304, las últimas cifras del código postal del lugar donde creció.
Madrid-Actualizado a
La joven estrella de la selección masculina de fútbol, Lamine Yamal, ha captado la atención de todos los seguidores de La Roja no solo por su talento en el campo, sino también por el llamativo y original gesto que suele hacer con sus manos cuando marca un gol. Frente a las cámaras, Yamal acostumbra a representar el número 304, en un ademán que en realidad no es sino un guiño al barrio de Rocafonda (Mataró), en el que creció.
El gesto 304, que emula los últimos dígitos del número postal 08304, se ha convertido, así, en una especie de símbolo, representando el sentido de pertenencia de los jóvenes que crecen en esa área del municipio catalán. Para Yamal es una forma de rendir homenaje a sus raíces y a la comunidad que lo ha visto crecer.
Se trata de una muestra de orgullo y una declaración de identidad, especialmente importante en un entorno que a menudo se enfrenta a estigmatizaciones externas y procedentes de discursos políticos ultras, como el de Vox, que no se corta al referirse a los barrios más humildes del país como "estercoleros multiculturales".
Las proclamas racistas y agitadoras que alimentan la idea de inseguridad en los barrios obreros han ido ganando cada vez más terreno en la hoja de ruta del partido de Santiago Abascal, reforzado por los pactos autonómicos y municipales con el Partido Popular. Una serie de alegatos que han ido incluso contra niños y adolescentes migrantes que cruzan solos nuestras fronteras huyendo de la guerra y la miseria de sus países de origen.
El compromiso de la familia Yamal con su comunidad, no obstante, no se limita a gestos simbólicos. El padre de Lamine Yamal, de hecho, fue multado y condenado a pagar una multa de 546 euros en 2023 por atacar una carpa de Vox a huevazos al grito de "racistas", manifestando su rechazo a los comentarios xenófobos hacia su barrio.
A través de su carrera en el fútbol y su visibilidad mediática, Lamine Yamal se ha convertido en un modelo a seguir para muchos jóvenes de Mataró y más allá. Su gesto 304 es una forma de decir que la diversidad y la multiculturalidad son fortalezas, no debilidades.
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