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El Depor baja entre fantasmas

El Valencia gana en Riazor y provoca que el equipo gallego descienda a Segunda tras 20 cursos en Primera

LADISLAO J. MOÑINO

 

Veinte años consecutivos en Primera concluyeron entre fantasmas. El Superdepor en la memoria: dos Copas y una Liga. Fran, Bebeto, Claudio, Mauro Silva, Donato... Y de nuevo el Valencia para escribir una página igual o más amarga que aquella del penalti de Djukic. Lloró Valerón en la hierba desconsolado mientras Lendoiro permanecía petrificado en el palco. Lloró Riazor, aunque permaneció de pie con su equipo ya doblado por el descenso. Lloró todo el deportivismo, de nuevo estrellado contra el Valencia y un portero. Si hace 20 años fue González, ayer fue César.

A los cuatro minutos el Depor ya era equipo de Segunda. Riazor enmudeció mientras contemplaba como un remate manso de Aduriz, que golpeó mordida la pelota, se colaba junto al poste derecho de Aranzubía. El fantasma de la fatalidad que marcó a Djukic comenzó a sobrevolar por las gradas muy pronto. Con el drama del descenso en el estómago desde el inicio, el Deportivo se agarró a Valerón para reaccionar.

El más lúcido para destripar el partido. Le secundó Riki por presencia en el área. Suyas fueron las ocasiones más claras en el primer tiempo. Tres tuvo para evitar el drama. Le pudo la ansiedad en la primera, un mano a mano tras un excelente pase de Valerón que reventó contra una tribuna alta.

En la segunda estrelló contra el poste un cabezazo a placer. En la tercera, por no fiarse de su derecha tuvo que recortar para poder meter la puntera ante Cesar, que sacó la rodilla para desviar ese remate. Le faltó a Riki el temple necesario para este tipo de situaciones.

No atacó mucho el Valencia después del gol, pero cada vez que lo hizo hacía temblar a la defensa del Depor. En especial cuando Joaquín encaraba. Con cada croqueta del andaluz a Riazor se le doblaban las rodillas.

La reanudación no cambió el paisaje. El Depor seguía con la iniciativa y también maldito ante el gol. Adrián hizo todo bien en un movimiento prodigioso con el que se quitó de encima a Topal y Albelda. Cruzó demasiado el disparo. La siguiente gran ocasión fue de nuevo para Riki. Aquí sí dirigió bien el cabezazo, pero entonces emergió César, que sacó una mano espectacular. La misma que sacó Aranzubía ante Mata. A partir de ahí, el Depor se agarrotó. Tuvo coletazos, pero entre el desgaste realizado y la tensión se paralizó. Lassad y Lopo, por dos veces, rozaron el gol en el arreón final. Pero estaba César y el Valencia, de nuevo, por medio.

Viejos fantasmas.

Deportivo: Aranzubia; Laure, Colotto, Lopo, Manuel Pablo; Juan Rodríguez, Rubén, Valerón, Guardado (Lassad, m. 80); Adrián y Riki (Xisco, m. 66).

Valencia: César; Bruno, Dealbert,David Navarro, Jordi Alba; Banega(Tino Costa, m. 60), Abelda, Topal; Joaquín, Aduriz (Soldado, m. 81) y Mata (Jonas, m. 71).

Goles: 0-1. M. 4. Centro raso desde la derecha de Joaquín que Aduriz rema.0-2. M. 90. Soldado culmina un contragolpe con un disparo cruzado que supera a Aranzubía.

Árbitro: Muñiz. Mostró tarjeta amarilla a César y Rubén Pérez.

Riazor: 34. 600 espectadores.

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