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La entrada que silenció a Ujfalusi

El checo vuelve a defender a Messi una vuelta después

LADISLAO J. MOÑINO

'Ahí cierra, ahí cierra', corrige Quique a Ujfalusi, probado por su entrenador durante toda la semana como central izquierdo. En esa posición y con Messi como falso delantero centro, hoy se medirán en más de una ocasión con el recuerdo de los tacos del central checo clavados en el tobillo del argentino.

Messi sobrevivió a un pisotón que acaparó portadas y encolerizó a Pep

Fue una entrada muy dura que estigmatizó a Ujfalusi. Recibió dos partidos de sanción y fue debidamente criticado por su conducta en los medios de comunicación. Eso sí, el tratamiento que recibió fue exclusivo. Con otros jugadores no sucedió lo mismo por pisotones similares. El propio defensa checo padeció una entrada idéntica de Cristiano en la ida de los cuartos de final de la Copa y apenas tuvo repercusión mediática. Tampoco supuso sanción alguna para el portugués. El propio Ujfalusi quiso evitar comparaciones: 'Lo que ocurre en el campo se queda en el campo'.

Los pisotones criminales se han puesto de moda, ahora con impunidad. Arbeloa mandó a Reyes al hospital en la vuelta de la Copa y sólo vio una amarilla; como Juanfran, que hizo lo propio con Khedira minutos después. Lass repitió fechoría frente a Sergio Sánchez la semana pasada y no recibió ni un reproche.

Hoy, Ujfalusi vuelve a verse con Messi, a quien agredió de tal forma que minutos después emergió en la sala de prensa del Calderón el Guardiola más sobreexcitado y desafortunado que se recuerda. El técnico temía por una lesión grave de su estrella y eso le descompuso tanto que atacó al Atlético sin contemplaciones, como si se tratara de un plan violento premeditado. Y a la prensa, por partidista ('tenéis la responsabilidad de decir lo que sucede, no sólo hay que proteger a Cristiano. Los árbitros deben proteger a todos los jugadores').

Sólo el checo ha sido sancionado por una acción muy repetida en la Liga

'Si juega toda la temporada con este nivel de agresividad, por supuesto que puede luchar por la Liga, e incluso, ganarle al Madrid', ironizó maliciosamente Guardiola contra el Atlético. Tanto, que al día siguiente tuvo que matizar esas palabras y hasta disculparse: 'El Atlético no es violento. Y también sé que no hay equipo que desee ganar más al Madrid que el Atlético'.

Ujfalusi ha comentado con insistencia que los días posteriores al pisotón a Messi fueron muy duros. No tuvo reparo alguno en salir al día siguiente del lance a pedir disculpas al 10 argentino y en admitir que la entrada había sido dura, pero que nunca tuvo intención de hacer daño. 'No soy un jugador violento, nunca lo fui. Entro duro, pero siempre disputando la pelota. Nunca había lesionado a nadie', esgrimía apesadumbrado.

Las estadísticas de la temporada no hablan de ese futbolista violento que se configuró a raíz de aquella acción que fue recogida por los redactores gráficos y generó portadas muy duras. En lo que va de Liga, Ujfalusi ha cometido diez faltas, una cada 1.270 minutos y ocupa el puesto 245 en el ránking de infracciones. Desde el partido celebrado en el Calderón ha visto tres tarjetas amarillas.

Hasta aquella desafortunada entrada, Ujfalusi estaba completando un inicio de temporada notable como lateral derecho. No ha recuperado ese nivel. Sigue tan dicharachero bajo ese look de heavy del Este que luce, pero en el campo no es el mismo. El Atlético, por entonces, también gozaba de buena salud. Estaba muy reciente la Supercopa europea conquistada y afrontaba el duelo con el Barça en lo más alto de la clasificación, con dos victorias en los dos primeras jornadas ligueras y un Kun en estado de magia (hasta que Gurpegui lo mandó sin castigo a la enfermería). La euforia rodeaba al club y se jugaba con la posibilidad de que podía aspirar a ser una alternativa seria a Barça y Madrid. Tras aquella entrada, jugador y club se apagaron.

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