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Ferrer y Almagro se citan en los cuartos de Australia

Djokovic necesita cinco horas para doblegar al suizo Wawrinka en un épico partido (1-6, 7-5, 6-4, 6-7 (5), 12-10)

AGENCIAS

Los tenistas españoles David Ferrer y Nicolás Almagro se verán las caras en los cuartos de final del Open de Australia, primer Grand Slam de la temporada, después de que se deshicieran en octavos de final del japonés Kei Nishikori y del serbio Janko Tipsarevic, respectivamente.

Habrá un español en las semifinales del primer 'grande' del año. Ferrer no tuvo problemas para imponerse a Nishikori, mientras que Almagro se tuvo que aprovechar de una lesión inoportuna de Tipsarevic en la mitad del partido, aunque el serbio ya caía por un set.

Ferrer tenía que demostrar su buen momento y saltó a la pista del Rod Laver Arena con ganas de hacerlo. El alicantino no dio opción a Nishikori en los primeros sets, imponiéndose por 6-2 y 6-1. El número cinco del mundo estaba jugando de forma muy sólida, con golpes muy profundos y agresivos que movían de un lado a otro de la pista al nipón.

Nishikori no era capaz de parar el vendaval alicantino. Además, el japonés estaba cometiendo demasiados errores no forzados (22 en el primer set), mientras que los fallos de Ferrer brillaban por su ausencia. Al servicio, además, el de Jávea estaba muy cómodo pese a verse con cinco bolas de 'break' en algunos momentos, que no fue capaz de aprovechar el nipón.

El segundo set transcurrió de la misma forma. Ferrer pegaba fuerte a la bola y Nishikori no podía con él. Volvía a disponer de cuatro bolas de ruptura pero se perdían en el olvido, mientras que el alicantino no desperdiciaba las oportunidades que le facilitaba el japonés y se hacía fácilmente con un 6-1.

Ferrer jugó mucho más relajado el último parcial. Sabía que tenía el partido muy de cara y le faltó tensión, algo que casi acaba pagando marchándose al cuarto set. Siempre cuesta cerrar los encuentros y a Ferrer le costó en esta ocasión, con un parcial en el que cedió dos de sus servicios, pero que se acabó llevando por 6-4 aprovechando los numerosos fallos del japonés, un total de 65, por los 24 del alicantino en todo el partido.

Almagro se ha ganado por méritos propios su presencia en cuartos de final. Tras un inicio de torneo con dudas, el murciano ha ido imponiéndose con facilidad en todos los partidos y, en esta ocasión, le tocó el turno al serbio Tipsarevic. El balcánico, que llegaba con molestias, se vio con un set en contra y a punto de perder el segundo, cuando tomó la decisión de abandonar el torneo. Hasta ese momento, Almagro había sido muy superior y se había hecho con el primer set (6-2) en 35 minutos.

Tipsarevic pedía continuamente la entrada del fisioterapeuta para que le aliviara las molestias de sus piernas y, en pista, Almagro se aprovechaba de los problemas del serbio. El murciano le hacía correr de un lado para otro de la pista, algo que el balcánico no fue capaz de aguantar y decidió marcharse cuando ya caía por 5-1 en el segundo set.

El tenista serbio y número uno del mundo, Novak Djokovic, se impuso al suizo Stanislas Wawrinka (1-6, 7-5, 6-4, 6-7 (5), 12-10) tras un encuentro muy complicado, por lo que se medirá en la siguiente ronda al checo Tomas Berdych.

Wawrinka comenzó sorprendiendo. El suizo empezó jugando sin ningún tipo de miedo hacia el número uno mundial y demostró que era capaz de dar la sorpresa. Djokovic, que no se lo esperaba, era un juguete en manos del helvético, que dominaba el partido como quería y se hacía con un 6-1 en el primer set.

Djokovic no sabía muy bien qué estaba pasando. El segundo parcial había comenzado con un 3-1 para el helvético y el partido se dirigía hacia un final inesperado, pero el serbio cambió radicalmente tras desaprovechar un 0-30 con un 4-2 en contra. El número uno mundial despertó tras ver a Wawrinka con 5-2 a favor, llegando incluso a disponer de su saque para cerrar el parcial con 5-3, pero Djokovic consiguió un 'break' que le dio vida.

El suizo se vino abajo al ver la resurrección del serbio y Djokovic aprovechó el bajón anímico de Wawrinka para conseguir la remontada, adjudicarse el segundo set con un 7-5 y hacerse con un 'break' a las primeras de cambio del tercer parcial. El serbio había conseguido seis juegos consecutivos y su actitud había cambiado; ya no se quedaba de cada golpe y la sonrisa había vuelto a su cara.

Sin embargo, Wawrinka no estaba dispuesto a darlo todo por perdido y le devolvió la rotura al serbio (1-1). Se calmó el arreón de Djokovic pero el balcánico no se perdió del partido como al inicio, sino que estuvo esperando su momento. Los juegos pasaban sin emoción hasta que a Wawrinka le temblaron los nervios cuando se vio con su servicio y 5-4 en contra. Djokovic lo vio y no perdonó, adjudicándose el tercer set.

El partido se ponía muy de cara para el serbio, pero Wawrinka no quería darse por vencido. El suizo se mostró muy sólido con su servicio, no perdió los nervios y fue capaz de hacerse con el cuarto set, tras un 'tie-break' que Djokovic no supo jugar. La igualdad volvía al marcador. Con dos sets cada uno, cualquier fallo podía condenar el partido, algo que sabían los dos tenistas. Ambos siguieron centrados en fortalecer su servicio, teniendo en cuenta que los grandes esfuerzos se podrían pagar caros en un set en el que no hay 'tie-break'.

Wawrinka disponía de cuatro bolas de 'break' en el noveno juego (4-4), pero Djokovic era capaz de hacer frente a ellas, algo de lo que se acordaría más tarde el suizo, porque no volvió a disponer de ninguna oportunidad de rotura. Sin embargo, el balcánico no desperdició su momento y consiguió el 'break' que le daba la victoria en el vigésimo segundo juego del set (12-10).

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