Público
Público

Van Gaal, el 'sargento de hierro' se moderniza

ALFREDO VARONA

Mintió. Durante años dijo que se retiraría a los 50 años para disfrutar de esa maravillosa casa que tiene en Sitges. Pero va a cumplir 63 y el 'sargento de hierro' todavía sigue aquí. Ahora, Louis Van Gaal (Amsterdam, 1951) es el seleccionador holandés. Un hombre que se ha suavizado y que ya no siempre habla como el mejor. La prueba es que la única manera que ve de detener a nuestra selección es con cinco defensas. Quizá porque este hombre, con pinta de profesor de laboratorio, ya no se parece tanto a ese entrenador que pasó por España y que no dejaba títere con cabeza en las conferencias de prensa. Siempre será inolvidable aquella en la que perdió el control y acusó a un periodista con esa voz que subió progresivamente de tono hasta enloquecer: '¡tú siempre negativo, nunca positivo!'

Una anécdota memorable para un hombre que, en su momento, fue capaz de renunciar al año de contrato que tenía firmado con el Barca. Una parte más de su vida como entrenador que nunca se sentirá envejecida. Orgulloso de que jamás le falta trabajo, desde 1.986, cuando empezó como segundo entrenador en el AZ Alkmaar, sólo se tomó un año sabático tras salir del Barcelona, por segunda vez. Ahora, dirige a la selección holandesa y, como pasaba en los tiempos en los que fue campeón de Europa con el Ajax de Seedorf, Davids o Kluivert, permanece inseparable de esa libreta suya, que dio origen en nuestro país a un blog, www.lalibretadevangaal.com, con más de 56.000 seguidores en su cuenta de Twitter. Desde ese blog, su creador, Miguel Gutiérrez, aprovecha para juzgar y hasta criticar a la prensa deportiva, algo parecido a lo que hacía Van Gaal en sus inolvidables ruedas de prensa en España.

Hoy, Louis está adornado por un currículum colosal, en el que todavía le rejuvenece meterse en líos. Nada más terminar el Mundial, se hará cargo del Manchester United, donde gastará 180 millones de euros para fichajes. Pero ahora mismo su vida está en Brasil, en la concentración de la selección en Río de Janeiro, donde los periodistas holandeses prometen a los españoles que este hombre es menos fiero de lo que fue. Sus ruedas de prensa bajaron de decibelios y ya no se cruzan por el camino frases de una arrogancia inaudita que en el pasado salieron de sus labios: 'Soy como soy y mi forma de ser no es sencilla, pero no voy a cambiarla sólo porque a otros les apetezca', 'cuando me doy cuenta de que he cometido un error, puedo pasarme la noche entera sin dormir. Pero eso ocurre raras veces' o 'sé que soy un entrenador muy bueno'.

Naturalmente, todo eso está registrado en la biografía de Van Gaal, que en aquellos años se parecía una fiera indomable. Y ni siquiera le importaba reconocerlo. 'Porque la disciplina es así'. Sin embargo, estos días el periodista español del diario Marca, Juan Castro, se sorprendió positivamente cuando le pidió si podía hablar en castellano y Van Gaal contestó que no, porque ha perdido el dominio del idioma. 'Son muchos años fuera de España'. Pero lo hizo con tacto, con elegancia, algo que, probablemente, en otra época hubiese sido objeto de una respuesta seca, áspera.

Todavía quedan rastros del sargento de hierro que fue, como en aquella bronca que le echó a Sneijder la semana pasada. Naturalmente, sigue siendo un hombre al que le gusta mandar, 'porque la cultura holandesa es así', y Van Gaal siempre fue una prueba. A los 14 años, ya iba a ver los entrenamientos de la selección de Rinus Michels, de la 'naranja mecánica', algo sorprendente en un adolescente. Pero Van Gaal averiguó pronto que él nació para entrenador ('tenía que entregar mi energía en el fútbol') y de ahí que no encuentre el momento para marcharse.

Decía que si ganaba el Mundial lo haría, pero una vez que se marche de Brasil aterrizará en el Manchester United. Así que ya no dice nada este hombre, que llegó hasta a ejercer de profesor de Mourinho, que fue ayudante suyo en el Barcelona. Pero entonces el inconfundible Louis Van Gaal ya demostró una facilidad para ver el fútbol que es lo que casi veinte años después lo mantiene al pie del cañón. Van Gaal, sin ir más lejos, fue el primer entrenador que dio la alternativa a Xavi en el Camp Nou.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?