Mourinho es un hombre satisfecho. Se acomodó apacible en la sala de prensa y elaboró un discurso sereno. Hubo un detalle de su equipo que le engatusó, que sirvió para que diera imagen de trituradora, de ser un rodillo colectivo implacable. Que sus jugadores no perdieran la seriedad cuando el partido estaba cerrado a la media hora de juego satisfizo mucho al técnico blanco: 'Cuando el equipo iba ganando 0-2 o 0-3, no nos hemos convertido ni en lentos ni en individualistas, por eso hemos ganado 0-6. Hemos continuado siendo un equipo. Hemos jugado con toda la concentración y la motivación necesarias'.

Tranquilo, sin armar alboroto, Mourinho sólo se limitó a reflejar su libreto, expuesto por delante de todo, incluso cuando le preguntaron por la exhibición goleadora de Cristiano: 'Me gusta que mis atacantes marquen goles, porque el gol les da la alegría, pero nuestra perspectiva es global'.

Cristiano también reflexionó en esa misma dirección: 'No ganamos nada si no estamos juntos. Hay que felicitar al equipo, que jugó bien. He marcado tres goles gracias a mis compañeros, yo ayudo al equipo y el equipo me ayuda'. En esa línea de secundar la voz de su técnico, corroboró lo que este dijo de Casillas en una entrevista en El Mundo: 'Nadie es intocable'. Pardeza, encargado de reemplazar a Valdano como portavoz tras los partidos, abundó en la misma dirección: 'Casillas es un jugador más con una enorme trascendencia dentro del equipo, pero está a las órdenes del entrenador, que es el que tiene la decisión'.

'Para ganar, hay que jugar bien; si el Madrid no juega bien, no gana'

Mourinho, que maneja una calculadora en la cabeza, no pudo evitar acordarse del comienzo la temporada pasada. Siempre achacó la perdida de la Liga a los dos primeros empates fuera de casa ante Mallorca y Levante. 'El año pasado empezamos empatando. Lo importante es que entonces teníamos un punto y ahora tenemos tres'. 'Para ganar, hay que jugar bien; si el Madrid no juega bien, no gana', esta es la única china que dejó caer, porque argumenta que el Barça gana jugado bien y no tan bien, y en cambio su equipo no recibe las ayudas que, según él, tienen los de Guardiola cuando no están brillantes. En su afán por mostrarse fiel a los que considera a sus amigos, le echó un capote a Aguirre: 'Le faltaban cuatro jugadores y si a mí me hubieran faltado, que soy el Real Madrid, también lo hubiera pasado mal'.

Aguirre, en cambio, se autoinmoló: 'No hice bien mi trabajo. Al no haber nada rescatable, la figura del técnico es la que tiene emerger. El culpable soy yo por no haber ejercido como entrenador de fútbol y pido disculpas a la afición'.