Público
Público

El gran yo del Barça

El Barça logra el primer punto de semifinales ante Unicaja tras una gran segunda mitad (96-82)

MIGUEL ALBA

Ningún equipo como el Barcelona maneja con tanto crédito la primera persona. Su yo lo avasalla todo. Yo gano la Supercopa. Yo gano la Copa. Yo gano la Euroliga. Yo quiero ganar la Liga. Un yo que sabe conjugar los partidos al dictado del individuo tanto como del nosotros. El singular y el plural. Los dos sujetos que ayer se quitaron de encima otra exigencia antes de la final de la ACB. El primer partido de una serie de semifinales que se extenderá en función de las directrices de ese gran yo.

Mickeal encendió el ciclo del individualismo. Sus nueve puntos, en apenas cinco minutos (14-11), finiquitaron la propuesta de un duelo coral. El cara a cara en el tiro se convirtió en ley. Dowdell entendió el imperativo. Su gesto desde el perímetro alentó al instinto de la sorpresa. Diez puntos, en sólo tres minutos, que ponían cara al silencio del Palau (21-24, m. 10) Un pabellón inmaculado en la ACB, desde el 3 de enero de 2009. Un público desconcertado ante la progresión de una desventaja (21-27, m. 11) fomentada en el llamamiento de Carlos Jiménez a hincar los codos en la defensa en zona.

En esa obligación colectiva en su pintura, trasladada, en el otro perímetro, a la exaltación del lanzamiento de Neal, Unicaja encontraba argumentos para redefinir el guión. Más de un cuarto de llamamiento al orden del Barça, tan aplicado en el goteo de canastas como fuera de sí en el principio de su esencia: la defensa. Los 48 puntos encajados al descanso (44-48), la mejor anotación de un rival durante la presente temporada, intentaron, sin éxito, cambiar el perfil del choque.

Pero antes de la vuelta al orden global, de la normalidad del Barça, Navarro quiso ganar el pique individual. Empezó a trabajarlo en los momentos de sonrisa de Unicaja. Con gritos, con guiños continuos al actor del poste alto blaugrana para que le construyese un bloqueo, con su apetito incorregible para determinar un cambio brusco de sensaciones.

Su firma envolvió tres triples consecutivos (60-52, m. 23) que desatascaron para el Barça el debut de la serie y convirtieron el tercer cuarto en una orgía de anotación. Diez minutos en los que los blaugrana encontraron el pico en el marcador (73-56, m. 27), antes de estabilizar la distancia con Unicaja al margen psicológico de los diez puntos. Diez minutos en los que el nosotros se congratuló con Xavi Pascual regalándole el mayor guarismo parcial de toda la temporada (35 puntos) en cualquier competición.

La borrachera de puntos no desvió, sin embargo, a Unicaja de las ganas de continuar con su envoltorio. Llegó al Palau con ocho victorias en los últimos nueve partidos, con el crédito por las nubes tras eliminar al Valencia, con el corazón arrastrando a la razón. Aíto impuso por enésima vez la zona para enjugar la ventaja. La estrategia no surgió efecto. El yo global del Barça, aclamado desde la individualidad de Morris y Ricky, en los últimos compases, vislumbraba ya la siguiente visita al Palau con el verbo a favor. Ganar se conjugó con el mismo éxito en singular como en plural.

96 - Regal FC Barcelona (21+23+35+17): R. Rubio (8), Navarro (24), Mickeal (21), Lorbek (14), Ndong (-) -cinco inicial-, Vázquez (2), Sada (2), Morris (21), Grimau (-), Lakovic (2) y Basile (2).

82 - Unicaja (24+24+21+13): Cook (5), B. Rodríguez (8), Neal (19), Printezis (5), Freeland (17) -cinco inicial-, Welsch (2), Jiménez (7), Guillem Rubio (3), Dowdell (16) y Archibald (-).

Árbitros: Mitjana, Hierrezuelo y Murgui. Sin eliminados.

Incidencias: Asistieron al encuentro 5.477 espectadores, en el primer partido de la semifinal de la Liga ACB disputado en el Palau Blaugrana.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?