La falta de intensidad y un tremendo error de Casillas obligaron a España a emplear todo sus recursos para imponerse a Arabia Saudí, a la que también la condenaron sus rotos defensivos. Se vio pronto por detrás en el marcador por una mala salida de Casillas en un córner. Aún no le había encontrado el tacto al balón con el que se disputará el Mundial y no se había dado cuenta de que Arabia no le iba a dejar recibir, parar, mirar y tocar como si nada. Después de darle la vuelta al marcador en los escasos momentos en los que el toque fue fluido, se vio obligada a otro esfuerzo por un tiro que se coló manso en la portería de Iker tras golpear en un rival. El debate de la portería queda abierto. A la carga decisiva para ganar, España fue con Llorente en punta y Pedro y Navas en las bandas.

Extrapolando esa utilización de los recursos al Mundial, el partido le vino bien a Del Bosque. Los recursos con los que ganó parecen los más previsibles cuando los rivales se cierren atrás o sea necesario un gol. Navas enseñó su velocidad y su rosca con más convencimiento que el debutante Pedro. Estuvo más chisposo el andaluz. Llorente hizo lo que justifica su inclusión en la lista. Bajó un balón largo con el pecho y lo jugó bien a un costado. Luego, aprovechó su envergadura para sacar tajada de la copia del cante de Casillas que hizo Waleed.

Navas estuvo más chisposo por la derecha que el debutante Pedro

Del Bosque preparó un posible debut mundialista sin Torres. Así que alineó a cinco centrocampistas, entre ellos a Iniesta, del que quiso comprobar si está para ser indiscutible tras un año de muchas lesiones. Tirado a la izquierda empezó pesado de piernas y de cabeza. En cuanto cogió un poco de confianza sacó destellos que pintan bien. Se asoció, desbordó y le puso un caramelo en la cabeza a Villa, que mandó el balón a la escuadra izquierda para empatar a uno. Por su giro de cuello no quedó claro que el balón quisiera dirigirlo a ese ángulo. Si eso significa que está en una de esas rachas en las que enchufa todo que le cae será una razón poderosa para aspirar a todo. Lo mismo para Torres cuando retorne.

Ese once inicial con un sólo punta es la versión cuya mejor expresión fue la segunda parte de las semifinales con Rusia. A esas alturas de la Eurocopa 2008 aquella selección era una máquina de producir fútbol por la velocidad con la que le corría la pelota de pie a pie. Se vio que esas circulaciones vertiginosas, que son el sello del estilo, aún no son lo habitual. Cuando no hubo precisión ni el movimiento necesario por delante de la pelota, España fue plana y poco dañina. Otro apunte del equipo inicial es la presencia de Arbeloa en el lateral izquierdo. Ya jugó en el último amistoso en París y parece que su actuación allí le ha inspirado confianza defensiva al seleccionador. Al ataque, el lateral blanco acusa demasiado jugar a pie cambiado. Lo ideal sería que Capdevila defendiera como Arbeloa y este las pusiera como el jugador del Villarreal. Del Bosque parece elegir primero la estabilidad atrás. En el Mundial, las características de los rivales también pueden decir algo en esta pelea.

El 9 del Athletic sacó a relucir todo lo que justifica su inclusión en la lista 

Los mejores momentos de España coincidieron con el mejor Xavi; suele pasar. Cuando dirigió con la cabeza puesta en ganar el partido aparecieron las jugadas de gol. En el primero fue el que dio el pase vertical que recogió Iniesta en el costado izquierdo del área antes de asistir a Villa. En el segundo fue Iniesta el que aceleró el juego en una contra que creció con la diagonal de Villa de izquierda a derecha. Un movimiento clásico del delantero asturiano que hace mucha pupa. Iniesta trató de prolongar la jugada con Silva. No salió, pero el rechace lo aprovechó Xabi Alonso. Con Busquets como anclaje fijo, Alonso tiene entre sus funciones principales la de descolgarse al

Con 2-1, Del Bosque empezó la feria de cambios y le cogió el 2-2 con los recursos de los que tirará en Suráfrica. Le salió. También se apreció que tanto éxito ha dejado en el grupo un poso muy saludable. Todo lo que no sea la victoria le molesta, así que la busca hasta el final.