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Un misterio de tres centímetros

¿Xavi puso en riesgo el Mundial al jugar con una rotura muscular en un sóleo?

I. ROMO / R. VILAR

Sin Xavi, sancionado, le va a costar a Guardiola armar la medular para la última jornada de Liga. Con la baja obligada del de Terrassa, Iniesta se perfilaba como una opción para suplir al volante, pero ahora mismo el manchego tiene complicado jugar el domingo ante el Valladolid.

Aun así, el de Fuentealbilla, renqueante por una lesión muscular en la zona de los isquiotibiales que sufrió hace casi un mes, sigue obstinado en despedir la temporada sobre el césped. Los doctores creen que si llega, lo hará muy justo, aunque todavía no lo descartan.

Quien se sumó ayer a la enfermería fue Maxwell que, tras pasar pruebas médicas por la mañana, confirmó que sufre una rotura de fibras en el bíceps femoral del muslo derecho. Los galenos pronostican unas tres semanas de baja. Así que deberá de retrasar el inicio de las vacaciones.

Mientras, la enigmática lesión muscular de Xavi sigue causando sorpresa entre los médicos. El centrocampista, según la versión oficial, padece una rotura de casi tres centímetros de longitud en el músculo sóleo (situado junto a los gemelos, pero en un plano más profundo) de la pierna izquierda y ha seguido jugando partidos como si tal rotura no existiera.

Xavi se rompió el sóleo el 28 de abril en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones frente al Inter. Sin embargo, tres días después jugaba ante el Villarreal como si nada. Luego ha disputado otros dos partidos en una semana.

Al parecer, Xavi puede soportar el dolor. Pero la pregunta está en el aire. ¿Por qué siguió jugando a pesar de tener una rotura muscular? La respuesta oficial señala varios factores. En primer lugar, se trata de la pierna izquierda, su pierna de apoyo, no la del chut. Además, se rompió en una zona del sóleo de poco compromiso muscular. A todo esto, hay que añadir que los especialistas del club lo cuidan entre partido y partido (no se entrena con el grupo). Y, por último, está el hecho de que sea un futbolista liviano (mide menos de 1,70) que genera una menor sobrecarga sobre la zona lesionada.

Los médicos del fútbol consultados por Público están muy sorprendidos por el caso y opinan que ha existido un alto riesgo de recaída. Muchos no creen que tenga esa aireada rotura de tres centímetros, sino un hematoma de dicha longitud. Pero ninguno se atreve a hablar si se cita su nombre. El único que parece entender el caso es el doctor López Capapé, traumatólogo de la Clínica CEMTRO de Madrid: 'Lo prioritario es que no tenga dolor y las sensaciones del paciente siempre mandan sobre lo que pueda aparecer en las ecografías. Hay que dar prioridad a la percepción del futbolista. Y si él se siente cómodo en los test, hay que respetarlo'.

Sin embargo, con el Mundial al fondo, son muchos los que temían un agravamiento de la rotura. 'Eso sí es cierto reconoce el traumatólogo; si juega con una rotura muscular, el riesgo de que la lesión aumente es elevado'. Ya no hay riesgo. Una sanción le impide forzar más.

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