Preguntado por si su equipo era más competitivo en competiciones con eliminatorias como la Copa o la Champions que en la Liga, Mourinho negó esta teoría. Es más, recurrió de nuevo a la excusa de los árbitros para justificar los ocho puntos de distancia que le saca el Barça y que han finiquitado prácticamente el campeonato: 'En la Liga somos segundos y en Champions no sabemos qué pasará. Nosotros, cuando jugamos muy bien, ganamos siempre. Cuando jugamos bien, casi siempre. Y cuando no lo hacemos bien, nunca. Otros ganan cuando juegan bien y cuando juegan menos bien, pero, como quiero estar en el banquillo en la final de Copa, no quiero decir mucho más'.

No es la primera vez que Mourinho utiliza esas mismas palabras para recalcar que el Barça cuenta con un empujón arbitral en los partidos que se le complican. Justo después de perder la Liga, esa queja volvió a salir de su boca. Sin embargo, el sábado, después de perder con el Sporting, no hizo autocrítica por la alineación que presentó, sin Pepe, con el que, según él, hasta su equipo ataca mejor.

El sábado echó en falta a los jugadores más creativos y justificó el cambio de Granero porque era el que tenía menos minutos en las piernas de los que estaban en el campo. Sin embargo, dio entrada a Canales, casi inédito, para tratar de resolver un partido con mucho en juego en pocos minutos.

En ese mismo partido, Adebayor, aislado en punta, apenas brilló. El plan con el que afrontó el partido dejó al togolés sin apenas opciones de hacer daño. El equipo echó de menos a Benzema, que ha sido quien mejor ha resuelto esos partidos trabados. Hoy, Mourinho se la puede jugar de nuevo con Adebayor, pero, por si acaso, ahí está Higuaín: 'Estoy dispuesto a ayudar en lo que sea'.