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Pasillo a Ferrari

Massa gana en Estambul por delante de Hamilton y Raikkonen, mientras que Alonso termina sexto

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ

Apenas transcurrido un cuarto de la temporada 2008, se puede decir que Ferrari es campeón. Sus dos pilotos han ganado cuatro de las cinco carreras disputadas y, salvo improbable vuelco, sólo queda una cuestión por dirimir: si el título individual será para Raikkonen o para Massa. Hoy ha ganado el brasileño, que se coloca segundo en el Mundial, empatado a 29 puntos con Hamilton y a seis de su compañero finlandés, líder y tercero en Estambul. Fernando Alonso, en otra guerra, fue sexto.

El asturiano sumó tres puntos y, lo más importante, certificó que ha logrado situar al remolón R28 detrás del trío grande: Ferrari, McLaren y BMW. Hoy, incluso, ha aprovechado el pinchazo de Kovalainen para ganar un puesto que, de momento, parece vedado para Renault y para el resto de equipos ajenos a la élite.

Lo mejor, como casi siempre, fue la salida. En tan decisiva maniobra sobresalieron Hamilton y Alonso. El inglés se colocó segundo y el español, que partía séptimo, adelantó dos posiciones y se encontró en la quinta posición. Uno de los rebasados fue Raikkonen, que arrancó dormido, y muy cargado de gasolina, y se dejó birlar varias posiciones.

Las consecuencias de la salida fueron minimizadas por Fisichella. El Force India del italiano embistió literalmente al Williams de Nakajima hasta pasarle por encima. Ambos acabaron en el taller y el coche de seguridad colocó al pelotón en fila india. Por eso, a partir de ahí, lo trascendental fue la estrategia.

Ferrari y McLaren, lo dos poderosos, jugaron cartas distintas y el resultado fue el mismo de casi siempre. Venció la escudería italiana. Massa y Raikkonen apostaron por neumáticos blandos, mientras que Hamilton y Kovalainen salieron con poco carburante, sabedores de que iban a parar tres veces, una más que el resto.

La baja temperatura hizo que las ruedas de Ferrari no rindieran como esperaban, y eso permitió al inglés colocarse segundo y protagonizar una de las imágenes del día. La que dibujó cuando, decidido, acosó a Massa hasta adelantarle por la izquierda. Lewis, encorajinado tras las críticas recibidas durante la temporada, sabía que necesitaba una maniobra así para, al menos, reivindicarse.

Sin embargo, Hamilton sucumbió ante la extraña planificación de paradas del equipo inglés. Fue el único que paró tres veces, algo que no se esperaba y que, tras su buena salida, le impidió luchar por la victoria. Eso sí, fue capaz de aguantar a Raikkonen en el último tramo de la carrera y quizás le dé tranquilidad para lo que queda. Aunque, visto lo visto, el campeonato ya está decidido. El pasillo tiene claro color rojo.

 

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