Primer revés importante para el reto mayúsculo que se ha marcado Michael Phelps en estos Juegos Olímpicos de Londres. El nadador estadounidense intentará superar en la capital británica el récord de medallas olímpicas que posee hasta ahora la gimnasta ucraniana Larisa Latynina. Dos medallas les separan.

Sin embargo, en la primera final que ha disputado en el centro acuático, la de los 400 metros estilos, ha fallado con estrépito. Phelps, que se clasificó por la mañana por los pelos y tuvo que nadar pegado a la pared por la calle 8 no estuvo cerca de la victoria en ningún momento y terminó siendo cuarto en una modalidad que ha dominado en los últimos ocho años y en la que logró sendos oros en los Juegos de Atenas 2004 y Pekín 2008. 

Toda la gloria se la llevó su compatriota Ryan Lochte, el destinado a sucederle como gran dominador de la piscina mundial en los próximos años.  El norteamericano dominó la final de principio a fin, incluso hubo algún tramo en el que nadó por debajo del récord mundial, para colgarse la medalla de oro al cuello.

Lochte paró el crono en 4:05.18, lejos del récord mundial en poder de Phelps desde Pekín 2008 con 4:03.84, y fue secundado en el podio por el brasileño Thiago Pereira y el japonés Kosuke Hagino, de 17 años. El brasileño subió al podio gracias a su magnífica braza que le llevó en 100 metros de la quinta posición a la segunda, rebasando a Phelps, Hagino y al surafricano Chad le Clos, finalmente quinto con 4.12.42.

Le Clos inició en la primera posición al paso por los primeros 50 metros, pero Lochte le tomó el relevo a los 100 y ya no se despegó del oro hasta la meta de los 400. Lochte ya sacaba dos segundos y medio a Phelps a mitad de carrera. Incluso, con la braza se colocó por debajo de la línea del récord del mundo.

Por contra, Phelps, quien estuvo entre los tres primeros en la mariposa, espalda y braza, vio cómo en los últimos 100 metros fue superado por el nipón sin poder aguantar el ritmo de éste cuando Lochte y Pereira ya estaban fuera de su alcance.

Esta es la última vez que el nadador de Baltimore, que tiene 15 oros olímpicos y dos bronces entre Atenas y Pekín, nade esta especialidad, una de las más complicadas de la natación, ya que anunció que tras Londres 2012 se retirará.