Este artículo se publicó hace 13 años.
Rosell se queda en la amenaza
El Madrid replica de inmediato y acusa al presidente azulgrana de mentir, víctima de la presión mediática
Ayer, un mes y 20 días después de haber anunciado que el Barcelona se haría respetar ante las afrentas del Madrid, Sandro Rosell se limitó a reiterar su amenaza de romper relaciones con el club presidido por Florentino Pérez si se repite alguna de las "graves acusaciones y calumnias" ya denunciadas por la entidad azulgrana con anterioridad. El presidente del Barça puso así puntos suspensivos a la velada declaración de guerra lanzada, durante el maratón de clásicos de abril, por José Mourinho y su entorno. El Madrid los prosiguió apenas seis horas después, a través de un comunicado, en el que lamentó que Rosell persistiera en sus acusaciones y le lanzara un ultimátum .
"El Madrid ha traspasado todos los límites de la rivalidad deportiva. Si se repiten estos hechos, romperemos relaciones inmediatamente; no nos temblará el pulso", anunció Rosell ante los medios de comunicación, tras apuntar las acusaciones de dopaje vertidas por la Cope contra el Bar-ça citando fuentes del Madrid y las denuncias del club blanco contra ocho jugadores azulgrana ante la UEFA tras el primer partido de las semifinales de la Champions, como "las calumnias más graves".
No fue más allá Rosell en su declaración institucional, una contundente enumeración de la lista de agravios, si bien sí justificó la tardanza en la respuesta por una cuestión de "responsabilidad social" y por la voluntad del Barça de conceder "una segunda oportunidad" al Madrid . "Aunque el corazón nos pidiera hacerlo antes, este era el momento adecuado. Debemos mantener unas formas ante los millones de aficionados al fútbol y, además, no queríamos que esto pudiera interferir en lo deportivo. Los resultados nos han dado la razón", argumentó el mandatario azulgrana.
Rosell recordó que el Bar-ça ya actuó en su día interponiendo una demanda contra la Cope y denunciando a Mourinho ante la UEFA por faltar al honor de su club. "En la vida, lo importante son los hechos, no las palabras", sentenció el presidente azulgrana, también en alusión a Florentino Pérez, al que corresponsabilizó de lo sucedido por no haber desautorizado a Mourinho. "Creo que Florentino se ha visto arrastrado, pero, como presidente, no deja de ser el máximo responsable", aseguró Rosell. "Espero que se imponga el seny y alguien ponga freno a estas cosas tan lamentables", concluyó.
"El Madrid lamenta las desafortunadas manifestaciones del presidente del Barcelona, que entiende son motivadas por la presión que sufre la junta directiva por parte de un determinado y cercano entorno mediático, que reclama una actitud de agresividad hacia nuestro club", replicó el Madrid en su comunicado. El club blanco califica de "incomprensible" que Rosell insista en sus "graves y falsas insinuaciones" sobre la cuestión del dopaje que, asegura, desmintió "de manera inmediata y categórica" en su día, pese a que sólo Jorge Valdano negó la mayor días después.
Los blancos reiteran su discurso y apelan al juego limpio y a la lucha antirracista
Conclusión irónicaLejos de retractarse, el Madrid insiste en los argumentos que ya utilizó en su momento para justificar su demanda contra el Barça y concluye su escrito reiterando su "firme compromiso a favor de la deportividad y los valores consustanciales al deporte, especialmente en lo que concierne al juego limpio y a la lucha inequí-voca contra el racismo, elementos esenciales del deporte y ejemplo para todos los niños del mundo".
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