El pasado mes de septiembre ocho selecciones europeas (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Suiza, Inglaterra y Gales) anunciaban que sus respectivos capitanes lucirían el brazalete One Love como gesto de apoyo al colectivo LGTBIQ+ durante el actual Mundial de fútbol en Catar, país en el que la diversidad sexual está penada.  

En las reuniones del pasado domingo de la FIFA con el comité organizador del evento, políticos del país y federativos de las selecciones implicadas en el conflicto se ratificó la sanción impuesta por el país anfitrión contra la iniciativa del brazalete. 

Después de conocer la existencia dicha normativa, algunos de los futbolistas de estas selecciones, como Harry Kane, capitán del equipo inglés, o Manuel Neuer, de Alemania, habían hecho pública su intención de vestir el brazalete con el arco iris. 

A pesar de que muchos de los jugadores asumían pagar las multas, el problema ha surgido con la noticia de que las sanciones no serán económicas sino deportivas. "Como federaciones nacionales, no podemos poner a nuestros jugadores en una posición en la que puedan enfrentarse a sanciones deportivas, incluidas las reservas", han decretado el conjunto de las federaciones. 

En el caso de que alguno de los jugadores saliese al campo con el brazalete de One Love, el árbitro le sacaría inmediatamente tarjeta amarilla. La acumulación de dos tarjetas amarillas por un mismo jugador implica su expulsión del partido, además de impedirle jugar, como mínimo, en el siguiente encuentro. La presente sanción, por lo tanto, podría poner en riesgo el futuro de estas selecciones en el torneo. 

Por su parte, las respectivas federaciones de los países implicados han hecho público su descontento y frustración. "Escribimos a la FIFA en septiembre informándoles de nuestro deseo de llevar el brazalete One Love para apoyar activamente la inclusión en el fútbol, y no tuvimos respuesta. Nuestros jugadores y entrenadores están decepcionados", han denunciado.

Hace apenas unos días, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, defendió la gestión de Catar frente al mundial y criticó la "doble moral" occidental. En referencia a las miles de muertes por las pésimas condiciones laborales durante las construcción de los estadios para el mundial, Infantino declaró: "Nosotros en Europa cerramos nuestras fronteras, no permitimos trabajadores de estos países, o si se hace es en cifras mínimas para que puedan trabajar".  

El arranque del mundial, que comenzó el pasado domingo, ha estado marcado por las incesantes protestas contra Catar por su falta de cumplimiento con los derechos humanos. Las semanas previas al inicio del torneo diferentes artistas se han negado a asistir a la gala de inauguración del mundial. Además se han conocido otras propuestas por parte de los equipos para protestar de manera simbólica, como arrodillarse ante del arranque de los partidos en favor de la lucha contra el racismo.