Este artículo se publicó hace 15 años.
La última bala de 'Lucky' Luque
El delantero catalán se ha reenganchado al fútbol en Málaga tras su paso por Inglaterra y Holanda
A Luque (Terrassa, 11 de marzo de 1978) le abandonó la fortuna el día que decidió emigrar a Inglaterra hace cuatro años. La seductora oferta del Newcastle fue demasiado tentadora tanto para el Deportivo, su club de entonces, como para él, que en ese momento estaba en la cúspide de su carrera, indiscutible en la selección y con mareantes ofertas. Después pasó por el Ajax, con quien todavía tiene un año más de contrato, y ahora recupera la sonrisa en el Málaga, al lado del milagroso AntonioTapia, que ha convertido al equipo de La Rosaleda en la revelación de Primera.
"Ni el más optimista esperaba el rendimiento que estamos dando. Cuando llegué, no pensaba que todo iba a ir también y ha sido una sorpresa hasta para nosotros. Pero cuando ves la manera de entrenar descubres muchas cosas de este secreto", dice Luque a Público al término del entrenamiento.
"Podía haber jugado la Champions, pero prioricé jugar por diversión"El secreto del éxito lleva el nombre de Tapia: "No te imaginas lo meticuloso que es con las jugadas a balón parado. No se le escapa ni un detalle, y da resultado. Yo lo veo claro. Mi última experiencia en España, con el Deportivo, fue un desastre en este aspecto. Irureta no prestaba atención a esto y nosotros llevamos ya entre 8 y 10 puntos por trabajar duro este concepto", analiza el jugador.
De su etapa emigrante, los mejores recuerdos son los holandeses: "Me fui a Amsterdam por Ten Cate. El Ajax es una gran institución, el equipo, la afición, la ciudad... Lo tenía todo hasta que Cate se fue al Chelsea. A partir de ese momento todo cambió y con Adrie Koster no jugué más".
Tres años de experiencias negativas hicieron mella en Luque. "En verano me llegaron ofertas de equipos extranjeros y españoles. Podía haber jugado la Champions, pero tenía claro que, ahora, lo importante era jugar por diversión", se sincera el jugador, que cree que Málaga era el sitio perfecto para volver a sentirse importante en el fútbol.
"Estoy en el sitio idóneo. Conocía la ciudad (jugó hace una década con Peiró en el banquillo), tengo casa, amigos... No quería otro calvario y he escogido la opción perfecta", prosigue.
"A diferencia de Tapia, Irureta era un desastre a balón parado"Para Luque, hay algo que tiene el club que no tienen otros equipos: "Aquí salimos a divertirnos, con descaro, no tenemos nada que perder. Miramos partido a partido y mira, así estamos sextos. Ahora, a falta de ocho partidos, no renunciamos a nada. Para Atlético, Valencia o Villarreal no entrar en Liga de Campeones es un fracaso, su economía depende de ello... y para nosotros estar aquí ya es un éxito".
Luque se enfrenta mañana a su pasado más glorioso. Mallorca es el lugar de la explosión de Albert. Su pareja futbolística con Etoo llevó al Mallorca a la cuarta plaza y el propio Samuel no dudó en calificarle como "su hermano blanco". El extraordinario rendimiento del camerunés no es extraño para Luque.
"Cuando las cosas se vuelven en su contra, es cuando más demuestra que es un luchador nato. No mira a su alrededor y sólo piensa en jugar lo mejor posible. Esa es la razón de que se haya convertido en uno de los jugadores más decisivos del mundo".
De Mallorca recuerda también a Luis Aragonés, "su carácter ganador te marca para toda la vida", dice. Y sube a su podio de técnicos preferidos a Camacho y, por supuesto, al artífice de su resurrección: Antonio Tapia.
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