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Villar pretende llevar al fútbol español al colapso

El presidente de la RFEF, aprovechando la disconformidad de la AFE con el Real Decreto, da un paso más en su enfrentamiento con el Gobierno y lanza una huelga que afectaría a las dos últimas jornadas de Liga y a la final de Copa 

El presidente de la RFEF, Ángel María Villar, en un acto junto a MIguel Cardenal, presidente del CSD. EFE

J.Y.

MADRID.- Ángel María Villar aprovechó un momento crítico para lanzar su órdago al Gobierno. Este miércoles por la tarde anunciaba la suspensión de todas las competiciones del fútbol español a partir del 16 de mayo con carácter indefinido.

Huelga que afecta, por tanto, a las dos últimas jornadas de liga en Primera División y a la final de Copa del Rey. Es decir, un paro que llega justo en el momento en el que se deciden títulos, descensos, permanencias y ascensos.

El presidente de la Federación Española de Fútbol aprovechó el descontento de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) con respecto a algunos puntos del reciente Real Decreto sobre los derechos audiovisuales del fútbol para dar un paso más en su enfrentamiento directo con el Consejo Superior de Deportes y con la LFP.

La Liga anuncia acciones legales contra Villar

Villar dice contar con el apoyo de futbolistas, del colectivo de árbitros, entrenadores y de federaciones territoriales para organizar un parón en todo el fútbol español, convocatoria que, según la LFP, "es nula de pleno derecho" y por la que anuncia acciones legales. Además, la Liga convoca una Asamblea extraordinaria para el próximo 11 de mayo. Con esta huelga, la RFEF plantea un nuevo pulso al Gobierno, al que insta a modificar el texto aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 30 de abril antes de que sea definitivamente aprobado por el Congreso, algo que debería suceder en 10 días.    

La Federación explicó a través de un comunicado que considera que con el nuevo Real Decreto no obtiene el dinero que pretendía y valora el contenido del texto como "una falta de respeto y consideración al órgano rector de todo el fútbol español, que ha sido ignorado, despreciado y ninguneado por el Gobierno". También argumenta, "la RFEF nunca contó con el borrador del Real Decreto-ley", como hubieran deseado. No explican que Villar se ausentó sin justificación alguna en la reunión clave con el ministro Wert antes de que el texto se aprobara.

Un paso más en el enfrentamiento de la RFEF con el CSD

La RFEF, aprovechando la convocatoria de la huelga, recordó a Miguel Cardenal -secretario de Estado para el Deporte- otra serie de cuitas que les mantiene enfrentados y con las que están completamente disconformes. Esas son la retirada "sin motivo alguno", dicen, del 4,55% procedente de las Quinielas, el estudio realizado sobre las consecuencias de la Ley de Emprendedores, "que conducen a la imposibilidad de la presencia de los colaboradores más imprescindibles en la organización del fútbol más humilde" y las inspecciones de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social a los clubes de fútbol aficionado, "que han obligado a abandonar sus puestos a una elevada cantidad de directivos modestos, alma verdadera de nuestro deporte".

La entidad presidida por Villar vuelve a insistir también en supuestas "continuadas injerencias del CSD, que obran en conocimiento de nuestra Federación Internacional (FIFA)". Con respecto al real decreto, la RFEF no acepta que se les obligue a ser los garantes de los clubes en caso de que tengan deudas con Hacienda y la Seguridad Social y critica con dureza el 1% que se lleva el CSD, porque "utiliza el dinero privado del fútbol para políticas deportivas a través del CSD para otras actividades ajenas al fútbol". Sin embargo, el órgano gubernamental le contesta que eso "permitirá que más de 4.000 deportistas de alto nivel de otros deportes vean satisfechas sus cotizaciones a la Seguridad Social, y de modo particular, dignificando el fútbol femenino".

El CSD, a través de dicho comunicado, le exigía a Villar "no confundir a deportistas, clubes y aficionados con falsas reivindicaciones, que no hacen más que ocultar verdaderos intereses espurios, a todas luces inconfesables". Y considera que los argumentos federativos "son una suma de excusas para justificar un enfrentamiento continuo, que tiene como única base el interés de la RFEF en no devolver dinero público no justificado y no someterse a las auditorías a los que obliga la ley".

No se entiende que jugadores con sueldos multimillonarios apoyen una huelga contra una norma que beneficia a los clubes y a ellos mismos

Mientras, la AFE expondrá esta tarde a las 17:30 horas sus razones para convocar dicha huelga. El motivo principal que aduce el sindicato de futbolistas es su postura en contra del reparto del dinero entre los clubes de Primera y de Segunda. Para los primeros iría a parar un 90% y para los segundos un 10%, algo que generaría, según ellos, una desigualdad salarial preocupante. Además, consideran que el reparto se ha hecho sin contar con los clubes de Segunda B. Niegan que su postura sea contra la patronal, sino que va dirigida al Gobierno y también niegan que ésta se deba a la presión fiscal ejercida por Hacienda sobre los derechos de imagen de los futbolistas.

Un parón apoyado por futbolistas millonarios

Sin embargo, lo que llama la atención es que los futbolistas protesten por un texto que permitirá el incremento de los ingresos del fútbol español. Y, como recuerda el CSD en su comunicado de ayer, "en un escenario económico prudente se recaudarán más de 1.000 millones de euros, que los clubes vienen destinando en casi un 70% a sueldos y retribuciones de jugadores". Por eso, fuentes del sector consideran que "es bastante curioso que las plantillas del fútbol profesional puedan alinearse con la posición de la AFE porque en el fondo el real decreto beneficia a los clubes y por ende a ellos mismos". 

Tampoco se entiende que jugadores con sueldos multimillonarios se postulen a favor de la huelga contra un texto que de por sí ya propicia un aumento del dinero a repartir entre los clubes que les pagan sus fichas. El martes el mismísimo Leo Messi, que cobra unos 20 millones de euros al año, dio en público su apoyo a lo que decidiera la AFE. Ayer, en la Junta Directiva de la Federación algunos presidentes le reprocharon a Javier Rubiales, presidente de la AFE, que quisiera sacar más dinero del Real Decreto en lugar de aumentar las cuotas de sus afiliados, sobre todo de los jugadores que más ganan.

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