Viajes Marsans 'carece de valor', según expone el auto del plan de liquidación del grupo turístico dictado ayer por la jueza Ana María Gallego Sánchez. Apenas dos inmuebles (dos naves), las únicas propiedades de la compañía turística creada por Gerar-do Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, junto a los elementos de transporte, mobiliario y equipos informáticos, serán los bienes que podrán ser vendidos o subastados para hacer frente a los 424 millones de euros de deuda patrimonial del grupo. La jueza acepta la consideración de la administración concursal de que las marcas, dominios de internet y las inversiones financieras de Viajes Marsans no pueden ser adjudicadas porque no tienen ningún valor. La compañía turística tiene también cerca de 140 locales alquilados por todo el territorio español, cuyos contratos de arrendamiento están pendientes de resolver.

Los ingresos de los escasos bienes de la compañía turística apenas servirán para pagar a los trabajadores, la Seguridad Social y a los administradores concursales. De esta manera, según el auto de la jueza titular del Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, con los ingresos por la venta de activos 'no ha lugar a efectuar previsión alguna sobre autorización del pago de créditos concursales' de los 11.400 acreedores, entre los que se encuentran más de una decena de entidades bancarias, empresas de alquiler de inmuebles, particulares, cadenas hoteleras y diferentes empresas del sector turístico. En concreto, el auto señala que 'todo el producto de la liquidación se destinará, insuficiente, al pago de créditos contra la masa', que son los primeros que se abonan en todo concurso de acreedores, y que surgen de los costes del propio proceso, como los salarios e indemnizaciones de los trabajadores despedidos, así como el pago de tributos y cotizaciones a la Seguridad Social.

Sólo cobrarán los trabajadores, la Seguridad Social y los administradores

Los costes salariales estaban cuantificados en Viajes Marsans en 37 millones de euros a diciembre de 2010, y procedían mayoritariamente del expediente de regulación de empleo que acometió en julio la empresa y que afectó a toda la plantilla, compuesta por unos 1.400 trabajadores. No obstante, la cuantía se ha incrementado debido a que el pasado mes de enero Viajes Marsans despidió a los 29 trabajadores que todavía conservaba, entre los que figuraban varios directivos vinculados a Posibilitumm, que compró el grupo unos días antes de que fuera declarado en concurso de acreedores.

Ante las elevadas posibilidades de que sean considerados culpables de la situación del grupo, Díaz Ferrán, Pascual y Posibilitumm han sido sometidos ya a un embargo cautelar de bienes por valor de los 424,4 millones de déficit, aunque las cuantías requisadas son mínimas. En total, diez fincas (cinco de cada socio), además de las cuentas y depósitos, se encuentran en situación de embargo.

Según los datos provisionales de activos y pasivos, Viajes Marsans soportaba un déficit patrimonial de 271 millones (373 millones si se tienen en cuenta sus participadas Viajes Crisol, Tiempo Libre y Rural Tours), ya que cuenta con un pasivo de 552 millones, frente a un activo teórico de 281 millones de euros, que caería en picado en el caso de una liquidación.

Para paliar la deuda, según el plan de liquidación, los activos se intentarán colocar primero a través de la venta directa al mejor postor y, si no se lograra, se someterán a subasta judicial. Si esta quedara desierta, Marsans tendrá que destruir los activos, soportando los costes.