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El Banco de Inglaterra sorprende y sube los tipos al 5% ante la alta inflación

Los bancos centrales de Suiza y de Noruega elevan también el precio del dinero (hasta el 3,75% y el 1,75%, respectivamente) y avisan de que previsiblemente los suban más.

Varias personas pasan por delante de la sede del Banco de Inglaterra, en la City de Londres.  REUTERS/Henry Nicholls
Varias personas pasan por delante de la sede del Banco de Inglaterra, en la City de Londres. Henry Nicholls / REUTERS

Reuters

El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) subió el jueves los tipos de interés medio punto porcentual, más de lo esperado, tras afirmar que se han producido noticias "significativas" que sugieren que la inflación británica tardará en caer más de lo inicialmente esperado.

El Comité de Política Monetaria (MPC, por sus siglas en inglés) del Banco de Inglaterra votó por siete votos a favor y dos en contra elevar su tipo de interés principal al 5% desde el 4,5%, su nivel más alto desde 2008 y su mayor subida de tipos desde febrero, tras un crecimiento de la inflación y los salarios más persistente desde que sus responsables se reunieron por última vez en mayo.

"En los últimos datos se han producido importantes incrementos que indican una mayor persistencia del proceso inflacionista", declaró el Comité de Política Monetaria. "Es probable que los efectos de segunda vuelta sobre la evolución de los precios y los salarios internos generados por las perturbaciones de los costes externos tarden más en desaparecer de lo que tardaron en aparecer", añadió.

Los economistas esperaban una subida hasta el 4,75%, aunque los mercados financieros habían considerado a primera hora del jueves que había casi un 50% de posibilidades de una subida hasta el 5%, tras los datos de inflación superiores a lo esperado publicados el miércoles.

Los responsables de la política monetaria del Banco de Inglaterra apenas habían dado indicios de que se estuviera considerando una subida de tipos de medio punto en el periodo previo al anuncio del jueves.

Silvana Tenreyro y Swati Dhingra, miembros del Comité de Política Monetaria, se opusieron a la subida de tipos —como han hecho con todas las demás de este año— alegando que gran parte del impacto de las anteriores subidas aún no han hecho efecto en la economía, y que los indicadores a futuro apuntan a fuertes caídas de la inflación y del crecimiento salarial en el futuro.

El gobernador Andrew Bailey, en una carta sobre la decisión dirigida al ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, reiteró el mensaje del Comité de Política Monetaria.

"El Comité de Política Monetaria hará lo necesario para que la inflación vuelva al objetivo del 2% de forma sostenible a medio plazo", afirmó.

Las expectativas de una subida de los tipos por parte del Banco de Inglaterra se han disparado en los últimos días, disparando el coste de las nuevas hipotecas, y antes de la decisión del jueves los mercados financieros esperaban que el tipo de interés bancario del Banco de Inglaterra alcanzara un máximo del 6% a finales de año. En cambio, los economistas encuestados por Reuters la semana pasada preveían un máximo del 5%.

La economía británica, que se ha visto afectada por el Brexit, así como por la pandemia del COVID-19 y la subida de los precios del gas provocada por la invasión rusa de Ucrania, ha esquivado por ahora una recesión ampliamente prevista en 2023.

Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las otras grandes economías ricas, la producción apenas se ha recuperado a los niveles anteriores a la pandemia y el crecimiento este año parece que será de un mínimo 0,25%, según las previsiones del BoE del mes pasado.

La subida de tipos del Banco de Inglaterra se conoce después de que el Banco Central Europeo decidiera la semana pasada subirlos un cuarto de punto, hasta el 4%, y de que los bancos centrales de Suecia y Noruega lo hicieran el jueves. El Banco de Inglaterra mantuvo sus anteriores orientaciones sobre la política monetaria futura, en las que afirmaba que si hubiera pruebas de presiones más persistentes, sería necesario un mayor endurecimiento de la política monetaria.

Reino Unido se enfrenta a un difícil reto inflacionista, ya que la inflación está tardando en caer tras tocar un máximo de 41 años el año pasado, en el 11,1%, pero otros bancos centrales también ven desafíos. 

Las cifras oficiales del miércoles mostraron que la inflación de los precios al consumo se mantuvo sin cambios en el 8,7% en mayo y que la inflación subyacente subió a su nivel más alto desde 1992. El mes pasado, el banco central pronosticó que la inflación caería a poco más del 5% a finales de este año y se situaría por debajo de su objetivo del 2% a principios de 2025.

El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, describió el miércoles la inflación como una "bestia muy codiciosa", y el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, dijo que seguir subiendo los tipos seguía siendo "una suposición bastante buena", a pesar de la pausa de la semana pasada.

Suiza y Noruega se apuntan a la subida

Otros que se han apuntado a las subidas de los tipos de interés han sido los bancos centrales de Suiza y Noriega. El Banco Nacional de Suiza (BNS) subió en 25 puntos básicos (un cuarto de punto, del 1,5% al 1,75%) su tipo de interés oficial como parte de sus medidas para frenar la persistente inflación, dejando la puerta abierta a un mayor endurecimiento monetario. El presidente del banco central, Thomas Jordan, señaló las crecientes presiones inflacionistas y el peligro de que se consolide el aumento de los precios. Los tipos de interés suizos se sitúan ahora en su nivel más alto desde octubre de 2008

Aunque la inflación de Suiza ha disminuido en comparación con el año anterior, aún queda trabajo por hacer, declaró Jordan a los periodistas. "El marcado descenso de los últimos meses es muy bienvenido", dijo Jordan. "También es el resultado de nuestra política monetaria, que es ahora mucho más restrictiva que hace un año.

El banco central de Noruega también subió el jueves su tipo de interés oficial 50 puntos básicos (pb), hasta el 3,75%, en un intento de frenar la inflación, más de lo esperado por la mayoría de los economistas encuestados por Reuters, y dijo que es probable otra subida en agosto.

"Si no subimos el tipo de interés oficial, los precios y los salarios podrían seguir subiendo rápidamente y la inflación se afianzaría", declaró en un comunicado la gobernadora del Norges Bank, Ida Wolden Bache. 

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