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El Banco de Japón mantiene sin cambios sus medidas de política monetaria

La entidad dice que la economía nipona sigue en una tendencia "moderada de expansión", aunque continúa percibiendo señales de desaceleración fuera del país.

Una persona pasa por delante del edificio del Banco de Japón, en Tokio. EFE/Everett Kennedy Brown

EFE

El Banco de Japón decidió este jueves mantener sin cambios sus principales medidas de política monetaria y dijo que la economía nipona sigue en una tendencia "moderada de expansión", aunque continúa percibiendo señales de desaceleración fuera del país.

Al final de una reunión de dos días, el instituto emisor japonés decidió mantener en los actuales niveles la tasa de interés de referencia a corto plazo en -0,1%, que aplica desde 2016 para los depósitos en el Banco de Japón de las instituciones financieras.

Asimismo, también mantuvo sin modificar su programa de compra masiva de bonos estatales para que el rendimiento de los que tienen a largo plazo de 10 años se mantenga en torno al 0 %, así como el programa de compra de activos financieros en manos privadas, en ambos casos de manera flexible.

Estas medidas buscan seguir en la senda para que la inflación alcance la meta del 2 % que se ha colocado como objetivo el Banco de Japón (BoJ). La inflación al cierre de 2018 en Japón fue del 0,9 % y en octubre pasado fue del 0,4 % respecto al mismo mes de 2018.

Esas medidas de estímulo monetario se mantendrán "tanto como sea necesario" para alcanzar la meta de inflación próxima al 2 %, dice el texto.

El comunicado oficial aprobado al final de la reunión mantiene el mismo análisis de meses anteriores, destacando que la economía nipona se mantiene "en una tendencia de expansión moderada" con un "círculo virtuoso" en ingresos y gastos.

No obstante, sigue observando una desaceleración en otras economías y el sector exportador sigue anotando cierta debilidad, mientras que la producción industrial se ha reducido recientemente debido, entre otras cosas, a desastres naturales.

La nota sostiene que esa tendencia se va a mantener, a la vez que espera una tendencia al alza de la demanda nacional.

El BoJ sigue percibiendo riesgos externos como el aumento del proteccionismo comercial y las derivaciones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

En una rueda de prensa posterior, el gobernador del instituto emisor, Haruhiko Kuroda, dijo que entre los asuntos positivos se encuentra el hecho de que se haya "evitado parcialmente" la guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que "podría ser positivo para el mercado monetario de Japón".

"Además, habrá mejorado el sentimiento de los inversores ante el riesgo (...). Sin embargo, todavía quedan unos riesgos primarios entre EEUU y China", añadió.

Y respecto al brexit, Kuroda dijo que no se sabe aún cómo se va a construir la relación entre el Reino Unido y la UE, y "la situación es todavía opaca".

La reunión de este mes se produjo después de que las autoridades dieran cuenta de que el gasto de los hogares nipones cayó en octubre pasado un 5,1 por ciento interanual, lo que supone el mayor descenso desde marzo de 2016 y tuvo lugar coincidiendo con la subida del IVA desde el 8 % hasta el 10 % que entró en vigor en ese mes.

La de octubre fue la primera caída del indicador en once meses, y la más acusada desde marzo de 2016, según los datos oficiales.

Asimismo, la semana pasada se informó de que la confianza en la evolución de la economía japonesa empeoró en diciembre respecto a septiembre, lo que representó el cuarto descenso trimestral consecutivo y situó al indicador en su peor nivel desde abril de 2013.

Al respecto, Kuroda se hizo eco de esas señales de desaceleración en el sector manufacturero y en el exportador. No obstante, agregó, "no hay cambios en la tendencia hacia una recuperación moderada de la economía en general".

A comienzos de este mes el Gobierno de Japón anunció un paquete de estímulo para los próximos tres años de 26 billones de yenes (215.300 millones de euros/239.153 millones de dólares), destinado a mitigar los efectos negativos de la subida impositiva y a contrarrestar la previsible caída del gasto público tras la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. 

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