El BCE mantiene los tipos de interés sin cambios en el 2% al dar por controlada la inflación
Lagarde dice que "el proceso desinflacionario ha concluido" y deja entrever que no va a bajar más el precio del dinero si la situación no cambia mucho.

Fráncfort--Actualizado a
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés sin cambios por segundo mes consecutivo y considera que son adecuados en ese nivel porque la inflación se va a estabilizar en torno al 2% a medio plazo. La presidenta de la entidad, la francesa Christine Lagarde, que "el proceso desinflacionario ha concluido" y que el banco está en un buen lugar, por lo que deja entrever que no va a bajar más lo tipos de interés si la situación no cambia mucho.
Así, la tasa de depósito (DFR, la referencia del mercado) seguirá en el 2%, el tipo para sus operaciones principales de refinanciación (MRO) en el 2,15% y la de la facilidad marginal de préstamo (MLF) en el 2,40%.
Tal y como daban por descontado los mercados, el BCE ha optado por esperar después de haber detenido en junio el ciclo de flexibilización que recortó el precio del dinero en 200 puntos básicos mediante ocho ajustes a la baja, los últimos siete de forma consecutiva, con el argumento de que la economía de los 20 países de la zona euro se encuentra en un "buen momento", aunque no puede descartarse una mayor relajación.
Los últimos datos han confirmado esta visión, dando tiempo a los dirigentes monetarios para entender cómo podrían afectar al crecimiento y la inflación los aranceles estadounidenses, el aumento del gasto público alemán, los inminentes recortes de tipos de la Reserva Federal (Fed) y la inestabilidad política en Francia. "El Consejo de Gobierno está decidido a garantizar que la inflación se estabilice en su objetivo del 2% a medio plazo", señala el comunicado del BCE. "El Consejo de Gobierno no se está comprometiendo con una senda de tipos concreta".
Lagarde ha destacado que la economía de la eurozona creció un 0,7% durante la primera mitad del año gracias a la demanda interna. No obstante, esta mejora fue más acusada en el primer trimestre que en el segundo, ya que este último se vio sacudido por la guerra comercial lanzada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Se prevé que el aumento de los aranceles, la fortaleza del euro y el incremento de la competencia mundial frenen el crecimiento durante el resto del año. Sin embargo, el efecto de estos factores adversos sobre el crecimiento debería desaparecer el año que viene", ha indicado Lagarde. Esta ha destacado, en cualquier caso, que los riesgos para el crecimiento se han vuelto "más equilibrados".
Lagarde ha reconocido que las perspectivas de inflación son "más inciertas de lo habitual" a cuenta del "volátil" entorno comercial.
El BCE, en sus nuevas estimaciones, prevé una inflación general del 2,1% en 2025 (2% en las proyecciones de junio), del 1,7% en 2026 (1,6%) y del 1,9% en 2027 (2%). La Eurozona crecerá un 1,2% en 2025 (0,9% previsto en junio), un 1,0% en 2026 (1,1%) y un 1,3% en 2027 (sin variación).
Los mercados de deuda soberana funcionan bien
Lagarde también ha señalado que "los mercados de deuda soberana funcionan de forma ordenada" en este momento al ser preguntada por la situación de Francia y la escalada de su prima de riesgo por la inestabilidad política gala. Por ello dejó entrever que el BCE considera que esa subida no es exagerada y no es necesario intervenir en este momento en el mercado y comprar deuda soberana de Francia para frenar la subida.
La presidenta del BCE (que fue ministra gala de Finanzas con Nicolas Sarkozy) ha rechazado opinar sobre países concretos al ser preguntada por la inestable situación política en Francia, pero se ha mostrado "convencida" de que los responsables políticos de todos los Gobiernos del continente acabarán acatando la disciplina fiscal.
Francia afronta una crisis política debido al rechazo de los partidos de la oposición y de los sindicatos a los ajustes en su presupuesto, que tiene un déficit en torno al 5% desde 2010. Este rechazo a los recortes presupuestarios de 44.000 millones causó esta semana la caída del Gobierno de François Bayrou, sustituido por el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu.
Francia tiene una deuda de 3,5 billones de euros, Italia de 3,1 billones y Alemania de 2,8 billones. Por ello sube la prima de riesgo de Francia, que supera a la de Italia y se sitúa ahora como la peor de la Eurozona. La rentabilidad de la deuda francesa y la italiana se sitúan cerca del 3,5%.

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