Este artículo se publicó hace 2 años.
La celiaquía se enfrenta a los precios del súper: la inflación encarece (aún más) los productos sin gluten
Los precios desorbitados atacan a la cesta de la compra de las personas celíacas. La inflación también se ha cebado con las mercancías sin gluten, que ya partían siendo distintivamente caros para el consumidor medio.
Jorge Bravo
Madrid-Actualizado a
Guerra en Ucrania, cuellos de botella en la producción y resquicios de lo que supuso la pandemia. Son muchos los factores que explican el clima económico actual, y el alza en los precios es de las principales amenazas a las que se tienen que enfrentar España y los países de su entorno para superar otra crisis que puede ser una continuación de la de hace una década. Los altos precios de la cesta de la compra son, por lo visto, un síntoma de ese mercado que debe hacer frente a los vaivenes de los problemas económicos a nivel mundial.
La variación interanual del IPC con respecto a la alimentación se ha situado, esta vez, en el 12,9%, lo que supone una diferencia de precios abismal entre lo que pagamos hoy en el supermercado y lo que pagábamos hace solo un año. La gente nota el cambio en sus bolsillos, pero hay unos clientes en particular que observan que el costo de sus productos, exclusivos para ellos, sigue en aumento cuando han tenido que cargar con importes artificiales a lo largo de su vida. Las personas celíacas, que partían de precios abusivos y distintivamente más altos, ahora encaran las consecuencias de la inflación.
Lo que sabemos de la celiaquía
En España, las personas con celiaquía representan un bajo porcentaje del total, pero su organización ha sido clave para reclamar un consumo justo y favorecer un conocimiento extendido de su situación. "Existe un infradiagnóstico. Se estima que hay entre un 1 y un 3% de personas celíacas en España, pero muchas de ellas no lo saben", explica para Público María Acevedo, la responsable del departamento de comunicación de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE).
"El objetivo de FACE es que se pueda realizar un estudio en colaboración con las administraciones para poder ver la verdadera prevalencia de la enfermedad"
"El problema es que no se ha podido estudiar a toda la población", señala María. "El objetivo de FACE es que, en algún momento, se pueda realizar un estudio en colaboración con las administraciones para poder ver la verdadera prevalencia de la enfermedad. Por eso no se puede hablar de cifras exactas", y añade: "La sintomatología es muy diversa".
La celiaquía, tal y como explica FACE en su web, es una patología multisistémica de carácter autoinmune que afecta a individuos susceptibles genéticamente, que se caracteriza por 'una combinación variable de manifestaciones clínicas dependientes del gluten, anticuerpos específicos de EC, haplotipos HLA DQ2 o DQ8 y enteropatía', esto es, su cuerpo no tolera la presencia del gluten en su organismo y el sistema inmune ataca y produce daños en el intestino delgado.
La comunidad celíaca ante los precios del súper
Ser celíaco y consumidor en tiempos de crisis y precios desorbitados significa ver que los alimentos sin gluten que ya creías distintivamente caros no dejan de encarecerse. "Desde el colectivo celíaco, ha habido quejas por la subida de precios, que ha sido generalizada. Si ya han sido habitualmente altos, ahora el incremento es notable", sostiene María, de FACE.
El Informe Anual de Precios de FACE permite estimar la evolución del coste de la cesta de la compra para las personas celíacas. "Se trata de un informe que se ha elaborado a principios de año", señala María. "Lo que hay en el informe no refleja lo que pueda haber ahora. De enero a agosto ha habido una gran subida de precios". En muy pocos meses, la guerra en Ucrania ha alterado el consumo como no se había visto en España desde hace cuatro décadas, y explica que siguen recibiendo muchísimas quejas de que "los precios siguen subiendo para los celíacos".
Las personas con celiaquía pagan anualmente hasta 845 euros más que una persona que puede tomar alimentos con gluten, según cálculos de FACE
Las personas con celiaquía que consumen entre 2000 y 2200 kilocalorías al día, un aporte calórico recomendable para una persona adulta, pagan anualmente hasta 845 euros más que una persona que puede tomar alimentos con gluten. Los consumidores celíacos, aunque han visto una evolución favorable a lo largo de estos últimos años, siguen pagando un excedente por su condición, algo que repercute en su poder adquisitivo.
Paula es una joven de Santiago de Compostela, y relata para Público su experiencia a la hora de hacer la compra siendo celíaca. "La subida de precios, en realidad, ha sido generalizada". Apunta, además, a otro de los escollos para los consumidores celíacos: "Lo que sí he notado ha sido menor cantidad de productos en lo que compras, especialmente en los productos sin gluten". Paula hace referencia a la reduflación, una práctica ya extendida entre compañías y cadenas de supermercados; menos producto en el envase significa un ahorro que no se ve reflejado en el precio final.
Un kilo de espaguetis puede costar 1,20 euros; para personas con celiaquía, el precio de la pasta está fijado en 1,70 para paquetes de 500 gramos
En su catálogo, Mercadona vende el pack de pan de molde familiar Hacendado, de 820 gramos, por 1,25 euros la unidad. Para el mismo producto apto para celíacos, de sólo 440 gramos, la unidad cuesta 3,10 euros. El paquete de espaguetis de un kilo, de marca propia, cuesta 1,20 euros; los espaguetis para celíacos de Hacendado cuestan 1,70 y el envase sólo contiene 500 gramos. En Carrefour, el pan de molde sin gluten de 400 gramos cuesta 2,69 euros; el pan de molde con gluten, de 820 gramos, cuesta 1,30. En Lidl, ocurre lo mismo: el pan de molde apto para celíacos de 300 gramos cuesta 2,79; el pan de molde normal, de 840 gramos, cuesta 0,89 euros. La distancia entre precios es indiscutible, y la comunidad celíaca sigue percibiendo que el coste por ir a comprar es, cada vez, mayor.
El informe sugiere que la diferencia de precios entre productos con y sin gluten es menor con respecto a 2021, pero María, de FACE, advierte: "En el momento de realizar el estudio, los productos con gluten ya habían subido de precio a causa de la inflación, de ahí la reducción en la diferencia de precio entre productos con y sin gluten".
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