Este artículo se publicó hace 4 años.
El Constitucional alemán pone en cuestión la compra de bonos del BCE que ha sostenido la economía desde 2015
El tribunal da tres meses al banco central de la Eurozona para que justifique las compras de deuda, aunque puntualiza que su decisión no se aplica al plan para adquirir de 750.000 millones para hacer frente a la crisis del coronavirus.
Karlsruhe/Fráncfort-Actualizado a
El Tribunal Constitucional de Alemania ha dictaminado que el Bundesbank, el banco central germano, debe dejar de comprar deuda soberana bajo el plan de estímulo a largo plazo del Banco Central Europeo (BCE) dentro de los próximos tres meses, a menos que la autoridad monetaria de la Eurozona probar que esas compras son necesarias.
El fallo del máximo tribunal germano supone, por un lado, un varapalo al Programa de Compras del Sector Público (PSPP por sus siglas en inglés) que puso en marcha el BCE en marzo de 2015, y que ha mantenido a flote la economía de la zona euro durante los últimos años, y, por otro, plantea la perspectiva de un nuevo conflicto entre el BCE y su mayor partícipe, Alemania.
En todo caso, los miembros del tribunal con sede en Karlsruhe han puntualizado que su decisión no se aplica al nuevo programa del BCE, que fue aprobado el mes pasado por un importe de 750.000 millones de euros para hacer frente a la crisis del coronavirus.
El origen del caso se remonta a hace tres años, cuando el máximo tribunal alemán planteó objeciones a la participación del Bundesbank en el PSPP, que actualmente representa menos de una cuarta parte de las compras mensuales de activos del BCE, argumentando que, entre otros efectos secundarios, las compra de bonos planteaban riesgos para las finanzas del Estado, daban lugar a la pérdida de ahorros privados y mantenían empresas inviables.
El fallo alemán se produce después de que el Tribunal de Justicia Europeo autorizara el programa, argumentando que no constituye financiación ilegal y considerando que las medidas del BCE son proporcionales.
En su sentencia, el Constitucional ha requerido al Gobierno Federal de Alemania y al Bundestag a que adopten medidas para garantizar que el BCE realice una evaluación de proporcionalidad de programa de compra de deuda. A este respecto, considera que el Gobierno Federal y el Bundestag también tienen el deber de continuar monitoreando las decisiones del Eurosistema en las compras de bonos del gobierno bajo el PSPP y utilizar los medios a su disposición para asegurar que se mantenga dentro de su mandato.
La Corte de Karlsruhe ha afirmado que , "tras un período transitorio de no más de tres meses" que permita la coordinación necesaria con el Eurosistema, el Bundesbank ya no podrá participar en la implementación y ejecución de las decisiones del BCE en cuestión, a menos que el Consejo de Gobierno del banco central de la Eurozona adopte una nueva decisión que demuestre de manera comprensible y comprobada que los objetivos de política monetaria perseguidos por el PSPP no son desproporcionados a los efectos de política económica y fiscal resultantes del programa.
En la misma condición, el Bundesbank debe asegurarse de que los bonos ya comprados y mantenidos en su cartera se venderán en función de una estrategia, posiblemente a largo plazo, coordinada con el Eurosistema. Los bonos alemanes comprados bajo el PSPP tenían un valor de 533.900 millones de euros a finales de abril.
3 billones comprados desde 2015
Con un volumen de compra de casi 3 billones de euros desde 2015, el BCE ha recurrido durante años a la compra de bonos para apoyar la economía durante los periodos de crisis y frente a la amenaza de deflación.
Ahora que gran parte de la zona euro está bloqueada para detener la propagación del virus, planea imprimir otro billón de euros para mantener bajos los costes de los préstamos de las empresas y los Estados.
Pero un grupo de académicos en Alemania ha argumentado durante mucho tiempo que el BCE está extralimitándose en su mandato y que estas compras constituyen una financiación directa de los Estados, lo que supondría un incumplimiento de las obligaciones del banco central en el marcado de los tratados de la UE.
El economista Luis Garicano, miembro del bloque liberal en el Parlamento Europeo, dijo que el fallo representaba una amenaza para el futuro de las instituciones paneuropeas. "Muy preocupado por el futuro de Europa post (el veredicto). Europa no puede funcionar si las Cortes Constitucionales nacionales deciden unilateralmente... Ahora vendrán el Tribunal Constitucional de Hungría y el de Polonia a seguir este precedente", dijo el europarlamentario del partido español Ciudadanos en un mensaje de Twitter.
Sin embargo, Joerg Kraemer, economista de Commerzbank, cree que el BCE podrá convencer fácilmente a los jueces sobre la necesidad de las compras. "Con su armada de especialistas, será fácil para el BCE llevar a cabo tal verificación", dijo Kraemer. "Las compras de bonos del BCE continuarán. El fallo de hoy no cambiará eso."
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