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Cotización parcial Cotizar por horas en el trabajo autónomo para hacer aflorar la feminizada economía sumergida

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) lanza una propuesta de cotización parcial a la Seguridad Social, a seis euros la hora, para facilitar la regularización de miles de actividades económicas que se desarrollan de manera informal por los escasos ingresos que generan y que son desempeñadas por mujeres en la mayoría de los casos.

Labores como las clases particulares o la transcripción de textos se desarrollan a menudo en la economía informal por su baja remuneración. - Pixabay
Labores como las clases particulares o la transcripción de textos se desarrollan a menudo en la economía informal por su baja remuneración. En la imagen, una mujer trabaja con un ordenador.  Pixabay

"Trabajan en la economía sumergida porque no hay una fórmula para cotizar por su trabajo, y lo que proponemos es un sistema de cotización por horas para incorporar a la economía reglada a miles de trabajadores, la mayoría mujeres, que operan en la informal porque sus ingresos no dan para pagar la cuota mínima", explica Eduardo Abad, secretario general de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos). "Se trata de facilitar la salida de la economía sumergida a quien no quiere estar en ella", añade.

La propuesta que la organización quiere incorporar a la comisión parlamentaria que está estudiando la reforma del RETA (Régimen Especial del Trabajo Autónomo), y que sería complementaria a la de la cotización por tramos de ingresos, consiste en establecer una cuota de seis euros por hora para actividades con un máximo de 20 horas mensuales, lo que daría lugar a una base teórica de hasta 300 euros mensuales o 3.600 anuales con los derechos proporcionales a esas cifras.

Por encima de ese volumen de ingresos, y salvo que los planteamientos del Ministerio de Inclusión y de la comisión parlamentaria dieran un giro diametral, los autónomos estarían cubiertos por el tramo que el nuevo sistema, cuya entrada en vigor se aplaza a 2023, reserva a quienes ganan menos de la mitad del SMI (Salario Mínimo Interprofesional).

"Lo importante no es fijar una base mínima de cotización, sino poner la base para resolver uno de los problemas endémicos del país, el del trabajo informal, al que nadie ha sabido poner freno", añade Abad, que destaca que el sistema por horas incluye la ventaja de permitir la regularización social de los trabajadores sin que se vean obligados a pagar impuestos por sus escuálidas ganancias, ya que estas se encuentran claramente por debajo de los 14.000 euros que conllevan la obligación de declararlos en el IRPF cuando hay más de un pagador.

Entre 1,3 y 4 millones de empleados en el primer sector del país

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la magnitud de la economía sumergida en España, cuyo impacto en la recaudación tributaria oscila entre los 40.000 y los 60.000 millones de euros anuales y cuyo peso se sitúa en el entorno del 20% del PIB, unas cifras que, en cualquier caso, la sitúan como el más potente del país a la espera de conocer las consecuencias que ha tenido en él la pandemia.

Tampoco hay consenso sobre el volumen de mano de obra que emplea, para la que los estudios de referencia, como el histórico de Alfredo Jiménez Fernández y Ramiro Martínez-Pardo del Valle, ofrecen horquillas de entre 1,3 y 4 millones de trabajadores.

Inés Mazuela: "Ocurre con todo el trabajo a domicilio (...) Trabajan cuando las llaman y son mayoritariamente femeninas

Sobre lo que si hay mayor conformidad es acerca de la elevada presencia de las mujeres en la economía informal. "Ocurre con todo el trabajo a domicilio que no tiene que ver con la limpieza, caso de las peluqueras, las maquilladoras, las clases particulares y, sobre todo en el sur, también con las formadoras del ámbito cultural como las de baile. Trabajan cuando las llaman y son ocupaciones mayoritariamente femeninas", explica Inés Mazuela, secretaria general de UPTA en Andalucía.

Un estudio elaborado por su organización recoge varias de esas ocupaciones ocasionales y altamente feminizadas: modistas, bordadoras, hilanderas y elaboradoras de flecos en el sector textil y el de la confección; estética y peluquería a domicilio, acompañante, paseo de mascotas, canguros, sanadores, curanderos y astrólogos, en el de los servicios personales; clases particulares, en el de la enseñanza; transcriptores, en el de las actividades administrativas, y, también, corredores inmobiliarios y organizadores de actividades de ocio.

Sectores de actividad en los que predomina la presencia femenina

"En estos sectores de actividad predomina la presencia de mujeres y cuando se desarrollan por cuenta propia, generan un volumen de ingresos insuficiente para afrontar el pago de la cuota de autónomos", señala el informe, que añade que "ni siquiera" alcanzarían "el volumen necesario para afrontar un alta continuada" y "acceder a los beneficios de la protección social" con el sistema de cotización por ingresos reales.

"Es necesario que esta modalidad de cotización sea real y efectiva a través del cheque de cotización, y especialmente para las actividades que presentan estas particularidades", indica el documento, que anota que es "un derecho del colectivo del trabajo autónomo la cotización a tiempo parcial, aunque su aplicación está suspendida".

Otra de las principales puertas de entrada a la economía informal es la necesidad, a menudo vinculada al género. El estudio El trabajo invisible: la feminización de la economía sumergida, elaborado por UGT y la Diputación Foral de Bizkaia, revela cómo en ese territorio "el 51% de las mujeres al frente de una familia monoparental o bien está desempleadas o trabajan en la economía sumergida" y cómo "el 96, 5% de las mujeres inmigrantes trabajan en el sector servicios, y, en su mayoría, en los nichos más desregularizados e informales de la actividad económica: 38,8% en servicio doméstico, 21,9% en hostelería y 11,7% en comercio".

Otra de las principales puertas de entrada a la economía informal es la necesidad, a menudo vinculada al género

"La economía sumergida se nutre fundamentalmente de mujeres", apunta, mientras el género se sitúa como "un factor que, además de crear diferencia social, se erige como una de las bases sobre las que se estructura la división social del trabajo y, de forma específica, las actividades feminizadas de la economía sumergida", que suponen "la expresión de una relación entre el trabajo clandestino realizado por las mujeres, y el rol tradicional asignado a las mismas en condición de esposa y madre, entendiéndose por ejemplo como una extensión de las tareas domésticas".

Regularizar a los del 'cuando me avisan'

Por su parte, la socióloga y profesora de la Universidad de Zaragoza Carmen Gallego indica como el término "economía sumergida" se refiere a una actividad económica que se realiza "en ámbitos –tanto doméstico como fabril o en pequeños talleres o locales– no visibles" al tiempo que "denota las características de marginalidad y precariedad laboral (o inexistencia contractual ni beneficios sociales) en la que se encuentran los sectores de población que llevan a cabo este tipo de actividades: mujeres, niños, ancianos, parados, personas con discapacidad e inmigrantes extranjeros, principalmente".

No obstante, añade, el fenómeno de la economía informal "puede no estar relacionado siempre con exigencias de subsistencia primaria" y en ocasiones "conectar igualmente con los modelos estándares de la sociedad de consumo", como "medio para acrecentar una renta insuficiente hasta considerarla satisfactoria y que permita mantener los niveles deseados de consumo".

La iniciativa de la cotización parcial, anota Mazuela, "es para regularizar a quienes trabajar por cuenta propia sin regularidad, para los del cuando me avisan, a los que como les resulta imposible pagar la cuota completa no se dan de alta. Eso sería lo legal, que a la vez sería injusto porque no llegan".

"Si vamos a reformar el RETA, mejor hacer una reforma que dure y que no haya que retocar, y que incluya esto", dice Abad. "Hay que crear una puerta de entrada a la economía reglada, especialmente para las mujeres y los jóvenes que desarrollan una actividad y que no cotizan", añade.

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