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Empresas La pandemia se ceba con las pymes: una de cada cinco está en quiebra técnica

Las pequeñas y medianas empresas, que generaban dos tercios del empleo del país antes de la pandemia, sufren con especial intensidad una tormenta en la que los efectos de la caída del consumo y la lentitud de la recuperación se ven intensificados con la escalada de precios de la energía y el transporte, el encarecimiento de las materias primas y las dificultades para acceder al crédito.

La pandemia se ceba con las pymes: una de cada cinco está en quiebra técnica
Las pequeñas y medianas empresas están sufriendo con especial intensidad los efectos de la crisis económica asociada a la sanitaria. PxHere (CCO)

La crisis económica asociada a la pandemia está azotando con especial intensidad a las pymes, hasta el punto de que una de cada cinco de ellas cerró el ejercicio de 2020 (en junio de este año) en situación de quiebra técnica, según indican los datos de la Central de Balances del Banco de España: el 19,2% de las empresas de menos de 250 empleados acabaron el primer ejercicio pandémico en "causa legal de disolución por pérdidas", algo que se produce cuando la valoración de su patrimonio neto resulta inferior a la mitad de su capital social o, en términos coloquiales, cuando debe más de lo que vale.

Esa situación se hace más frecuente cuanto menor es el tamaño de la empresa, ya que alcanzaría al 20,7% de las microempresas (hasta diez trabajadores) y al 19,4% del resto de las pequeñas, unos impactos tres veces más intensos que los que se dan entre las medianas (de 50 a 250), en las que se queda en el 6,4%. Esa tasa duplica a la que se da entre las grandes, del 3,7%.

"Las pequeñas empresas están acusando mucho la subida de la energía, del transporte", explica Antonio Pedraza

El grueso de esas situaciones de insolvencia no han aflorado en forma de suspensiones de pagos y de liquidaciones ante los juzgados de lo Mercantil al seguir vigente una moratoria concursal que, por otra parte, no ha impedido que casi 9.000 empresas acabaran dando ese paso entre el 1 de julio de 2020 y el 30 de junio de 2021, un registro que no se alcanzaba desde los años de mayor dureza de la anterior crisis.

"Las pequeñas empresas están acusando mucho la subida de la energía, del transporte y de los costes de las materias primas y los salarios", explica Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), para quien "el problema es que no pueden aguantar esos aumentos en esos factores, que son los principales en sus cuentas".

"Se están dando varias crisis de manera simultánea, y eso muchas empresas no pueden asumirlo. Hay incertidumbre sobre el futuro mientras esos aumentos de costes se están repercutiendo en los márgenes, y eso puede acabar dando problemas más adelante", indican fuentes de Cepyme.

Las estimaciones del Banco de España ven comprometida la viabilidad del 3,8% de las pymes, una tasa de riesgo triplica con creces a la de la gran empresa (1,2%) y que, como en el caso de las quiebras técnicas, aumenta a medida que disminuye el tamaño: el 1,9% de las medianas se dobla para alcanzar el 3,9% entre las pequeñas y subir hasta el 4,1% entre las micro.

La crisis pandémica hace estragos entre las microempresas

Los datos el Ministerio de Trabajo sobre unidades productivas y de empleo que se han conocido este viernes muestran tendencias claramente contradictorias entre la gran empresa y las pymes, ya que en los dos últimos años, entre el noviembre prepandémico de 2019 y el mes pasado, las primeras han registrado un leve aumento de 58 unidades concentrado en las de más de 500 empleados mientras el grueso de la pérdida de unidades productivas (10.543) se centra en las microempresas (11.018) de menos de diez.

La grande resiste, e incluso crece, a una crisis que se lleva por delante casi una de cada cien micros mientras los otros dos grupos de pymes, las de 10 a 50 empleados y las de 51 a 250 ganan algo más de 400 unidades, en parte por la mejora de algunas de menor tamaño y en parte por la mengua de otras mayores.
Los registros son similares en lo que se refiere al empleo: las empresas españolas cerraron noviembre con 238.922 empleados más que hace dos años, con un incremento de las plantillas de 244.062 en las grandes, concentrado en las muy grandes, y un retroceso de 13.401 en las micro mientras el resto de las pequeñas y las medianas crecían en 8.331.

Las pymes, en un proceso de achique que viene dándose desde el comienzo de la pandemia y que resulta mucho más acusado entre las microempresas, siguen siendo en su conjunto el 99,6% del tejido productivo español pese a perder 10.601 unidades al tiempo que se dejan casi un punto, del 60% al 59,2% en el empleo.

Más de un tercio de las pymes sufre retrasos en los pagos

Varios recientes trabajos del Banco de España sobre la financiación y sobre la evolución económica y financiera de las pymes dan pistas sobre lo que está sucediendo: el negocio empeoró para una de cada seis (16%) en el tramo central del año, entre abril y septiembre, frente a un 6% en el conjunto de la UE, y un 22% señala la falta de clientes como su principal problema, que, en cambio, para una de casa seis es el encarecimiento de los costes de producción. Es decir, que a casi el 40% le cuesta mucho vender y/o producir.

"Un 7% de las pymes declararon haber tenido habitualmente" problemas por los retrasos de los clientes en los pagos

Paralelamente, un 8% apunta como su principal obstáculo a las dificultades para acceder a la financiación bancaria, que cae a mínimos históricos con peticiones de menos de la cuarta parte del tejido productivo mientras las entidades financieras rechazan un 7% de las solicitudes. Casi una de cada diez empresas declara tener problemas para acceder al crédito y otro 5% no llegó a interesarse por hacerlo "por pensar que no se los concederían".

Por último, "un 7% de las pymes declararon haber tenido habitualmente" problemas por los retrasos de los clientes en los pagos, "mientras que un 27% de ellas los habrían sufrido solo ocasionalmente", registros que, aunque menores que los de hace un año, continúan en niveles elevados y apuntan al aumento de la morosidad, y con ella de las insolvencias, del que numerosos observadores económicos llevan tiempo alertando.

“La situación es preocupante”

"El 70% de las facturas entre empresas tienen mora, y la morosidad sigue siendo uno de los principales problemas que sufren las pymes por los costes financieros que lleva asociados, que suponen 1.200 millones de euros cada trimestre" en intereses de los créditos para aguantar los impagos, explican fuentes de Cepyme, que anotan que "el consumo privado tampoco se ha recuperado" y llaman la atención sobre el incipiente pinchazo del empleo en ramos como la industria y el transporte, que "son claves para tirar de otros como la hostelería y el comercio".

"Las empresas están siendo responsables al mantener el empleo, que se está recuperando mejor que la actividad", apuntan desde Cepyme

Su análisis coincide con el de Pedraza, quien, junto con el impacto que está suponiendo para las pymes el encarecimiento de la energía, el transporte y las revisiones salariales, destaca la ampliación de los plazos de refinanciación y las quitas de los créditos solicitados con avales del ICO. "Eso da idea de cómo está la cosa", señala, mientras anota que "la situación no es grave pero sí preocupante".

"La mayoría de las pequeñas empresas vive en el entorno de una grande, son sus proveedores. Eso ocurre en todos los sectores, y si la grande no tira la pequeña tampoco lo hace", indica, mientras apunta que en el tejido productivo español "el problema es de minifundismo".

Desde Cepyme, por último, señalan otro factor que "puede dar problemas más adelante". "Las empresas están actuando con responsabilidad al mantener el empleo, que se está recuperando mejor que la actividad y que es una medida importante para evitar una caída mayor de la economía", destacan fuentes de la patronal de las pymes, que añaden que la lenta mejora del consumo, el aumento del endeudamiento ya desde el inicio de la pandemia y las crecientes dificultades de acceso al crédito por el deterioro de los balances en el primer año pandémico hacen que "estén sosteniendo la ocupación sobre sus márgenes".

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