Este artículo se publicó hace 2 años.
Los que antes exprimían las naranjas de Zumosol ahora acampan para mantener sus puestos de trabajo
Casi cuatro decenas de veteranos trabajadores se movilizan para salir de la encrucijada en la que se encuentran tras ser subrogados a una empresa que finalmente rescindió el contrato. Mientras ese caso avanza en los tribunales, Zumos Palma ha recurrido la sentencia que declaraba nulo el segundo ERTE que realizó a la plantilla.
Madrid-Actualizado a
Ahí han pasado más de 50 días y 50 noches, en pleno invierno, recibiendo la solidaridad de un pueblo volcado en que estos 38 trabajadores se queden, definitivamente, sin el trabajo que les ha dado de comer durante más de 20 años. Ahí, en el interior de la planta de exprimido de Zumos Palma (propietaria de las marcas Zumosol y Pernigotti), viven este conflicto que surgió en plena pandemia. Tras una cesión de la planta a una empresa brasileña hace cinco años, los problemas se sucedieron hasta la actualidad. Una serie de estratagemas y dos ERTE han hecho que ahora la plantilla esté en un limbo del que parece no haber escapatoria. La empresa, por su parte, defiende que estos trabajadores del pueblo cordobés de Palma del Río ya no pertenecen a su plantilla.
El ERTE llegó una vez concluido el alquiler de Citrsuco, según un representante de CCOO
La empresa Citrosuco alquiló esta planta de exprimido a Zumos Palma en 2017. Los trabajadores no tuvieron ningún problema hasta que dicho alquiler terminó el 31 de agosto de 2020. A los pocos días se encontraron con la sorpresa: "Llegó una jornada en la que no nos dejaron acceder a la zona porque nos implantaron un ERTE, desde el 18 de septiembre hasta el 17 de marzo de 2021", enuncia Fernando Trujillo, uno de los tres representantes que la plantilla tiene por Comisiones Obreras. Según le dijeron desde la compañía, no tenían interés en explotar el centro de exprimido, por lo que empezaban a buscar posibles compradores. Para eso necesitaban tiempo: los seis meses del ERTE.
En ese tiempo empezaron las irregularidades, tal y como las define Trujillo, que han continuado hasta la actualidad. "El centro está dividido en dos partes. Abajo, la parte de embotellado, y arriba nosotros, en el exprimido. Claro, no puedes embotellar nada si no lo exprimes, así que nos dimos cuenta de que trabajadores de la empresa de embotellado estaban realizando nuestras funciones en la zona de exprimido junto a operarios de una empresa externa", relata el sindicalista.
Eva Rodríguez es la antigua responsable de recursos humanos en la planta de Palma del Río. Es ella quien aduce que este primer ERTE lo justificaron por causas económicas, nada relacionado con la emergencia sanitaria que se vivía. "Cuando finalizó quisieron hacer un segundo ERTE por otros seis meses, pero lo denunciamos", expresa esta trabajadora que realizaba funciones administrativas y era soporte en el pueblo cordobés de la central de Zumos Palma en Madrid. De nuevo, otro parón, desde el 15 de abril hasta el 14 de octubre de 2021.
La "inexistente" primera subrogación
Ella empezó a trabajar en la empresa en 1997 y no se podía esperar que llegaran a esta situación. No tanto las dificultades económicas, sino el trato recibido por la empresa. "El 8 de octubre nos dijeron que por fin volveríamos a nuestro trabajo, que nos habían subrogado a una empresa llamada Lagar de Quirós", añade Rodríguez. Y Trujillo remata: "Poco después vimos que no existe ningún documento oficial que certifique la subrogación, de hecho la propia Lagar de Quirós no sabe nada de todo esto y desconoce por qué han utilizado de esa manera su nombre". En este sentido, desde Zumos Palma afirman que dicha marca es filial de otras dos con un mayor capital social.
Entre estos dimes y diretes, la plantilla seguía consumiendo su prestación por desempleo. Así, llegó una nueva información por la empresa: serían subrogados a la empresa Central Andaluza de Gestión y Suministros Plásticos (Cegeplas). Veían colmadas así sus esperanzas, pero no tardarían mucho tiempo en caer en saco roto. El 10 de noviembre del año pasado firmaron el acuerdo, y exactamente 19 días después Cegeplas decidió rescindir el contrato. "Dicen que se había roto el acuerdo de compra-venta por un incumplimiento de Zumos Palma, así que nos dieron de baja en la seguridad social con fecha retroactiva al mismo día 10 de noviembre", incide Trujillo.
Acusaciones cruzadas, obreros parados
Alberto Ribas, director general de Zumos Palma, apunta a José Antonio Acebedo, de Cegeplas, al afirmar que esta firma "conocía el estado de la fábrica como de los suministros compartidos, y se le reiteró en todas las visitas y reuniones" en el momento de rubricar el contrato. Y apunta: "Zumos Palma no ha incumplido ni vulnerado absolutamente ninguna cláusula".
José Antonio Acebedo, de Cegeplas: "Estamos en un limbo legal entre despidos y contrataciones"
Tal y como dilucida el representante sindical, era difícil que Cegeplas se pudiera hacer cargo de la empresa. Su capital social no llegaba a los 4.000 euros y los costes fijos de la planta de exprimido alcanzan el millón de euros mensual. Según Ribas, "el propio Acebedo avalaba personalmente la operación de alquiler hasta la firma de compra-venta. Tenían los recursos suficientes para arrancar con la fábrica". "Ahora una empresa dice que le ha engañado a otra, y nosotros estamos en un limbo legal entre despidos y contrataciones", asegura el representante de la plantilla.
Mientras tanto, el segundo ERTE recurrido en los tribunales les dio algo de oxígeno al declararse nulo. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía condenaba a Zumos Palma a abonar a la plantilla todos los sueldos que habían dejado de pagarles. La sentencia aún no es firme pues, tal y como apunta el propio Ribas, Zumos Palma la ha recurrido al Tribunal Superior estatal.
En ese limbo en el que se encuentran, los malabares para subsistir pasan por llevar a cabo cualquier tipo de acción que les insufle un poco de energía para continuar en su lucha. "Acampamos el 20 de diciembre, y hasta hoy. Lo único que hemos conseguido es que el SEPE nos apruebe la prestación por desempleo que al principio nos negaba. Nos reunimos con Inspección de trabajo y, después de su informe, lo conseguimos", relata Trujillo.
Liquidar la plantilla y mantener la marca
Los actos de mediación promovidos por la Junta de Andalucía entre la plantilla, Cegeplas y Zumos Palma tampoco dan ninguna solución al conflicto. "Todos son un circo porque se echan la culpa entre ellos, Cegeplas dice que Zumos Palma incumplió el contrato y viceversa. Nosotros creemos que no ha habido contrato de compra-venta ni nada de eso, sino que Zumos Palma ha contratado a estos señores para que nos liquiden", sentencia Trujillo. Rodríguez, por su parte, agrega que "lo único que quieren es comercializar la marca Zumosol, no les interesa la fábrica ni los trabajadores, y en esas estamos".
Su posición como intermediaria entre las oficinas centrales en Madrid y la planta de Palma del Río pudiera hacer pensar que ella tuvo acceso a alguna información que se negaba a sus compañeros, pero no fue así: "Lo tenían todo superblindado. Yo he estado continuamente en contacto con ellos pero no querían responder a nada. De hecho, yo aposté por dar una oportunidad a la gerencia, en la capital, y creerme lo que decía Alberto Ribas. Al final nos han engañado porque lo único que están haciendo es perder tiempo para encontrar un posible comprador mientras nosotros estamos sin trabajo", se explaya la antigua encargada de recursos humanos.
La situación está afectando a "proveedores, agricultores, transportistas, restauración…", señala una extrabajadora
Sea como fuere, ella lo tiene claro: "Quieren que nos busquemos otro trabajo y evitar pagarnos las indemnizaciones que son bastante altas dada nuestra antigüedad". Rodríguez también refleja la actual realidad dispar, pero siempre precaria, en la que viven los 38 trabajadores y sus familias. Algunos siguen tirando de ahorros, otros han pedido créditos y ayudas a familiares, y los menos ya han empezado a buscar empleo, porque la situación es insostenible. "Los trabajadores son del pueblo y alrededores, y esto es una cadena. Se están viendo afectados proveedores, agricultores, transportistas, restauración…", remata la antigua empleada de Zumos Palma.
La naranja es la principal materia prima en Palma del Río y la fábrica de Zumos Palma era "la planta estrella", tal y como describe la propia Rodríguez, del pueblo. Trujillo hace memoria: "Antes la naranja se exprimía aquí, en la vega del Guadalquivir, no pasaban más de 24 horas entre que se descargaba y exprimía, pero ahora no sabemos dónde se envasa ni la procedencia del producto". Preguntado por estas afirmaciones, Ribas aduce que Zumos Palma envasa en España todas sus producciones. Asimismo, agrega que la empresa se dedica a su comercialización, no al exprimido (desde hace seis años), pero asegura que "las frutas y naranjas que utilizan las empresas que envasan los zumos son 100% de origen español".
La solidaridad llega al campamento
El campamento, por otra parte, se levanta por las mañanas junto a la solidaridad del pueblo: "Las cooperativas y los agricultores nos suben alimentos, y el Ayuntamiento también se ha volcado ofreciéndonos carpas y luz, además de que está intentando poner todas las facilidades que puede para que otra compañía adquiera la factoría. Es cierto que los partidos políticos nos apoyan, pero no recibimos todo el apoyo que pensábamos que íbamos a tener", reflexiona Rodríguez.
El día a día se realiza en torno al bidón y la combustión de las maderas que utilizan para calentarse. En torno a él pasan las 24 horas de cada jornada que siguen en el campamento los trabajadores que, por turnos, no abandonan la fábrica que tantos años les ha procurado un sustento. "No vamos a desistir en el cumplimiento del contrato por parte de Cegeplas, pero en cualquier caso siempre hemos dicho que Zumos Palma no se exime ni eximirá del cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades", finaliza Ribas.
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