Este artículo se publicó hace 3 años.
Estos son los pasos para sacarle partido al nuevo recibo de la luz
El martes entra en vigor la tarifa que extiende los tramos horarios a todos los consumidores y se establece la posibilidad de contratar dos niveles de potencia, algo que abre la puerta a ahorros de hasta 130 euros al año si los consumos se desplazan a las fases baratas.
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El martes, 1 de junio, entra en vigor el nuevo formato de tarificación de la electricidad por franjas horarias y niveles diferenciados de potencia, cuya aplicación ha despertado expectativas de abaratamiento del recibo.
Las estimaciones de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) apuntan a la posibilidad de alcanzar ahorros superiores a los 110 euros anuales en algunos casos, aunque en otros se producirán encarecimientos, mientras la generalización del sistema de franjas temporales y de combinación de potencias de manera voluntaria abre la puerta al consumidor para modificar sus usos con el objetivo de pagar menos por la luz.
Los objetivos declarados del nuevo sistema consisten en elevar hasta el 75% el peso que tiene en el recibo la energía, que ahora apenas alcanza el 30%, frente a los costes fijos, fomentar el autoconsumo y animar la extensión del coche eléctrico al facilitar su carga nocturna, además de implantar un formato de factura más sencillo y comprensible.
Estas son las principales claves del nuevo sistema de tarificación del suministro de electricidad:
¿En qué consiste?
Básicamente, en implantar un esquema de franjas horarias en el que se establece un periodo de valle con los precios más bajos entre la medianoche y las ocho de la mañana de lunes a viernes más los sábados, domingos y festivos de ámbito estatal completos; otro de punta con los precios más caros de las diez de la mañana a las dos del mediodía y de las seis de la tarde a las diez de la noche y, entre ellos, es decir, de ocho a diez de la mañana, de dos a seis de la tarde y de diez a doce de la noche de lunes a viernes laborables, uno llano de carga intermedia.
Esas franjas horarias se combinan con hasta dos asignaciones distintas de potencia para la instalación que serán elegidas por el consumidor, una para las fases de "punta" y de "llano" y otra para las de "valle".
¿Y cómo quedan los componentes del recibo?
Junto con lo anterior, se modifica el sistema de cálculo de los llamados "costes regulados" para pasar a diferenciar entre "cargos" y "peajes". Los primeros, que fija el Miteco (Ministerio para la Transición Ecológica), incluyen la financiación del despliegue de las renovables, el sobrecoste de la producción de energía en Canarias y Baleares o el llamado déficit de tarifa, y los segundos, que establece la CNMC, financian las redes de transporte y de distribución de la electricidad.
Lo que a partir de ahora se modifica en función de la franja horaria y de las potencias contratadas son esos cargos y peajes, lo que generará diferencia de precio entre las fases de "punta" y de "valle" mayores que las que se aplican ahora a los consumidores con discriminación horaria.
¿Y eso en qué puede resultar beneficioso para el consumidor?
De entrada, permite plantearse el traslado de consumos de los periodos "punta" a los "llano" y "valle", especialmente si se dispone de electrodomésticos programables, y ajustar así el gasto.
¿Cuándo entra en vigor y a quién afecta?
El nuevo formato comienza a aplicarse la medianoche del lunes, de manera automática para los 10,7 millones de consumidores que tienen tarifas PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor), el grueso de los cuales (9,5 millones) no tiene ahora tarifas con discriminación horaria, y no tanto para los 16 millones que compran la energía en el mercado libre.
La comercializadora "debe adaptar el precio del contrato para incorporar la diferencia de costes regulados" para los clientes de mercado libre, aunque para ello puede optar (la empresa, no el usuario) entre "adaptar el precio del contrato a los nuevos periodos de energía y potencia" o mantener las condiciones acordadas en el contrato y aplicarle "la diferencia de costes que resultaría para su perfil de consumo", señala la CNMC.
La compañía debe "comunicar estos cambios al consumidor con la suficiente antelación", aunque lo previsible es que no comiencen a producirse hasta que venza el contrato en vigor.
¿Cómo saber si se tiene tarifa PVPC o se está en el mercado libre?
Si lo desconoce, puede buscarlo en su contrato y en sus recibos de la luz o consultárselo a la empresa comercializadora.
¿Se pueden modificar las franjas horarias?
No, quedan establecidas por la nueva normativa y no se pueden cambiar.
¿Y las potencias contratadas?
Sí. Para hacerlo hay que dirigirse a la empresa comercializadora. Normalmente la potencia contratada puede modificarse cada doce meses, si bien para facilitar la adaptación al nuevo sistema el consumidor tiene la posibilidad de realizar dos cambios gratuitos hasta el 31 de mayo de 2022 siempre que esa operación no requiera el desplazamiento de un técnico al domicilio.
¿Y cómo se sabe qué potencia se tiene contratada?
Mirando el contrato o el recibo, aunque también se puede acceder a los datos de consumo y de potencia en las web de las empresas distribuidoras, a cuyos portales de consumidores se puede acceder en este enlace.
¿Ese sistema va a resultar beneficioso para todos los consumidores?
No de una manera directa, ya que eso dependerá de cómo se adapta al sistema y aprovecha sus ventajas. Según las estimaciones de la CNMC, "la facturación de peajes y cargos se reducirá para los consumidores que hasta ahora no tenían discriminación horaria", y que son alrededor de 19 millones, mientras que aumentará para los en torno a diez, la práctica totalidad de ellos en el mercado libre, que sí disponían de tarifas con tramos por horas y que, como consecuencia de ello, pagaban precios más bajos.
¿De cuánto va a ser esa reducción?
Los cálculos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia apuntan a que, para los consumidores que carecían de discriminación horaria, la facturación de peajes y cargos se reducirá en unos 17 euros al año para potencias de hasta 10 kilowatios y hasta en 197 para contratos de 10 a 15.
¿Y cómo serán las subidas?
Para quienes disponen ahora de contratos de suministro con discriminación horaria y potencia de hasta 10 kw, esos costes aumentarán en 24 euros para quienes operan con dos tramos y en 46 para los de tres, mientras que, para potencias de 10 a 15, las subidas respectivas serán de 72 y de 110.
¿Cuál es entonces el truco para ahorrar?
El principal consiste en desplazar los consumos fuera del periodo "punta", ya que, según los cálculos del regulador, el precio de la energía resulta un 69% inferior en el "llano" y un 95% menor en el "valle", mientras que el de la potencia caerá también hasta un 95% entre los dos primeros y el tercero.
Al mismo tiempo, evitar utilizar varios electrodomésticos de manera simultánea reduce la necesidad de potencia y permite rebajar la contratada, lo que también tira a la baja del precio.
¿Hay más trucos?
Todo lo que sea racionalizar el uso de la energía eléctrica ayuda a rebajar la cuantía de los recibos, algo para lo que existe un amplio catálogo de recomendaciones que incluye, entre otras medidas, el uso de electrodomésticos eficientes y de bajo consumo, aprovechar la luz natural, apagar los aparatos y luces cuando no se utilizan, regular los termostatos o adecuar la vestimenta a la meteorología. El IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía) ofrece indicaciones en función de la fuente que se utiliza.
¿Cuánto dinero pueden suponer esos hábitos?
La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), que recuerda que "en un hogar tipo, el 29% del consumo se realiza en horario punta, el 26% en horario llano y un 45% en horario valle", estima que "desplazar el consumo de los principales electrodomésticos desde las horas punta hasta las horas llano o valle puede suponer 130 euros de ahorro anual", mientras que "optimizar la potencia puede suponer un ahorro de 28", aunque esto último "dependerá del equipamiento de cada vivienda".
Para esos hogares estándar, trasladar el uso de la lavadora, la secadora y el lavavajillas del tramo "punta" al "llano" puede suponer un ahorro anual de treinta euros que se dispara a los 130 si se concentra en las noches y los fines de semana. Por ejemplo, para las casas que calientan el agua con termos eléctricos, señalan, "el ahorro puede alcanzar los 234 euros si se puede hacer el 100% del consumo en horario valle, algo relativamente sencillo que pasa por utilizar relojes programadores".
¿Qué pasa con el coche eléctrico?
Las estimaciones del Miteco apuntan a que la carga nocturna de un coche eléctrico puede llegar a suponer un ahorro de 300 euros al cabo del año frente a su recarga en los periodos de "punta" y de "llano".
¿Va cambiar el formato de la factura?
Sí. A partir del mes que viene, el recibo quedará limitado a dos páginas, diferenciará lo que se paga por los cargos y por los peajes, incluirá información acerca de las potencias máximas que ha utilizado el consumidor, para facilitar las decisiones sobre futuros cambios, y "simplificará el contenido para mejorar su comprensión", señala el Miteco.
El nuevo formato de la factura incluirá un código QR que debe dirigir al comparador de ofertas de energía de la web la CNMC, con la finalidad de facilitar al usuario la búsqueda de "alternativas contractuales ventajosas".
¿El nuevo sistema modifica el precio de la energía?
No. Incluye cambios que afectarán al precio final que paga el usuario por la aplicación de los cargos y los peajes, pero no altera el actual sistema de subastas con el que en ocasiones se dispara el precio de la electricidad ni tampoco trae cambios a la bolsa de impuestos, que seguirá contemplando un tributo energético del 5,112% y un IVA del 21%.
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