Este artículo se publicó hace 3 años.
El juicio de Orcel contra el Santander se suspende para que pueda testificar el presidente de UBS
El banquero italiano demanda a la entidad española por su fallido fichaje como consejero delegado y le reclama alrededor de 70 millones de euros.
Madrid-Actualizado a
El juicio contra Banco Santander por el fichaje fallido del italiano Andrea Orcel como consejero delegado de la entidad ha quedado suspendido para posibilitar la declaración de todos los testigos del caso, entre ellos el presidente del banco UBS, donde estaba empleado el banquero italiano.
La vista oral dio comienzo a las 10.00 horas de este miércoles en los Juzgados de Plaza Castilla. Allí habían acudido el propio Orcel, que no tenía obligación de personarse en la sala pero lo ha hecho, y la presidenta del Santander, Ana Botín, como representante del banco.
Orcel y Botín se encontraban en la primera fila de la abarrotada vista judicial del miércoles, que se celebra en una sala de conferencias y no en un juzgado tradicional debido a los protocolos de la pandemia de la covid-19 y al enorme interés de los medios de comunicación por el caso.
Botín saludó a Orcel con un "buenos días" antes de tomar asiento a cuatro espacios de distancia de su exasesor, que había trabajado en operaciones para el Santander mientras era un banquero de inversión de alto perfil, conocido como el Ronaldo de la banca en UBS.
La vista judicial se centra en determinar si una carta de oferta de cuatro páginas constituía un contrato de trabajo vinculante o, como argumenta el Santander, una oferta inicial no vinculante.
Ana Botín defiende ante el juez la decisión del banco
Durante la vista, la presidenta del Santander, Ana Botín, defendió la actuación del banco y reiteró que la carta en la que se ofrecía a Orcel el puesto de consejero delegado "no era un contrato", y que el consejo del banco nunca aprobó su paquete retributivo final.
"La cifra del buyout (paquete de compensación) no estaba acordada, se puso cifra máxima y la base sobre la cual el consejo decide comunicar el nombramiento, era porque el conjunto del paquete podía estar en línea con el mercado. Pero el consejo no aprobó la cifra del buyout, dijo Botín.
Botín dijo en el juicio que el nombramiento de Orcel como consejero delegado del Santander nunca se produjo y que no se formalizó un contrato, aunque se reunió con él para hablar de la estrategia del banco español tras ofrecerle el máximo cargo. También dijo que la carta de oferta al banquero italiano se había declarado que cualquier pago que fuera a recibir de su antigua empresa, UBS, contribuirían a reducir la compensación total pagada por el Santander.
Cerca de las doce del mediodía, el juez decidió, a petición de los abogados de Orcel, suspender la vista para que declaren todos los testigos que habían sido citados, incluidos el presidente de UBS, Axel Weber, y el director global de Compensaciones de UBS, Mark Shelton.
Weber y Shelton fueron llamados por el abogado de Orcel a testificar. Intentaron hacerlo por vía online y al no poder, presentaron informes médicos para no tener que personarse en Madrid con motivo de la pandemia del coronavirus.
El juicio se retomará en unos días (aunque el veredicto puede tardar semanas o meses) para que finalmente puedan testificar, tanto los directivos de UBS como los demás. Habían sido también citados como testigos el exdirector de Recursos Humanos del Santander, Roberto di Bernardini (por parte de Orcel), y el secretario general y del consejo del banco español, Jaime Pérez Renovales (por parte del Santander).
Fuentes cercanas al caso y un documento judicial visto por Reuters revelaron que Orcel había reducido su reclamación inicial contra el Santander en decenas de millones de euros. El banquero italiano ha había renunciado a una parte de su demanda que requeriría que el banco español le contratara ya que posteriormente ha sido nombrado máximo ejecutivo del italiano UniCredit.
La remuneración también ha sido un problema para Orcel en UniCredit, donde el mes pasado salió airoso por poco de una revuelta de los accionistas sobre las condiciones y el volumen de su paquete de remuneración, cifrado en hasta 7,5 millones de euros.
En su demanda al Santander, el banquero, de 57 años, pretendía obtener anteriormente hasta 112 millones de euros por incumplimiento de contrato y por los daños causados a su carrera a causa del cambio de rumbo de última hora. Según una fuente judicial y la documentación a la que tuvo acceso Reuters, el importe se habría reducido hasta situarse entorno a los 70 millones de euros.
Botín sorprendió al mundo de la banca cuando en septiembre de 2018 ofreció a Orcel, un banquero con el que había contado como asesor para operaciones corporativas y estrategia, el puesto de consejero delegado en el Santander, el cargo más alto que se puede obtener en la entidad.
Sin embargo, el Santander cambió de opinión en enero siguiente, diciendo que no podía satisfacer las demandas salariales de Orcel, que se centraban en el pago de hasta 35 millones de euros de un paquete de 55 millones de euros que debía recibir en los siguientes años de su empresa en ese momento, UBS.
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