Lagarde afirma que el BCE está listo para dar liquidez a los bancos de la eurozona si lo necesitan
La presidenta del Banco Central Europeo ha trasladado a las entidades europeas que la institución está lista "para responder como sea necesario" tras la crisis bancaria en EEUU.
Madrid-Actualizado a
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los bancos de la eurozona tras la crisis bancaria que se vive en Estados Unidos y que ha afectado a las bolsas de Europa. Lagarde ha afirmado que la institución está lista "para responder como sea necesario" en caso de que las entidades europeas se encuentren en problemas.
"Estamos vigilando de cerca los eventos en el mercado y estamos listos para responder como sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en el área del euro", ha señalado Lagarde en un debate con la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
La presidenta del BCE ha defendido que el sector bancario de la eurozona "es resiliente, con fuertes posiciones de capital y liquidez", aunque "en cualquier caso", el Banco Central está "totalmente equipado para proporcionar apoyo en forma de liquidez al sistema financiero de la eurozona si es necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria".
Lagarde ha querido transmitir la solidez del BCE para utilizar las herramientas necesarias llegado el caso, y que, si estas "no fueran suficientes, el personal es capaz de proporcionar ajustes o hacer la recalibración que fuera necesaria para abordar cualquier riesgo de liquidez" que pudiese surgir.
Si bien Lagarde ha reconocido que las tensiones bancarias vividas en los últimos días, "no son triviales", ha insistido en que el sector bancario de la eurozona es "mucho más fuerte" que en la crisis que sacudió los mercados en 2008, con niveles de capital y liquidez "muy por encima" de los exigidos y "bien supervisado".
La presidenta del BCE ha querido reiterar el mensaje de tranquilidad que lanzó su institución tras la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el efecto dominó que esto provocó en otras entidades estadounidenses, además de las dificultades vividas por el banco suizo Credit Suisse, que finalmente será adquirido por UBS con el aval del Ejecutivo y el Banco Nacional Suizo tras un acuerdo sellado este fin de semana.
Lagarde elogió de nuevo la "rápida acción y decisiones" tomadas por las autoridades suizas que, consideró, "fueron instrumentales para restaurar unas condiciones de mercado ordenadas y asegurar la estabilidad financiera".
En todo caso, la francesa ha insistido en que la tarea de proteger la estabilidad financiera no desplazará a la de garantizar la estabilidad de precios, que constituye el mandato esencial del BCE, y subrayó que la institución sigue "determinada" a llevar la inflación a su objetivo del 2% y para ello la principal herramienta serán los tipos de interés.
La figura principal de la institución recordó que el BCE prevé que la inflación "siga demasiado alta durante demasiado tiempo" por lo que el Consejo de Gobierno de la institución decidió aumentar otros 50 puntos básicos los tipos de interés la semana pasada, hasta el 3,5%, pese a las tensiones en los mercados. Aunque ha precisado que, al contrario que en reuniones anteriores, el emisor no anticipó el rumbo de sus decisiones futuras sobre los tipos de interés dada la elevada incertidumbre actual.
El BCE, insistió, decidirá sobre los tipos de interés "dependiendo de los datos" que vayan conociéndose en tres frentes: las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la transmisión de la política monetaria.
"Las tensiones en la estabilidad financiera pueden tener un impacto en la demanda y hacer parte del trabajo de la política monetaria y las subidas de tipos. Ese impacto es incierto por ahora, pero hay que tenerlo en cuenta en las siguientes proyecciones y análisis para decidir los siguientes movimientos de la política monetaria", indicaba Lagarde en declaraciones recogidas por EFE.
Las últimas proyecciones del BCE, con fecha de corte anterior a las tensiones, revisaron a la baja las previsiones de inflación hasta el 5,3% este año, el 2,9% el próximo y el 2,1% en 2025, y al alza el crecimiento del PIB en la eurozona, hasta el 1% este año, y el 1,6% tanto en 2024 como en 2025.
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