Público
Público

Los países de la Eurozona debaten utilizar el fondo de rescate en la lucha contra el coronavirus

El MEDE tiene actualmente 410.000 millones de euros de poder de préstamo sin utilizar que se podrían utilizar oara  desbloquear la compra ilimitada de bonos por parte del BCE.

Banderas de la UE en el exterior del edificio de la Comisión Europea, en Bruselas. REUTERS/Yves Herman
Banderas de la UE en el exterior del edificio de la Comisión Europea, en Bruselas. REUTERS/Yves Herman

Reuters

Los ministros de Finanzas de la Eurozona (el llamado Eurogrupo) discutirán las propuestas de la Comisión Europea de hacer uso del fondo de rescate del bloque para enfrentar el impacto económico de la pandemia del coronavirus durante una teleconferencia en la tarde del martes.

Los ministros de Finanzas, el propio Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el Banco Central Europeo pidieron a la Comisión Europea que cree un instrumento que involucre al fondo, que tiene 410.000 millones de euros (438.000 millones de dólares) de poder de préstamo sin utilizar.

Los fondos del MEDE son demasiado pequeños para cubrir las necesidades de todos los países de la zona euro en el desafío económico sin precedentes que representa la crisis de salud, así que su uso será principalmente para apuntalar la confianza del mercado en que los gobiernos tendrán efectivo suficiente si fuese necesario.

Para lograr eso, el Ejecutivo de la UE quiere idear una herramienta del MEDE que pueda también desbloquear compras ilimitadas de bonos soberanos del BCE mediante el programa de operaciones monetarias sin restricciones (OTM, por su sigla en inglés), si fuese necesario.

"Este trabajo está en curso”, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. “Uno de los problemas es el tamaño de los programas del MEDE, que puede ser limitado dado que fue creado principalmente para responder a los choques económicos asimétricos y aquí tenemos un choque simétrico que afecta a todos los estados miembros”.

“A partir de ese punto es importante tener una herramienta específica del MEDE que ayude en caso de necesidad a desbloquear las transacciones monetarias directas del BCE, que puede comprar bonos en cantidades ilimitadas si es necesario”, dijo Dombrovskis.

La Comisión prevé que la pandemia, que ha provocado cuarentenas en la mayoría de los países de la UE y ha dejado fuera de combate a sectores enteros de la economía, suponga una recesión en la UE de entre el 1% y el 2,5% o incluso algo peor, frente al crecimiento económico del 1,4% previsto inicialmente para este año.

Allanar el camino al BCE

El MEDE cuenta ahora con la Línea de Crédito con Condicionalidad Reforzada (ECCL, por sus siglas en inglés) que puede extenderse a un Estado necesitado bajo ciertas condiciones, pero a algunos responsables les preocupa que la oferta pueda acarrear un estigma de problemas financieros a los ojos del mercado.

Sin embargo, con la obtención de la ECCL, junto con la posibilidad de que el MEDE compre deuda de un Estado en las subastas primarias, haría que dicho Estado sea apto para el programa OMT del BCE.

Se trata de una cuestión clave, ya que dada la escala de ayudas necesarias en caso de que toda la zona euro las necesite, los recursos del MEDE no serían suficientes, según dijeron altos cargos de la zona euro. Sin embargo, el tamaño de una línea de crédito del MEDE sería irrelevante si allanara el camino para la acción del BCE, lo cual sería suficiente para calmar a los mercados.

Cualquier instrumento que los ministros de la zona euro acuerden usar para el MEDE (la ECCL o un nuevo mecanismo) probablemente permita que todos los países de la zona euro sean aptos para recibirlo, aunque no todos lo soliciten, dijeron las fuentes consultadas.

Para proporcionar créditos, el MEDE tendría que, como siempre, pedir prestado más barato en el mercado a través de los llamados “coronabonos”, que dejarían claro que el dinero de la operación se destinaría solo a la lucha contra los efectos de la epidemia.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Economía