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La precariedad laboral coloca las
cotizaciones sociales bajo mínimos

La aportación media por trabajador a la Seguridad Social cae a su nivel más bajo de la legislatura. Entre enero y agosto de este año fue de 3.932,25 euros, frente a los 4.027,30 del mismo periodo de 2014. El coste de las pensiones, mientras tanto, continúa subiendo por la incorporación de nuevos beneficiarios.

Manifestación de los sindicatos contra el recorte de las pensiones. REUTERS/Juan Medina

MADRID.- La Seguridad Social había recaudado 66.879 millones de euros en concepto de cotizaciones hasta el 31 de agosto pasado, último mes del que existen datos oficiales. Esa cifra es sólo un 0,78% superior a la registrada en 2014, a pesar de que el número de medio de afiliados subió cuatro veces más: un 3,22%.

La diferencia se explica por las peores condiciones de contratación, la caída de los salarios y el aumento de las bonificaciones a las empresas que caracterizan la política de empleo de Mariano Rajoy. Como consecuencia de todo ello, entre los ocho primeros meses de 2014 y los ocho primeros meses de 2015, la cotización media por afiliado pasó de 4.027,30 a 3.932, 25 euros.

Por otra parte, los 66.879 millones que recaudó la Seguridad Social hasta agosto del ejercicio en curso siguen estando muy por debajo de la cifra correspondiente a 2011, antes por tanto de la victoria electoral que dio el Gobierno al PP. Las cotizaciones aportaron entonces 69.711 millones, un 4,07% más que en 2015.

En un año, la cotización media por afiliado ha pasado de 4.027 euros a 3.932 euros

Aquel año, los 17.486.565 afiliados al sistema proporcionaron una media de 3.986 euros, siempre entre enero y agosto, periodo que a día de hoy permite hacer comparaciones homogéneas. Ahora no sólo es menor la cotización per cápita, sino que también hay menos trabajadores que contribuyan; en concreto, 17.007.802 afiliados.

Más pensionistas

El problema es que, mientras tanto, el coste de las pensiones de la Seguridad Social ha subido de forma imparable, no por la revalorización, que ha estado prácticamente congelada, sino por la incorporación de nuevos beneficiarios, a veces con derecho a percepciones más altas. De un desembolso de 63.501 millones de euros por este concepto en los ocho primeros meses de 2011 se llegó a 66.879 millones en 2015.

Ello significa que en agosto había un desfase acumulado de 2.405 millones de euros entre el coste de las pensiones y los ingresos por cotizaciones; desfase que ya se había dado en las mismas fechas de 2014, pero con un importe sustancialmente menor: 637 millones, según los datos de ejecución presupuestaria que ofrece la Seguridad Social.

Dos pensionistas leen el periódico en un centro de la tercera edad en Madrid. REUTERS/Andrea Comas

Dos pensionistas leen el periódico en un centro de la tercera edad en Madrid. REUTERS/Andrea Comas

Pese a ser una etapa de fuerte destrucción de empleo, propiciada desde febrero de 2012 por la reforma laboral, las cotizaciones dieron de sobra para cubrir las pensiones entre 2011 y 2013. Curiosamente, esa tendencia se quebró coincidiendo con la aparente recuperación del mercado de trabajo en 2014, cuya creciente precariedad está ligada al deterioro de las cuentas de la Seguridad Social.

Para evitar la quiebra del sistema, el Gobierno viene recurriendo de forma masiva al Fondo de Reserva (más conocido como la hucha de las pensiones), al que ha dado un hachazo de más de 40.000 millones de euros en lo que va de legislatura. Los Presupuestos Generales del Estado para 2016 prevén retirar del fondo otros 6.000 millones.

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