Se intensifica el terremoto laboral que sacude a las grandes tecnológicas. La ola de despidos iniciada a finales del año pasado en Estados Unidos, donde Amazon, Meta o Microsoft anunciaban drásticas reducciones de plantilla, llega ahora a Europa. La empresa alemana SAP ha comunicado su intención de recortar sobre 3.000 puestos de trabajo durante 2023, una cifra similar a la que baraja la firma estadounidense IBM, que prevé 3.900 despidos.

En el caso de IBM, la decisión responde a los cambios en su modelo de negocio. Según la propia compañía, sus últimas ventas y movimientos dificultan la continuidad de equipos completos de trabajadores. En los últimos meses, la multinacional vendió su departamento de inteligencia artificial y datos médicos, en el que había invertido grandes cantidades de dinero. Además, los objetivos anuales de caja no han cumplido con las expectativas. El recorte afecta al 1,5% de su plantilla global.  

Por su parte, el fabricante de software SAP, con sede en Walldorf (Alemania), ha presentado este jueves su plan de reestructuración que afectará a unos 3.000 empleados a lo largo de este año. Su consejero delegado, Christian Klein, ha tratado de justificar la medida al decir que "ayudará a impulsar las inversiones en sectores de crecimiento estratégico".

En este caso, el número de despidos conlleva una reducción del 2,5% del total del equipo. La multinacional cuenta actualmente con 120.000 trabajadores en nómina y es la segunda mayor firma tecnológica de Europa. Los recortes afectan tanto a Alemania como a otros países en los que tiene instalaciones. Los beneficios de SAP en el último balance anual también han estado por debajo de los resultados obtenidos en ejercicios anteriores.

Siguen los pasos de Microsoft, Amazon y Meta

Las vacas flacas llevan meses rondando por las instalaciones de las big tech estadounidenses. Hace menos de un mes, Microsoft anunciaba el despido de 11.000 trabajadores y Amazon se deshacía de 18.000 empleados, un recorte de personal sin precedentes en la historia de la firma que dirige Jeff Bezos. Varias semanas antes, Meta comunicaba el cese de 11.000 puestos, siguiendo los pasos de Elon Musk, que despedía a la mitad de la plantilla de Twitter nada más comprar la plataforma.