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Telefónica recorta el dividendo en 2016 y 2017 para destinar su mayor caja a reducir deuda

La operadora logra colocar su endeudamiento por debajo de los 50.000 millones en el tercer trimestre. 

Una pantalla publicitairia de Telefónica.- EFE

Andrés González y Adrian Croft / REUTERS

MADRID/LONDRES.- Por segunda vez en cuatro años, Telefónica tomó una decisión drástica para retomar las riendas de sus finanzas y anunció un recorte de su dividendo para aprovechar la mayor caja que está generando el grupo en una reducción más rápida de la deuda y señalar su compromiso con el rating. El grupo dijo que pagará 0,55 euros por acción con cargo a los resultados de 2016, de los que 0,35 euros serán en scrip en noviembre y 0,2 euros por acción en efectivo. Los resultados de 2017 pagarán 0,4 euros por acción totalmente en efectivo.

Esta estrategia permitirá al operador aprovechar un mayor porcentaje (en torno al 50%) de los 4.000 millones de euros de flujo de caja que espera generar en 2016 para reducir deuda, que ha bajado a 49.984 millones de euros frente a los 52.568 millones de junio 2016.

Tras las frustradas ventas de O2 y Telxius, Telefónica debía recuperar el control de su balance y ejecutar acciones que no estuvieran en manos de terceros para bajar su apalancamiento. También ha modificado su objetivo de ratio deuda/Ebitda. Alcanzar 2,35 veces en 2017 ya no es una meta en si misma, sí lo es mantener el rating.

"Seguimos vigilando el proceso de desapalancamiento de Telefónica. El recorte del dividendo anunciado hoy es realmente otro paso hacia preservar la caja y reducir la deuda", dijo el analista de Moody's Carlos Winzer.

El grupo superó las expectativas del mercado al presentar sus resultados con unos ingresos de 13.080 millones de euros y un Ebitda de 4.175 millones en el tercer trimestre del año, descensos del 5,9% y del 1% por el negativo efecto divisa. A moneda constante, los ingresos habrían caído un 0,2% y el Ebitda habría crecido un 3,1%.

Esta mejoría operativa se debe al buen comportamiento orgánico sobre todo de Brasil, que sube sus ingresos y ebitda por encima de la media, y a un margen operativo en expansión hasta el 31,9 por ciento en el trimestre. "Creemos que es un movimiento sensible que debería permitir a Telefónica evitar vender activos a precios bajos para preservar su rating", dijo Barclays en una nota a clientes.

En la quiniela de desinversiones, además de las ya conocidas de O2 y Telxius, vuelve a surgir México, donde el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, dijo estar analizando alternativas. "Nuestra decisión dependerá de como evolucione el mercado. No lo vemos como un mercado racional", explicó el presidente del grupo. "Ejecutaremos las medidas inorgánicas (de desapalancamiento) cuando tengan sentido estratégico y creen valor", dijo el director financiero, Ángel Vilá.

Sacará a bolsa O2 en el momento adecuado

Una de las ventas más esperadas por el mercado será la OPV de O2, fue descartada en 2016 el jueves por el consejero delegado de la filial, Mark Evans, que dijo que esperarán al momento adecuado para dar ese paso.

"Los bancos, los asesores y los analistas que hemos visto hasta la fecha se han mostrado entusiasmados por nuestro comportamiento y nuestra estrategia, pero no estaremos atados y por lo tanto no nos comprometeremos a un horizonte temporal", dijo sobre la salida a bolsa de O2, que fuentes habían apuntado podría producirse este mismo año. "Necesitamos estar preparados si las condiciones son adecuadas, entonces tomaremos una decisión. Una cosa esta clara, podéis descartar cualquier operación en 2016", agregó.

La OPV de O2 es una de las palancas que podría utilizar el grupo para bajar su apalancamiento junto con la venta a un inversor privado de Telxius tras su fallida salida a bolsa y otras desinversiones menores.

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