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Entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares: "Nadie se está preparando para una guerra, al menos en la UE y la OTAN"

29/01/2022 El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante una entrevista realizada en la redacción de 'Público'
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante la entrevista realizada en la redacción de 'Público'. Ana Beltrán Vázquez

José Manuel Albares (Madrid, 1972), un diplomático de carrera, asumió como ministro de Asuntos Exteriores en julio de 2021, en plena crisis diplomática con Marruecos por la acogida del líder del Polisario en un hospital de Logroño, a lo que siguió una entrada masiva de migrantes a Ceuta, al parecer, provocada por el propio Gobierno de Rabat. Su misión fue enderezar aquel conflicto, pero en el camino se ha ido encontrando con otros. Hoy busca, junto a sus homólogos europeos, una salida a la crisis en Ucrania, donde suenan tambores de guerra por el traslado de más de 100.000 soldados rusos a la frontera. EEUU y la OTAN han respondido a Vladimir Putin con el anuncio de sanciones. El este de Europa está en plena ebullición y nos retrotrae a la Guerra Fría.

En una entrevista con Público, Albares habla de disuasión y diálogo, garantiza que España no se quedará sin gas, recuerda que el escenario de guerra de Irak no es comparable con la situación en Ucrania, reconoce que España no puede sola resolver el problema del Sáhara Occidental y celebra el avance del progresismo en Latinoamérica. También lamenta el derrame de petróleo de Repsol en las costas de Perú, que califica como un "accidente", a la espera de conocer los resultados de la investigación.

Estamos quizás ante el mayor desafío de seguridad en Europa desde la Guerra Fría, e incluso desde la II Guerra Mundial. ¿Nos encontramos ante el peligro de un conflicto bélico en Europa?

Todo lo que estamos haciendo es intentar alejar ese escenario, incluso como hipótesis. Estamos en un escenario de diplomacia, de diálogo, de distensión, de desescalada.

El martes pasado acudí al Congreso de los Diputados, a petición propia, para explicar cuál era la posición del Gobierno de España en esta crisis, que -coincido- es de una gravedad extrema porque lo que está en juego es la seguridad europea, e incluso los propios pilares de la construcción europea. Europa se construye para apostar por la paz, por el crecimiento económico y por la prosperidad, y eso es lo que queremos preservar.

El día anterior, el lunes pasado, acudí a un Consejo de Ministros de Exteriores de la UE en el que hubo una unidad clara en calificar como inaceptable la posición de Rusia, esa acumulación de tropas que no se justifica por ningún motivo defensivo, para alejar cualquier peligro de resolución de cualquier diferencia que pueda haber a través de medios que no sean el diálogo y la distensión. Y, para ello, también es necesario usar la disuasión. También estuvimos de acuerdo en incentivar a la otra parte para que no utilice la fuerza y en imponer sanciones masivas a Rusia si intentara iniciar un conflicto de ese calibre, sanciones que no son preventivas, precisamente para mostrar la predisposición que tenemos al diálogo, sanciones que se aplicarían sólo si Rusia va más allá.

Pero el gran diálogo se ha mostrado como una lucha de gigantes, EEUU y Rusia. España y otros países quedan expuestos a los intereses de Biden y Putin. ¿No debería España ser neutral?

Estoy de acuerdo con usted. Aquí lo que está en juego es algo europeo, es nuestra seguridad, nuestra prosperidad, alejar para siempre la guerra como mera hipótesis; no estamos en ese escenario, estamos en un escenario de diplomacia y diálogo. En Bruselas no hubo diferencias entre los europeos, los Veintisiete estuvimos de acuerdo en asumir una posición única. No es posible que se tomen decisiones en Europa sin los europeos, eso es inaceptable. Pero en esta reunión también conectamos por videoconferencia con Tony Blinken, el secretario de Estado norteamericano. Eso demostró que la posición de Europa está alineada con la posición transatlántica y que hay unidad.

Es una unidad en el diálogo, una unidad por la distensión y la desescalada. También es una unidad para intentar incentivar a la otra parte a que no vaya más lejos. Somos los ministros de Asuntos Exteriores los que estamos hablando, los diplomáticos somos gente de paz, amamos la paz, somos gente de diálogo, somos gente de encauzar las crisis por medios pacíficos. Y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, el que está al frente de esta crisis, es otro diplomático.

Francia y Alemania han abierto una vía de diálogo con Rusia y Ucrania, con una visión más europeísta. Putin ha dicho a Macron que lamenta que no se hayan escuchado sus reclamos. ¿Debería estar España en esta liga?

Estamos ubicados con Francia y Alemania, tanto en el seno de la UE como de la OTAN. Francia y Alemania asumieron las conclusiones de la reunión ministerial de Riga [de diciembre de 2021]. Aquí no hay disensos, nadie va por libre. El formato al que hace alusión es el de Normandía, en el que están Francia y Alemania, no es una nueva vía. Estamos todos alineados. Créame, yo vi el lunes la actitud de todos los ministros y no hubo ninguna diferencia, estamos unidos para intentar que esta crisis no se desborde. España no está enviando tropas, ni mucho menos, a Ucrania.

Pero España ha enviado una fragata al Mar Negro en el marco de los acuerdos con la OTAN y muchos ciudadanos españoles han entendido que esto es una provocación.

Creo que se ha malinterpretado o se quiere malinterpretar, es una misión que lleva muchos años. España está comprometida con la seguridad de la frontera este de la UE y con la seguridad de la frontera este de la OTAN. Por lo tanto, es una rotación normal, lleva años ocurriendo.

29/01/2022 El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante la entrevista realizada en la redacción de 'Público'
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante la entrevista realizada en la redacción de 'Público'. Ana Beltrán Vázquez

Tras la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en Riga, aproveché que los soldados españoles estaban muy cerca para saludarles y animarles. Los medios publicaron mi foto con los soldados y a nadie le sorprendió, todo el mundo sabe que llevan mucho tiempo allí. Pero hay que ser muy claros, no hay que hacer una equidistancia entre el amenazante y el amenazado, quiero recordarle a todo el mundo que quien ha acumulado 120.000 soldados en la frontera con Ucrania es Rusia, quien tiene tropas dentro de Crimea es Rusia. Ni España ni ningún país de la UE están en esta actitud.

¿Qué puede decir del reclamo de Putin de que la OTAN no debe extenderse hacia el este, según los antiguos acuerdos de Gorbachov, y que Ucrania es una línea roja que no se puede traspasar?

Le hablo como europeo. Lo que no podemos hacer es volver al pasado, a tiempos de muros y vallas, a mundos de esferas de influencia. Es la base de la Carta de las Naciones Unidas: todos los Estados son soberanos y tienen derecho a la integridad de sus fronteras. A mí no me gustaría que un tercer país le dijera a España a qué organizaciones internacionales puede pertenecer o hasta dónde llegan las fronteras. Lo que está haciendo Europa ahora es preservar la legalidad internacional y quiero recordar que el artículo II de la Carta de Naciones Unidas establece como una violacion gravísima el uso y la amenaza del uso de la fuerza armada para dirimir controversias.

Por supuesto que hay un diálogo con Rusia, y España lo apoya. Si Rusia tiene dudas, si es necesario establecer un marco para crear medidas de confianza, de transparencia. Ni la UE ni la OTAN tienen nada que ocultar; dialoguemos, pero no se puede dialogar bajo la presión de la amenaza de la fuerza.

Cuando España participó en la guerra de Irak a José María Aznar le costó el Gobierno, los españoles dijeron "No a la guerra" y José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones. ¿Asume ahora el Gobierno de España un riesgo si se desata el conflicto y participa en él?

No hay que angustiar a los españoles en tiempos que ya son angustiosos por la covid y la crisis. No estamos en ningún escenario de guerra, quiero ser muy firme en esto, nadie se está preparando para una guerra, al menos en el lado de la Unión Europea y de la OTAN. Nos estamos esforzando para desescalar una crisis y reconducirla hacia la vía del diálogo. El Gobierno de España busca la paz y esa es la línea en la que nos hemos reunido los ministros de Exteriores de la UE, ese es el espíritu.

Albares, sobre la crisis en Ucrania: “No estamos en ningún escenario de guerra"

Y no estamos en un escenario como el de Irak, es importante aclararlo. Irak fue una coalición de voluntarios a la que España se ofreció -por decirlo de alguna forma-. Aquí no hay coalición de voluntarios, hay decisiones de la UE y de la OTAN, y España no se deja arrastrar por nadie, es miembro de la UE y hace oír su voz con firmeza, es una voz de la búsqueda de la paz.

El factor del gas en el conflicto. El gas ruso abastece a buena parte de Europa. España, sin embargo ,depende más del gas argelino. Pero Rusia y Argelia son aliados. El tablero de juego está muy complicado para España.

España, en materia de gas, tiene dos grandes proveedores: Argelia, un gran socio estratégico, y Estados Unidos. El gas argelino está totalmente garantizado. En mi reciente visita a Argel, el presidente de la República y sus ministros me dieron todas las garantías. Efectivamente, el gas ruso, dependiendo del año, puede representar entre el 8% y 10% de nuestro consumo y sería fácilmente sustituible por nuestros otros mercados. Y el segundo proveedor es EEUU. Por lo tanto, entiendo la inquietud que pueden tener otros países de Europa, y somos plenamente solidarios, pero los españoles pueden estar muy tranquilos, aquí nadie va a pasar frío.

Entramos en otra crisis, la que llevó a que fuera nombrado ministro de Exteriores el pasado julio. ¿Cómo están las relaciones con Marruecos?

Bueno, a mi me colocó como ministro de Asuntos Exteriores una única decisión, que fue la del presidente del Gobierno. Las relaciones con Marruecos son muy complejas, como toda relación de vecindad, porque son muy ricas, con muchas vertientes. Son relaciones que estamos reconstruyendo porque necesitan actualizarse. Y las tendremos que reconstruir muchas veces más en el futuro. Yo me quedo con el discurso del rey de Marruecos, en agosto, cuando habló de esa relación de mutuo beneficio, de confianza y no de acciones unilaterales por ninguna parte. Tenemos una asociación estratégica en materia migratoria de primer nivel, tenemos que seguir mejorando y perfeccionando. Tenemos que disipar cualquier desconfianza y estoy seguro -podrá tomar más o menos tiempo- de que llegaremos a ello.

España siempre es tibia cuando se pronuncia sobre el Sáhara Occidental. El conflicto se ha agravado y nuestro país sigue siendo potencia administradora del territorio. ¿Cómo puede España ayudar a resolver el conflicto bajo este estatus?

España está muy implicada en la resolución de este conflicto, yo me he reunido en dos ocasiones con Steffan de Mistura, el nuevo enviado personal del secretario general de la ONU. Su primera gira la hizo en un avión de las Fuerzas Armadas españolas y yo le he reiterado que sigue a su disposición para llevarle donde haga falta para conseguir esa paz que necesita la región.

Albares: "España sola no puede resolver el conflicto del Sáhara Occidental, seguiremos el plan que marque De Mistura"

España busca una solución dentro de los principios de la Carta de Naciones Unidas, no podemos poner la solución, es De Mistura quien ha sido escogido para hacerlo. Lo que sí le puedo garantizar es que tiene todo el apoyo de España y que seguiremos el plan que él marque. Hay resoluciones del Consejo de Seguridad, como la 2602, que es una pista interesante. Si De Mistura quiere seguir esa vía, ahí va a estar España, porque lo que es imperativo y de orden moral es dar esperanza a esas personas que llevan décadas en un conflicto que no sé si calificarlo de congelado, de olvidado… y eso sí es inmoral; tenemos que ofrecer un horizonte para siempre de estabilidad y futuro.

¿Pero un horizonte de ocupación? Hay mucho sufrimiento acumulado durante décadas. El Polisario ya reclama directamente la independencia.

La posición de España es el marco de las Naciones Unidas: los principios de la carta de la ONU y las resoluciones del Consejo de Seguridad. Pero España sola no puede resolver el conflicto, estamos con Naciones Unidas, somos parte del Grupo de Amigos del Sáhara, donde hay otros países como Francia y Estados Unidos. Trabajemos todos juntos y apoyemos a Steffan de Mistura, pero, sobre todo, no mantengamos posiciones fijadas, ancladas; lo importante es que demos por finalizado este conflicto.

Mientras tanto, se producen violaciones de los derechos humanos y la ONU no tiene en su mandato supervisar ni registrar esos hechos. El caso de la activista Sultana Jaya es gravísimo. ¿Quién vela por los derechos humanos en el Sáhara Occidental?

El contenido de las misiones de la ONU no lo dicta España, sino la propia Naciones Unidas. Igual que le digo que España asume plenamente su responsabilidad y su compromiso para intentar resolver el conflicto, he sido el primer ministro de Asuntos Exteriores del mundo en reunirse con Steffan de Mistura. Los casos de derechos humanos son siempre muy complicados, muy difíciles. La capacidad que tiene un Estado sobre un tercer Estado para hacer evolucionar las cosas es muy complicada.

Siempre que se pueda, hablaré sobre la situación de Sultana Jaya, pero no se pueden crear expectativas que no sean ciertas porque se pueden garantizar los derechos humanos en el propio territorio, se puede participar en conversaciones y diálogos, pero no está en las manos [si depende de otro]. Es una relación compleja de un conflicto, pero, le reitero, emplearé todo el capital político que pueda para ello.

Acaba de regresar de Honduras, de la investidura como presidenta de Xiomara Castro. ¿Cree que se hace justicia más de diez años después de que Manuel Zelaya fuera destituido en un golpe de Estado?

Vi mucha fuerza en Honduras, mucha ilusión, mucha energía. Ha sido abrumadora la victoria de Xiomara Castro, mi felicitación por dos cosas: la alta participación -ha sido una victoria con una legitimidad altísima- y una mujer al frente de un país en América Latina, ahora es la única.

29/01/2022 El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, junto a Esther Rebollo, subdirectora de 'Público' durante la entrevista realizada en la redacción del periódico
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, junto a Esther Rebollo, subdirectora de 'Público', durante la entrevista realizada en la redacción del periódico. Ana Beltrán Vázquez

España está allí para acompañar su programa de Gobierno, la lucha contra el cambio climático, ese deseo de trabajar con toda Centroamérica para la prosperidad, para evitar la migración masiva que está desangrando Honduras de manera profunda. Familias enteras están haciendo un viaje terrestre hacia Estados Unidos, afrontando todo tipo de riesgos, de situaciones terribles; eso tiene que terminar. La Cooperación Española va a seguir allí con mucha fuerza. Y las vacunas de España están a disposición, hemos enviado 21 millones de vacunas a América Latina para que desaparezca la covid.

El próximo en asumir la Presidencia será Gabriel Boric en Chile. En Colombia y Brasil pueden ganar candidatos progresistas este año. Bolivia, Perú y Argentina ya los tienen. ¿Qué está cambiando en América Latina?

No nos pronunciamos sobre quién tiene que estar al frente del Gobierno, pero como progresista no puedo más que felicitarme por que las fuerzas progresistas estén allí. Saludamos con un comunicado muy efusivo a Boric cuando ganó, ayer a Xiomara Castro. ¿Qué queremos para Latinoamérica? Democracia, prosperidad, igualdad de género, y allí nos van a encontrar. Cuando hay Gobiernos que plantean esa agenda, es más fácil caminar.

En los últimos años ha habido una gran lucha judicial contra líderes progresistas en Latinoamérica, sometidos al conocido 'lawfare', pero la Justicia ha terminado dándoles la razón. ¿Se lo ponen más difícil a la izquierda y a los progresistas para gobernar?

Los progresistas nunca lo tenemos fácil, pero cuando ves la victoria de Gabriel Boric en Chile o de Xiomara Castro en Honduras, sí se ve el deseo de una agenda progresista; y esperamos que continúe en otros países, porque este momento de covid es muy socialdemócrata, porque lo que la gente pide es que el Estado esté apoyando. Lo hemos hecho en Europa: la sanidad pública garantiza la vacuna para todos, independientemente de que se tengan recursos, eso está en el ADN de la socialdemocracia.

Nos vamos a Perú. Este viernes la Justicia peruana anunció el impedimento de salida del país a cuatro directivos de Repsol, entre ellos al gerente general, por el derrame de petróleo en las costas de Lima. ¿Esto es un golpe para la marca España?

Lo que se ha producido es un accidente, no ha habido una manipulación incorrecta por negligencia, lamentamos el accidente. La vicepresidenta Teresa Ribera se ha puesto en contacto con las autoridades peruanas para ofrecerles el expertise que tiene España en este tipo de accidentes, para intentar paliar una situación que nos asola a todos, a Perú, a España, a la compañía. Cuando se produce un caso de este tipo se quiere esclarecer, yo confío en que el resultado de esa investigación es que fue un accidente. Ahora hay que centrarse en minimizar el impacto.

¿Habría que revisar los contratos de las empresas para evitar que ocurran hechos de este tipo? Se ha informado desde Perú que Repsol no tenía plan de contingencia ni de prevención.

Desconozco el contrato de Repsol en Perú, es una pregunta más para Repsol, pero de las conversaciones que he tenido con Repsol, la preocupación real y los medios que se ponen para minimizar impactos es permanente. La información que tengo es que es un accidente que lamenta todo el mundo.

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