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El 15-M reclama Democracia 4.0

Indignados y víctimas del franquismo hacen oír su voz frente al Congreso

ELENA HERRERA

No estaban invitados a la votación de las nuevas Cortes Generales, pero no quisieron dejar pasar la oportunidad de llevar sus reivindicaciones a los nuevos parlamentarios en el estreno de la X Legislatura. Indignados y víctimas del franquismo, cada grupo por su lado, utilizaron ayer el registro del Congreso de los Diputados para solicitar una democracia directa, los primeros, o para exigir una condena firme de la dictadura y la Guerra Civil, los segundos.

Con pancartas de fotografías de Federico García Lorca o Antonio Machado o sosteniendo retratos a gran escala de sus padres o abuelos, represaliados durante la Guerra Civil o la dictadura, integrantes de la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo se reunieron a primera hora de la mañana en las inmediaciones del Congreso.

DRY plantea que el ciudadano pueda votar en temas trascendentales

A la misma hora y al tiempo que los diputados comenzaban a ocupar sus asientos en el hemiciclo, en otra de las entradas de la Cámara, un grupo de participantes de la plataforma Democracia Real Ya (DRY), integrada en el 15-M, se apresuraba también a acceder al registro de la Cámara. Su objetivo era hacer llegar a la Comisión de Garantías Constitucionales un escrito en el que solicitan que los ciudadanos puedan votar las medidas que se planteen en la Cámara Baja a través del voto electrónico.

El abogado Juan Moreno, creador de la iniciativa llamada Democracia 4.0, llevó esta petición al Congreso hace un año, pero no ha recibido respuesta. Si no hay contestación en un corto plazo de tiempo, DRY plantea interponer un recurso de amparo en el Tribunal Constitucional. 'No estamos diciendo que no queremos que haya partidos, sino que, cuando haya decisiones importantes, nos dejen votar. Queremos una democracia en tiempo real', explicó a las puertas del Parlamento el jurista Francisco Jurado, otro de los promotores de este proyecto.

Familiares de víctimas piden a Las Cortes una condena a la dictadura

La simbología del momento, con los diputados tomando posesión de sus actas, dio lugar a paralelismos y a las críticas a la clase política sobre las que se ha asentado el Movimiento 15-M. 'Mientras dentro los parlamentarios toman posesión de su escaño, nosotros, fuera, pedimos recuperar nuestra cuota de soberanía. Dentro está el circo político, nosotros exigimos una política de verdad', sentenció Jurado.

Mientras los integrantes de DRY conseguían hacer llegar su petición al registro de una de las entradas de la Cámara, los, en su mayoría, veteranos activistas de la memoria histórica intentaban hacerlo por otra. Aunque con menos éxito. El plan inicial de la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo era que algunos de sus integrantes entregaran personalmente su documento en el registro y en mano a algunos parlamentarios de IU y ERC. Los diputados electos no pudieron finalmente verse con ellos, pero fuentes de IU confirmaron que esta formación tiene una 'conexión absoluta' con los colectivos de memoria. 'Daremos tramitación a sus peticiones a través del grupo', confirmaron.

Al final, la Policía impidió el acceso a la Cámara a los miembros de la plataforma y un ujier fue el encargado de presentar el documento en el registro. 'Es la casa del pueblo y no puede entrar el pueblo', refunfuñó tras la negativa de los agentes Lázaro Sola, de 70 años, participante también en la asamblea de veteranos del 15-M. 'Llegará el momento en que te tendremos que dejar de hacer lo que nos dicen', se animó José Ajenjo, de 83 años y expreso del franquismo, mientras esperaban el documento del bedel. 'Bueno, lo importante es que llegue a los diputados, no estamos aquí para montar el lío', acotó poco después otro de los convocados.

Escoltado por varios policías y con el documento sellado ya en su poder, el grupo llegó a las inmediaciones de la fuente de Neptuno, a 300 metros del Congreso, donde el resto de manifestantes aguardaba tras un cordón policial. Entre ellos estaba Gema Carretero, que sostenía una foto de su padre, Federico Carretero López, asesinado en 1965, cuando ella tenía 12 años. Trabajaba de tractorista en Casas de Hero (Cuenca). ¿Su delito? 'Ser de una familia de izquierdas', relató la hija. 'Lo mataron y se lo llevaron al cementerio. Lo enterraron sin que estuviéramos presentes'. En 1992, sus familiares lograron exhumar sus restos y un forense dictaminó que había sido golpeado por un instrumento contundente, cuando, asegura Gema, los falangistas les habían dicho que había sido arrollado por un tractor.

Crímenes como el de padre de Gema, todavía sin resolver, son los que los colectivos de víctimas del franquismo intentarán seguir recordando a los diputados que ayer estrenaron asientos en el Congreso. La mayoría conservadora no es el mejor escenario para sus reivindicaciones, pero no pierden la esperanza. 'Es la base fundamental, si el Parlamento no condena, tampoco lo pueden hacer las otras instituciones del Estado', lamentó Julián Rebollo, otro de los miembros de la plataforma.

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