Crear 3,5 millones de empleos en la próxima legislatura. Ese es el objetivo más llamativo que se ha fijado el PP si llega al Gobierno y que su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, publicitó ante los periodistas después de una reunión del comité de campaña con los secretarios regionales del partido y los coordinadores de campaña en cada una de las comunidades autónomas.

La pregunta es evidente: ¿Cómo va a crearlos? Pons afirmó textualmente que el PP 'aspira' a ese objetivo y que para ello haría falta crear 'un millón de empresarios' durante los próximos cuatro años. Y para que florezcan esos empresarios es necesario una modificación del modelo de recaudación de impuestos en España. Se trata, especificó, de 'reorganizar su sistema fiscal para que, sin subir los impuestos, se redistribuya la carga' para que la clase media no soporte la mayor parte del peso impositivo.

No es la primera vez que el PP hace un anuncio de este calibre: en diciembre de 2010, Mariano Rajoy se comprometió a reducir el paro a 'más de la mitad'.

Pons  explicó que el dinero que hay actualmente en España es 'poco' y puede estar en manos de la administración o de las empresas. 'Si lo tiene la administración, no se crea empleo. Si lo tienen los empresarios, crean puestos', dijo.

A Pons le preguntaron los periodistas sobre la reforma constitucional que está previsto que sea aprobada este miércoles en el Senado. Afirmó, por un lado, en respuesta al PSOE, que el PP no tiene intención de escudarse en dicha reforma para recortar el Estado de bienestar, algo que si así fuera también podría achacarse a los socialistas, puesto que ellos también apoyan el cambio en la Constitución.

Rajoy ya dijo en 2010 que el PP iba a reducir el paro 'a más de la mitad'

Por otro lado, el responsable de Comunicación del PP insistió en la posición de su formación: la reforma es necesaria porque traslada a los españoles que 'los políticos no gastarán más de lo que se ingresa', muestra a los mercados un compromiso de contención del gasto y apunta a una política monetaria única en Europa.

Pons, además, remarco que el PP no está en contra de que haya un referéndum, incluso dijo que no hubiera puesto objeciones a la celebración del mismo si el Gobierno hubiera aceptado su propuesta de reforma constitucional hace un año; pero ahora, en palabras de Pons, con los mercados zarandeados por la inestabilidad, la consulta transmitiría 'incertidumbre' y no sería recomendable.