Afectados por las hipotecas logran aplazar dos desahucios en Parla

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Parla, la asociación CASIC (Ciudadanos Asociados) e IU han conseguido paralizar dos desahucios en este municipio que estaban previstos para hoy y el próximo lunes, que han sido aplazados cuatro y dos meses.

Alrededor de 40 personas se han concentrado hoy en la calle Guadalajara de Parla para tratar de paralizar el desahucio de Luis, un ciudadano peruano de 43 años que vive junto con su hijo, y que finalmente ha conseguido aplazarlo hasta el próximo 20 de septiembre. Luis lleva cuatro años sin trabajo y el banco le exige un pago de 180.000 euros si no quiere ser embargado.

Hoy también se ha sabido que se ha logrado aplazar, hasta el 30 de julio, un desahucio previsto para el próximo lunes en la calle Enrique Granados de la misma localidad. La concejal de IU de Parla y miembro de la Comisión de Desahucios municipal, Carolina Cordero, ha explicado que este caso era aún "más sangrante", ya que se trata de la vivienda de Kalu, un hombre de origen africano que vive con tres hijos menores.

Las asociaciones han logrado negociar con la comisión judicial un aplazamiento de más de dos meses. Cordero ha informado de que, desde que se creó la Comisión de Desahucios el pasado mes de enero, se han conseguido paralizar cinco desahucios.

"Desde que creamos la Comisión estamos mucho más en contacto con la Asociación CASIC, que lleva cuatro años trabajando en este ámbito en Parla, con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y con el 15-M. Ahora estamos elaborando un protocolo entre todos para poder coordinarnos y cada uno aportar desde su ámbito", ha detallado la edil.

Su objetivo es crear una campaña de concienciación para que las personas que tengan problemas para pagar su hipoteca se pongan en contacto con ellos, "y no se lleguen a situaciones tan límite" como las resueltas hoy.

Los colectivos sociales también han conseguido frenar otro desahucio en Mataró. Un centenar de personas convocadas por la PAH evitaron que  una familia de invidentes del barrio de Palau tuvieran que dejar su hogar a la fuerza. El matrimonio tiene dos hijos de 1 y 4 años (uno de ellos, también invidente). Se trata de una familia que debía abandonar su domicilio porque el banco ha rechazado, según la plataforma, cualquier alternativa, como el alquiler social.