La reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha sigue encallada en el Congreso sin que el PSOE y el PP, que lo aprobaron en enero de 2007, impulsen su tramitación.

El presidente regional, José María Barreda, envió este lunes una nueva señal de apremio al PP para que desatasque el texto. Barreda advirtió a los conservadores de que la reforma se llevará a la Comisión Constitucional 'muy pronto, para que el PP tenga que pronunciarse, no dé largas, no maree la perdiz y sepamos lo que piensa'.

Público adelantó esta fórmula de urgencia hace un mes, cuando el PSOE admitió por primera vez que impulsaría sin el PP la reforma si los conservadores no resuelven sus disputas internas, originadas en buena medida por la doble condición de la responsable del PP en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que es también la número dos de su partido a nivel estatal.

Su incapacidad para imponer un único discurso sobre el trasvase Tajo-Segura mantiene el texto inmovilizado. El PP pide su derogación en Castilla-La Mancha filosofía que recoge el nuevo Estatuto, pero se declara ferviente defensor en Murcia y Valencia. En el PSOE también conviven ambas opiniones, aunque su lejanía del poder en los territorios que aplauden la aportación del Tajo al Segura allana el camino a Barreda.

Barreda elevó el tono para denunciar que los territorios que reclaman el trasvase han hecho del agua un lema político más allá de la legítima necesidad: 'Agua para todos, sí, pero agua para todo, no', enfatizó citando a Murcia. 'El desarrollo de una región no puede hacerse sine díe con un recurso escaso sobre el que, además, tenemos prioridad', insistió antes de descender al detalle: 'Urbanizaciones y campos del golf con agua que no tienen, no'.

Preguntada sobre la existencia de avances en la negociación para cerrar la reforma del Estatuto, la número dos del PP mantuvo que 'no existe nada nuevo'. 'La mejor manera de negociar es la discreción y la prudencia', zanjó Cospedal, informa Yolanda González.

Por otro lado, Barreda criticó las contradicciones de la dirigente conservadora sobre el eventual emplazamiento de un cementerio nuclear en Castilla-La Mancha: 'Tiene dos gorros que se le convierten en un engorro con mucha frecuencia', ironizó.

El presidente regional rechazó considerar que el ATC acabe en su territorio, donde dos provincias pujan por él: 'El Gobierno ha asegurado que no va a tomar una decisión contra las comunidades y donde no haya consenso y la gente de Castilla-La Mancha ha dicho claramente que no lo quiere'. Barreda se refería a la manifestación celebrada el pasado sábado en Guadalajara, a la que no asistió Cospedal. 'Nunca está donde está la gente', apostilló.