El debate es incipiente, pero CiU ve cada vez ven más contras que pros a repetir lista europea con PNV y BNG. Eso no quiere decir que no se sigan coordinando en otros ámbitos, pero la experiencia europea puede pasar a la historia.

Ayer Unió eligió, con un 23% de voto de castigo en su consejo nacional, candidato a Salvador Sedó. Los democristianos dicen alto y claro que no quieren ir con vascos y gallegos porque les aleja del escaño (Sedó sería el cuarto y sacaron dos). Aspiran a que CiU obtenga dos y no quieren al BNG, con un modelo europeo y social en las antípodas del suyo.

De hecho, mientras CDC y PNV engrosan el grupo liberal de la eurocámara, Unió es miembro del Partido Popular Europeo y el BNG (como ERC y EA) está en la independentista y verde Alianza Libre Europea.

Algunas fuentes aseguran que Josep A. Duran i Lleida aceptó que CDC escogiera al soberanista Ramon Tremosa como cabeza de lista de CiU si se finiquitaba Galeusca.

En CDC son menos rotundos pero preocupa la campaña. Para ellos será un entremés de la autonómica donde se batirán con el PSC. Por eso no es “deseable” ir de la mano de dos partidos que gobiernan con o gracias a los socialistas. Tampoco olvidan que PNV y BNG son los aliados de Zapatero y el PSOE y que, seguramente, en esas fechas apoyarán en las Cortes un sistema de financiación autonómica al que CiU dirá que no.

El único aliciente real para repetir Galeusca es impedir que ERC, que se ha ofrecido a PNV y BNG, ocupe su puesto y se asegure una presencia en Europa ahora complicada.

Mientras, en ERC intentan no cerrarse puertas. Sigue, pero con menos fuerza, la opción de CC, que no gustaría a las bases, pero ahora toma cuerpo la de ir con IU e ICV.