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Detenido un cámara de televisión 15 años después por la desaparición de una mujer

María José Arcos desapareció el 15 de agosto de 1996. Después de todo ese tiempo el principal sospecho ha sido detenido

 

M.MORENO/Ó. LÓPEZ-FONSECA

El 15 de agosto de 1996, María José Arcos, de 35 años, salió de su casa en Santiago de Compostela para disfrutar de unos días de vacaciones. Nunca más se volvió a saber de ella. El pasado martes, casi 15 años después de su desaparición, la Guardia Civil detuvo, por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ribeira (A Coruña), Fernando Ferreiro, a Ramiro V. G., un cámara de TVE que en el momento del suceso mantenía una relación afectiva con la mujer.

El ahora arrestado estaba considerado desde el día de la desaparición el principal sospechoso, aunque no ha habido pruebas contra él. Sólo existen indicios basados en las supuestas contradicciones en las que Ramiro había caído en sus declaraciones y que los diferentes jueces que llevaron el caso durante estos años no consideraron suficientes para acusarle. El sumario llegó a ser archivado.

Sin embargo, la situación cambió en agosto de 2009. El entonces fiscal del caso pidió su reapertura y la jueza que entonces estaba al frente del sumario encargó a la Guardia Civil nuevas pesquisas, pese a que la investigación había corrido a cargo de la Policía Nacional hasta ese momento. Desde entonces los agentes del Instituto armado han estudiado todos los detalles del sumario e, incluso, han tomado nuevas declaraciones, según confirmaron fuentes cercanas a la investigación.

Sin embargo, el último impulso del caso no llegó de estas pesquisas, sino de un escrito que Evaristo Nogueira, abogado que ejerce la acusación particular en nombre de la familia de María José, presentó ante el juez Ferreiro la semana pasada. En el documento, como reconoció ayer el propio letrado a este diario, se insistía de nuevo en las supuestas contradicciones en las que había caído el sospechoso y que suponen, en opinión del letrado, indicios “suficientes y de peso” contra él.

En concreto, el documento destaca que Ramiro negó haber hablado con María José desde semanas antes de su desaparición, cuando las pesquisas han demostrado que recibió desde un locutorio de Santiago de Compostela una llamada de la mujer la última tarde en que fue vista. También hace hincapié en la negativa del ahora detenido a admitir que ella le había prestado en aquellas fechas un millón de pesetas (6.000 euros).

“Lo único que esperamos ya es saber qué paso y empezar a descansar”

Con ese escrito, y pese a las reticencias de los guardias civiles encargados de las investigaciones, que mostraron al magistrado su deseo de esperar a recabar más pruebas antes de detener al acusado, el juez ordenó el lunes el arresto. Un día después, el cámara era detenido en su vivienda de Luou (A Coruña).

El arrestado permaneció ayer en dependencias de la Guardia Civil en A Coruña, donde se le tomó declaración en presencia de un abogado. Paralelamente, los agentes registraron en busca de pruebas tanto su actual domicilio como la vivienda que ocupaba cuando se produjo la desaparición. En los próximos días, y a petición del juez, la Guardia Civil rastreará una finca del detenido en busca de rastros de la víctima. Antes, el viernes, Ramiro pasará a disposición judicial.

“Lo único que esperamos ya es saber qué paso, recuperar su cuerpo si es posible y empezar a descansar”, aseguraba ayer a este diario Rosa Arcos, hermana de María José. Contenta y nerviosa a la vez, Rosa reconoció que la detención del sospechoso es fruto de la insistencia de la familia más que del hallazgo de nuevas pruebas. “Simplemente, este juez tiene una sensibilidad que no ha habido antes y que ha permitido que los indicios que llevan años en el sumario hayan servido finalmente para algo”.

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