La activista saharaui Aminatu Haidar volvió ayer a Las Palmas para someterse a un chequeo médico, informó a Público su amiga Galia Djimi, vicepresidenta de una asociación saharaui de derechos humanos. Haidar aprovechará su estancia para renovar su permiso de residencia en España, que caduca el jueves.

'La madre de Aminatu me ha dicho que ha hablado con ella y que no ha tenido problemas para pasar el control de pasaportes', explicó Djimi. La negativa de la activista a escribir 'marroquí' en la casilla de la nacionalidad de la ficha de entrada en la frontera que exige Marruecos, fue la razón esgrimida por Rabat para expulsarla del Sáhara el 14 de noviembre.

Tras pasar 32 días en huelga de hambre en Lanzarote, la ex presa política volvió a su casa de El Aaiún el 17 de diciembre. Desde entonces, se recupera de las secuelas de esta segunda huelga la primera la llevó a cabo en la cárcel en 2005 que ha agravado su ya delicado estado de salud.

Nada más regresar a su casa, las fuerzas de seguridad marroquíes cercaron las calles que llevan a su domicilio, una vigilancia que no se ha relajado, denunció ayer Amnistía Internacional.

'La siguen siempre que sale. Echan a los simpatizantes y periodistas extranjeros que intentan verla', señala Amnistía en su comunicado. También se 'ha hostigado e intimidado a familiares, amigos y simpatizantes, algunos de los cuales han sido agredidos, según informes, al intentar visitarla', prosigue la nota de la organización.

Djimi confirmó a Público que, si bien no se impide a la activista salir de su casa, cada vez que lo hace las fuerzas de seguridad marroquíes la siguen sin descanso. 'Como yo no puedo ir a visitarla porque no me dejan, ella ha venido a verme tres veces, pero siempre con los policías detrás', explicó.