¿Qué opinión le merece la intención de Vic de no censar a los sin papeles?

En realidad, el problema no está en Vic. Es el Gobierno estatal quien no da los papeles y deja a miles de personas en una situación irregular y vulnerable.

La ley no obliga al Estado a dar papeles.

Los inmigrantes que no tienen papeles viven en condiciones indignas, inhumanas. El Estado no cumple las leyes más básicas con ellos. No quiero entrar en si es legal o no, lo que está claro es que hay que empadronar para que los inmigrantes reciban atención sanitaria y los menores puedan ir a la escuela, pero no olvidemos que quien incumple la ley es el propio Gobierno español. Sin papeles no pueden trabajar y se les deja a merced de la explotación. Es un contrasentido que el Estado no dé papeles pero obligue a los ayuntamientos a darlos.

¿Cree que en un futuro no muy lejano en España habrá más partidos xenófobos, como Plataforma per Catalunya?

Estas tendencias xenófobas surgen porque los partidos que no lo son no solucionan los problemas. Actos violentos como los de Italia surgen porque quienes tienen que solucionar los conflictos no lo hacen. Pero los responsables no son los inmigrantes ni los autóctonos, los responsables son quienes tienen el poder. Por eso hay que desarrollar iniciativas distintas.

¿Qué tipo de iniciativas?

Iniciativas ciudadanas. Recuperar el sentido de la democracia, movilizar a entidades, sindicatos, a todos lo que están cerca del problema, de la gente, de la realidad. El poder está muy lejos de eso.