De los cinco imputados por el crimen y desaparición de Marta del Castillo, sólo uno, el asesino confeso, Miguel Carcaño, sigue en prisión. Samuel Benítez, acusado de ayudar a deshacerse del cuerpo de la sevillana de 17 años, salió ayer de la cárcel de Huelva, horas después de que la Audiencia Provincial decretase su libertad provisional.

El joven, de 20 años, que llevaba en prisión desde febrero, admitió en un primer momento su participación en los hechos, aunque luego se retractó, acusando a la Policía de haberlo torturado. Tanto el juez instructor del caso como la Fiscalía se han opuesto en todo momento a su liberación, solicitada en varias ocasiones por su abogado, al considerar que existía riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.

Sin embargo, la Audiencia, en respuesta a un recurso de apelación, admite ahora los argumentos de la defensa, como los testimonios que sitúan a Benítez en Montequinto, una barriada de Dos Hermanas, a la hora en que supuestamente desapareció la menor y se cometió el crimen.

La pena máxima para el delito de encubrimiento que se imputa a Benítez asciende a tres años, por lo que el próximo febrero habría cumplido ya un tercio de la condena. El abogado ha pedido respeto para la familia de su cliente.

Serenos, pero visiblemente indignados, los padres de la joven asesinada expresaron ayer, a las puertas de su casa, su irritación ante la decisión de la Audiencia. 'Sabíamos que tarde o temprano iba a salir, pero no lo esperábamos tan pronto. Ha sido un jarro de agua fría, un mazazo. Es vergonzoso que a nosotros nos nieguen abrir una zanja de 30 metros y que estos individuos salgan a la calle', lamentó Antonio del Castillo en declaraciones a La Sexta.

La madre, Eva Casanueva, en alusión al respeto solicitado por la defensa de Benítez, aseguró: 'Siempre hemos tratado con respeto a todo el mundo, pero la primera falta de respeto la cometieron ellos, que se deshicieron del cuerpo de mi hija como si fuera una basura'. Frente a la diferencia de criterios entre el juez de Instrucción y la Audiencia, la madre se preguntó: '¿Qué esperanzas nos quedan para el día del juicio?'. Además, insistió en la necesidad de modificar las leyes 'tan garantistas' que existen en España.

Los otros tres implicados en el caso el hermano de Carcaño, su novia y el menor conocido como El Cuco también están en la calle. El último en salir fue el menor, trasladado el pasado octubre a un piso tutelado.

El cuerpo de Marta, mientras tanto, sigue sin aparecer. 'Si hay posibilidad de que esté en otro sitio, volveremos a buscarlo', dijo ayer en Sevilla el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, antes de hacerse pública la orden de libertad provisional dictada por la Audiencia.