La Policía ha desarticulado una importante organización mundial de falsificadores de tarjetas de crédito. La operación ha concluido con 12 personas detenidas, todas ellas de origen búlgaro.

Los responsables policiales dieron ayer detalles de este importante golpe, que comenzó hace varios meses cuando se percataron de que existía una red criminal dedicada a la falsificación de bandas magnéticas. No fue fácil dar con los delincuentes. Eran discretos, profesionales, muy especializados y con células operativas en todo el mundo. Actuaban con sigilo. Se desplazaban desde distintos puntos de Europa (sobre todo Alemania, España y Bulgaria) hasta distintas islas del Caribe.

Botines muy elevados

Con la ayuda de equipos electrónicos muy sofisticados, copiaban las bandas de las tarjetas de los turistas. Cuando lo habían conseguido, parte de la banda volvía a Europa y extraía el dinero en metálico de los cajeros. En cada operación obtenían un botín de entre 400.000 y 600.000 euros. La Policía calcula que los culpables han podido hacerse con unos cinco millones de euros.

Este grupo comenzó robando en España. Pero parte de los malhechores fueron detenidos a principios de este año, por lo que los responsables de la organización decidieron continuar con su actividad en Portugal.

Tras una investigación conjunta con la policía lusa, se efectuaron las primeras detenciones. Allí cayó el líder de la red, su mano derecha y dos de las células más importantes. A raíz de estas detenciones, se pudo averiguar que contaban con un piso de seguridad en Madrid donde almacenaban gran parte del material electrónico. En la localidad de Collado Villalba tenían el resto de la infraestructura.