Este artículo se publicó hace 14 años.
¿A quién le escuece que se investigue el franquismo?
Grupos ultraderechistas andan tras la denuncia al juez Garzón por investigar el franquismo
Detrás del acoso al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo se encuentran ultraderechistas con mucha inquina hacia el magistrado que, entre otras cuestiones, ha plantado cara al terrorismo o lideró la investigación de los GAL.
Entre los principales demandantes está Manos Limpias, sindicato fundado en 1995 por Miguel Bernard y que se autodefine como un "sindicato de ámbito nacional independiente". Un eufemismo para calificar a una asociación de ultraderecha cuyo máximo cabecilla fue líder de Fuerza Nueva y admirador declarado de Blas Piñar.
"Objetivamente, con todos los defectos que pudiera tener Fuerza Nueva, el partido de Blas Piñar desempeñó un papel importante en la transición española. Si no hubiera existido una oposición de este tipo, llamémosle violenta, a lo mejor la transición se hubiera hecho de otra manera. Tal y como se desarrolló hubo un equilibrio de fuerzas y terminó, con los incidentes que existieran por el camino, con un texto constitucional", declaró Bernard al diario El Mundo el 27 de febrero de 2005.
Manos Limpias es un sindicato que apunta y dispara contra todos y todo: acumula cientos de denuncias, querellas, recursos, escritos o avisos contra dirigentes nacionalistas, leyes o actividades contrarios a la fe católica, críticos hacia la monarquía o los símbolos nacionales o, simplemente, contra los que discrepan de posturas pro-PP conocidas, como la teoría de la conspiración del 11-M.
Manos Limpias acumula cientos de denuncias, querellas, recursos, escritos...
Desde 1997 le ha denunciado "por prevaricación y usurpación de atribuciones", por dilación en las investigaciones sobre la Expo 92, por la filtración del informe médico del dictador chileno Augusto Pinochet, por la investigación sobre los GAL y los fondos reservados o por el supuesto "chivatazo" a ETA.
Bernad ha llegado a denunciar a unos bomberos de Madrid que reclamaron mejoras laborales quedándose en calzoncillos o un capítulo del programa infantil de TVE Los Lunnis por mostrar una boda gay.
Libertad y Justicia asegura en su web que defiende "todos los valores que hacen de nuestro país una nación libre y decente", todo un reto ante la "grave degradación de la vida política y social que sufrimos los españoles".
La asociación derechista reclama en su manifiesto aplicar un mayor control a los inmigrantes, a los que considera "gentes extrañas que amenazan con destruir y barrer por completo nuestras mismas señas de identidad". Su ideología derechista no deja lugar a dudas: "Deben existir otros cauces de representación, por gremios profesionales y colectivos de amplia representatividad en nuestro pueblo, que arrebaten el monopolio a la dictadura de los partidos políticos".
Falange Española de las JONS niega ser una organización "ultra" o "heredera política del franquismo"y asegura que interpuso la denuncia contra Garzón para "defender la memoria de los falangistas", a quienes, sostienen, el juez acusó genéricamente de crímenes contra la humanidad, en los que "no tuvo nada que ver" porque el partido había dejado de existir en 1937.
"Que tengamos que estar constantemente sometidos a una presión mediática, que nos tacha de criminales, asesinos o de estar envueltos en lo oscuro y lo más sórdido de la Guerra Civil es muy doloroso para nosotros", se lamentó recientemente el secretario general de la Falange Española de las JONS, Norberto Pico.
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