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La Policía detiene al padre de los niños, pero no los localiza

Los agentes rastrearon de nuevo durante 12 horas la finca familiar en busca de pistas sobre su paradero

A. ALBA / O. LÓPEZ-FONSECA

José Bretón Gómez, el padre de Ruth y José, los hermanos de 6 y 2 años desaparecidos el pasado 8 de octubre en Córdoba, ha pasado de testigo y denunciante a detenido. Bretón ha sido arrestado de madrugada en su domicilio del barrio cordobés de La Viñuela acusado de un presunto delito de desaparición forzosa.

Sobre las 9.00 horas, el hombre, de 38 años, ha sido conducido por la Policía a la finca familiar situada en Las Quemadas Altas, a 7 kilómetros del centro de Córdoba, donde los investigadores iniciaban poco después un nuevo rastreo en busca de una pista que permitiese hallar a los pequeños. Tras casi 12 horas, los agentes y el detenido abandonaban el lugar sin que los menores hubieran sido localizados.

La búsqueda en la finca de la familia paterna es la segunda que se hace en este lugar. El primer rastreo, realizado el lunes 10 de octubre, no arrojó ningún resultado. Hoy, el lugar se ha vuelto a llenar de agentes.

José Bretón fue arrestado de madrugada y asistió a los registros

La Unidad Canina, policías de la Unidad de Subsuelo, especialistas de la Policía Científica y miembros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) peinaron la finca, de 6.000 metros cuadrados, en presencia del comisario Serafín Castro, máximo responsable de la investigación. Su trabajo se ha centrado, sobre todo, en un naranjal, según se podía observar desde los alrededores pese al amplio cordón policial que impedía acercarse a periodistas y curiosos.

Bretón, que llegó a la finca oculto en un coche sin distintivos policiales para evitar ser fotografiado por los periodistas, estuvo presente en el rastreo. Fuentes policiales señalaron que durante todo el tiempo que estuvo en el interior, y pese a su nueva condición de detenido, en ningún momento reconoció ser el responsable de la desaparición de sus hijos. De hecho, estas mismas fuentes confirmaron a este diario que el padre se ha mantenido firme en la versión que repite desde que ocurrió el suceso: que los niños se perdieron cuando estaban en el parque con él.

Pese a esta aparente firmeza, la clave que ha llevado a los agentes a decidir su detención han sido, precisamente, las contradicciones existentes en las más de media docena de testimonios que ha prestado ante los agentes. Por ejemplo, durante la reconstrucción de la supuesta pérdida de los niños en el parque, realizada el martes, señaló dos caminos diferentes al indicar por dónde paseaba con los menores, según destacaron entonces fuentes policiales a este periódico.

La Policía ha investigado por qué sacó 3.000 euros de su cuenta bancaria

La revisión de las imágenes de las cámaras de seguridad de la Ciudad de los Niños, la zona anexa en la que Bretón denunció que había perdido a sus hijos de vista, también ha servido a los agentes para poner en duda el testimonio del padre. Según trascendió la pasada semana, en los fotogramas se ve a Bretón llegar solo y en su coche a la zona.

Por todo ello, durante todo este tiempo, la Policía ha sometido a un estrecho marcaje al que desde el primer día es uno de los principales sospechosos. Su teléfono móvil ha estado intervenido con autorización judicial, y se han rastreado sus llamadas durante aquel 8 de octubre en busca de datos que permitieran saber dónde estuvo el padre con sus hijos aquel día.

Incluso se controlaron sus cuentas corrientes y se investigó por qué sacó 3.000 euros de una cuenta a su nombre en una sucursal de Caja de Granada. Al final, los agentes comprobaron que parte de ese dinero se lo había entregado a su mujer, Ruth Ortiz, de la que está en trámites de separación.

La Policía tiene la certeza de que todo lo que pudiera ocurrir con Bretón y sus dos hijos pasó entre las 14.30 del sábado y las 18.20, cuando él mismo llamó al 112 para denunciar la desaparición de sus dos hijos. A las 14.30, Bretón salió de su casa de La Viñuela con sus dos hijos, que habían estado comiendo con sus abuelos, después de mantener una fuerte discusión con un familiar precisamente por el proceso de separación que acababa de iniciar. Cuatro horas después avisaba de la desaparición.

Sobre las 20.00 del mismo sábado, una pista llevó a la Policía a la misma finca que hoy peinaba. Cuando llegaron, los agentes vieron una hoguera aún humeante. Bretón declaró que había estado quemando ropa y recuerdos de su mujer. Un análisis posterior de las cenizas determinó que se habían hallado restos óseos, pero que eran de perro.

Las contradicciones en las declaraciones, claves para decidir su arresto

Desde entonces y hasta hoy, todo han sido dudas y callejones sin salida para la Policía. Bretón ha sido llamado a declarar casi media docena de veces. Según la versión policial, su testimonio ha sido contradictorio pero no tanto como para que sus lagunas arrojaran pruebas de un delito.

El lunes, 10 de octubre, Bretón declaró en la misma finca que ha vuelto a ser peinada. Entonces, la Policía vació una piscina y revisó el pozo, la Unidad Canina rastreó la enorme extensión de la parcela y la Unidad de Subsuelo buscó en las alcantarillas de toda la urbanización. Sin éxito.

Al día siguiente, el dispositivo de búsqueda se amplió al río Guadalquivir y su entorno. Hasta Córdoba llegó la Unidad Subacuática de la Policía. Su zódiac patrulló ese mismo día durante hora y media las aguas del río andaluz. El miércoles, la Policía Científica registró la casa en la que vivía Bretón con sus padres. El jueves, se suspendió los dispositivos de búsqueda visibles.

La Policía centró el rastreo de la finca en una amplia zona con naranjos

El viernes, la Policía llamó a declarar al hombre. Durante varias horas, los agentes interrogaron una y otra vez a José Bretón en la Comisaría central de Córdoba sobre las contradicciones en su relato, pero el padre siguió firme en su testimonio.

La investigación quedó entonces aparentemente estancada y los propios policías temían haber entrado en un callejón sin salida. Sin embargo, durante el fin de semana, los agentes recopilaron nuevos datos que aún no han trascendido y, finalmente, el juez autorizó el martes la detención del padre de los menores.

Mientras tanto, el entorno de la madre de los dos niños ha vuelto a hacer un llamamiento a la calma y a la presunción de inocencia del detenido.

La madre de los niños ha vuelto a pedir prudencia y cautela

Ruth Ortiz (que vio a sus dos hijos por última vez el viernes 7 de octubre, cuando su padre se los llevó a Córdoba para que pasaran el fin de semana) ha insistido en que el nuevo cariz de la investigación policial había que tomarlo con 'prudencia y cautela', según su portavoz, Esther Chaves.

En cuanto a la detención del padre de los menores, ha señalado que la Policía estaba haciendo su trabajo y 'lo vamos a respetar como hemos hecho desde el minuto cero'. Por el momento, la familia materna no tiene previsto desplazarse a Córdoba ante los últimos acontecimientos, aunque Chaves insistió en que los familiares seguirán mostrando las fotos de los niños 'por todos los lugares para que aparezcan' con vida.

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