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El PP impide desbloquear el Estatuto manchego

Los conservadores evitan pronunciarse sobre la guerra del agua

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

El Partido Popular aguó ayer las posibilidad de cerrar un acuerdo definitivo sobre la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, encallada en el Congreso desde hace un año y medio tras ser aprobada por unanimidad entre el PSOE y el PP en las Cortes regionales.

Los conservadores, que habían evitado hasta ahora pronunciarse sobre las referencias a la política hidráulica que recoge el texto, perseveraron ayer en su indefinición hasta hacer inviable la luz verde final. La ponencia que prepara el trabajo de la Comisión Constitucional, encargada de redactar un dictamen sobre el texto recogiendo los puntos de acuerdo, volverá a reunirse el 8 de abril para tratar de desbloquear el texto.

Los negociadores admiten en privado reservas sobre el futuro del texto

'El PSOE nos ha señalado que estaba en condiciones de presentar otra propuesta, pero lo cierto es que no nos la han entregado', adujo el ponente del PP, Arturo García-Tizón. 'Los socialistas han hecho esfuerzos de acercamiento, pero el PP no ha planteado una propuesta alternativa', explicó desde el PSOE Alejando Alonso.

Ambos se esforzaron en trasladar una imagen de avance 'seguramente definitivo', según Alonso a la espera de que las dos semanas que restan hasta que su próxima reunión limen el gran escollo que impide el acuerdo, la inclusión en el texto de una reserva de agua de 4.000 hectómetros cúbicos que garantice las necesidades de Castilla-La Mancha.

Este punto cuenta con el rechazo de los Gobiernos conservadores de Murcia y la Comunitat Valenciana, que han hecho de la guerra del agua una rentable herramienta política, y de los socialistas en estos dos territorios, resignados ante el apoyo que el Ejecutivo y la dirección federal del PSOE han prestado a las tesis que recoge la reforma.

Los conservadores dicen en público que 'se está muy cerca del acuerdo'

'Hacer de esta cuestión el sí o el no del Estatuto me parece un error', explicó García-Tizón. El ponente del PP evitó calificar la propuesta en los más estrictos términos de la ambigüedad al señalar que no le parece 'ni bien, ni mal'. El diputado conservador se dijo partidario de incluir una reserva hídrica en el texto como recoge el Estatuto de Aragón, que sí contó con el visto bueno de los conservadores, pero se negó a concretarla.

Ahogado en este punto, el Estatuto recibió ayer, únicamente, una notable inyección de esperanza por parte de los partidos mayoritarios. 'Se ha avanzado mucho en la búsqueda del consenso para que sea asumible por los grupos; ha habido muchas coincidencias, quedan pocas diferencias y se está muy cerca de un acuerdo', señaló García-Tizón. 'Se ha hecho un avance importantísimo en el camino de la aprobación', resumió Alonso. 'Si las diferencias son nimias, como admite literalmente el PP, es lógico el optimismo', concluyó el diputado socialista.

A pesar de esta escenificación del acercamiento, el texto navega aún por el cauce de la incertidumbre, como reconocen en privado todos los actores implicados en su negociación. En la próxima reunión de la ponencia, el PP estará obligado a pronunciarse. Si admite la última oferta del PSOE la tercera que lanza en aras del acuerdo el texto caminaría con rapidez y por unanimidad hacia su aprobación. En el caso contrario, la tramitación no quedará en vía muerta, sino que seguirá adelante, según advierten los socialistas, hasta ser aprobado con o sin el concurso de losconservadores.

En medio de este cruce de impresiones, el portavoz de IU, presente también en la reunión de la ponencia, hizo ayer las veces de observador y de árbitro para resumir al término del encuentro una impresión menos contagiada de optimismo: 'Estamos en tablas, tan cerca del acuerdo global como deldesacuerdo total'.

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