La justicia y la cuestión territorial acaparan las reformas constitucionales que Mariano Rajoy tratará de poner en marcha en caso de conseguir la victoria en las próximas elecciones de marzo.

Esta segunda, pilar básico de su oposición los últimos tres años, ya se venía anunciando en los discursos del líder conservador. En línea con el 'debilitamiento y desaparición del Estado' que critica en la política socialista, Rajoy ha optado por blindar las competencias estatales frente a los estatutos. Así, propone enumerar en la Constitución aquellas funciones que serán exclusivas del Estado. Entre otras, el líder de la oposición resaltó la política exterior, la defensa, la seguridad o la economía.

Además, desde el PP se propone incrementar hasta los dos tercios la mayoría necesaria para aprobar los estatutos de autonomía. La medida obligaría al consenso entre PP y PSOE al otorgar a la oposición la posibilidad de veto en cualquier propuesta de reforma autonómica.

Justicia
Una medida parecida, pero limitada a tres quintos de la cámara, quieren aplicarla a las normativas que regulen instituciones como el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial. La intención es que órganos básicos para el funcionamiento democrático sean regulados con el máximo consenso. Mariano Rajoy anunció también que promoverá que, al menos, doce miembros del Consejo sean elegidos 'no sólo entre, sino por jueces y magistrados'.

Según la propuesta del PP, los magistrados del Constitucional deberán haber cumplido para optar al cargo 'treinta años de ejercicio'. Además, una vez elegidos, ostentarían su cargo hasta la Jubilación. En opinión de Mariano rajoy, esta circunstancia protegería al Tribunal de 'las conveniencias políticas'.