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Rajoy asume dos ejes ferroviarios para no dividir al PP

Los incluirá en su programa para evitar enfrentamientos entre barones

MARÍA JESÚS GÜEMES

A Mariano Rajoy no le gustan los líos. Y, para evitarlos, el líder del Partido Popular ha resuelto defender en su programa electoral las dos infraestructuras ferroviarias por las que están enfrentados varios dirigentes de su partido.

De un lado, los presidentes autonómicos José Antonio Monago (Extremadura), Esperanza Aguirre (Madrid), María Dolores de Cospedal (Castilla-La Mancha) y Luisa Fernanda Rudi (Aragón) apoyan el Eje 16. Por otro, Alberto Fabra (País Valencià) y Ramón Luis Valcárcel (Región de Murcia), junto al líder del PP andaluz, Javier Arenas, respaldan el Corredor del Mediterráneo.

La historia era saber por cuál apostaba antes la derecha en tiempos de crisis. Y el jefe de la oposición, viendo que tenía que adoptar una decisión salomónica, ha optado por no renunciar a ninguno e incluir ambos en su oferta de cara al 20-N. De ese modo evita problemas y enfrentamientos. Al menos de momento, porque si llega a la Moncloa tendrá que afrontar este asunto tarde o temprano.

'El Corredor Mediterráneo es absolutamente compatible con el Eje16'

Fue Cospedal quien ayer contó el plan de su jefe de filas. Lo hizo tras un encuentro de barones conservadores a la que sumó el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán con el ministro de Fomento, José Blanco.

'El Corredor Mediterráneo es absolutamente compatible con el Eje16. Por lo tanto, a los que están tratando de ver algún tipo de confrontación están cometiendo un gran error', indicó la secretaria general del PP tratando de trasladar un mensaje de unidad y calmar así los ánimos en su formación.

Sobre todo después de que, hace unos días, Arenas dijera que estaba dispuesto a suscribir un pacto 'a muerte' con Fabra y Valcárcel. 'Si algunos mueren, yo resucito por el mío', le contestó Monago. Ayer, en vez de estimular la guerra, el presidente de Extremadura mostró su cara más conciliadora: 'Tenemos altura de miras, tanto el Gobierno como las comunidades autónomas afectadas'.

Cospedal también aprovechó la presencia de Griñán, a quien le afectan los dos ejes, para negar que en este tema hubiera competición entre territorios. La dirigente conservadora trató de alejar el fantasma de que no habrá dinero para sacar adelante lo que son consideradas dos 'redes básicas'.

Está previsto que la Unión Europea aporte alrededor de un 10% y tendrán que ser los sucesivos gobiernos los que aborden su financiación en los Presupuestos Generales del Estado. El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, que habló en nombre de Aguirre porque esta se fue al terminar la reunión, hizo mucho hincapié en este aspecto para que se tenga en cuenta.

Todo fueron buenas palabras, confiando en que la crisis no afecte a los tiempos de ejecución, al tratarse de un proyecto que previsiblemente finalizará en 2030. Cospedal y Rudi insistieron además en la importancia de Francia y Portugal para que se lleve a término. El próximo 19 de octubre se sabrá algo más sobre su futuro. Será entonces cuando la UE presente un informe sobre la Red Transeuropea de Transporte con el que se iniciará un proceso de negociación.

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