Y al cuarto cónclave regional... descansó. El líder del PP, Mariano Rajoy, fue el invitado estrella de la inauguración del XI Congreso Regional del PP de Castilla-La Mancha. Pisaba territorio amigo y se notaba en el ambiente. Los castellano-manchegos se volcaron con el hombre que ha aupado a lo más alto del partido –a la secretaría general– a su líder regional, María Dolores de Cospedal. Precisamente a su nuevo equipo se refirió Mariano Rajoy en su discurso ante los compromisarios.

El líder del PP se confesó “personalmente contento y orgulloso” de las caras que le acompañan en la dirección del partido. “Tenemos un equipo de primera y la mejor dirección que nunca haya tenido el PP”, un guiño al equipo que salió configurado del congreso nacional celebrado en junio en Valencia y que generó gran incomodidad en algunos sectores del partido.
“Sé que no era fácil, pero la vida es como es y las cosas son como acaban”, añadió en relación al citado cónclave nacional, cita de la que aseguró que había salido un PP “reafirmado en sus principios”.

La situación económica volvió a ser otro de los ejes de su discurso. De nuevo,acusó al Gobierno de inactividad y avanzó que en septiembre su partido llevará al Congreso de los Diputados, una a una, todas las medidas económicas por las que apuesta el PP. Cree que es la única forma de que Zapatero explique por qué no acepta las propuestas del PP.

El cónclave regional del PP de Castilla-La Mancha supone un respiro para Mariano Rajoy después de tres congresos regionales no exentos de sobresaltos. En Catalunya, la dirección nacional del partido no logró imponer la candidatura de Alicia Sánchez-Camacho y ésta tuvo que rivalizar en un congreso muy tenso con Montserrat Nebrera. Pese a la victoria de Camacho, ésta sólo logró el respaldo del 40,3% de los compromisarios. Algo similar ocurrió en Mallorca, donde Rosa Estaràs se hizo de nuevo con la presidencia del partido con el 48,1% del respaldo de los compromisarios, imponiéndose a Carlos Delgado, alcalde de Calviá.

También se respiró tensión en el congreso de los conservadores de Euskadi, marcado por la ausencia de María San Gil. El llamado “candidato de consenso”, Antonio Basagoiti, tomó las riendas del partido con el apoyo del 70% de los compromisarios y un 15% de voto en blanco.

Las cifras vinieron a demostrar el respiro que para el PP ha supuesto la cita castellano-manchega. De Cospedal recibió el respaldo del 96,1% de los votos emitidos, que equivalen a un 77,5% de los compromisarios elegidos para el congreso. Y no hubo voto de castigo, ya que los sobres en blanco no llegaron al 3%.

En su discurso de candidata, De Cospedal empleó un tono muy familiar con sus paisanos. Dijo querer repetir como líder del PP de Castilla-La Mancha “desde la lealtad” y su “amor” a la comunidad. También recalcó que su mayor sueño es “servir a Castilla-La Mancha y a España” y que su presidencia será “con las puertas abiertas”. Mantuvo que su tarea en la dirección nacional del partido hace posible que “Castilla-La Mancha esté en el centro de la acción política del PP”.

1. Tres vicesecretarios // La propia presidenta del PP de Castilla-La Mancha reconoció ayer que a la hora de elaborar el listado de las personas que van a acompañarla en esta nueva etapa ha seguido una estructura muy semejante a la del PP nacional. Así, cuenta con tres vicesecretarías. La de Acción Sectorial corresponde a Ana Guarinos, la Territorial a Miguel Ángel Rodríguez y la Electoral a Francisco Pulido.

2. Personas de confianza// No sólo la estructura del PP nacional ha inspirado a De Cospedal. Al igual que Rajoy, sus personas de confianza están en puestos claves. Vicente Tirado repite como secretario general del partido y María Jesús Bonilla, una estrecha colaboradora, ostentará el cargo de coordinadora de la Presidencia.

3. Todos los perfiles // De Cospedal aseguró que había intentado buscar equilibrio entre juventud y experiencia.