Este artículo se publicó hace 13 años.
El señor de las deudas
Deja Madrid como el Ayuntamiento que más dinero debe de España
Ya lo dijo Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, una de sus principales rivales internas: "Gallardón lo que realmente quiere ser es ministro". Y así es. Lo quería. Desde las generales de marzo de 2008, cuando amagó con dejar la política después de que Mariano Rajoy decidiera solucionar la enésima lucha de poder del alcalde con la presidenta de la Comunidad castigando a los dos sin puesto en las listas. Cuatro años de penitencia, de no sacar los pies del tiesto y de lealtad a su jefe le han bastado para, primero, ir de número cuatro en las listas por Madrid; después, estar en todas las quinielas y, por fin, aparecer en el boleto premiado. A partir de mañana, cuando jure o prometa su cargo, se convertirá en el primer ministro de Justicia de la era Rajoy. Algo le suena de su nueva competencia. En 1982 ingresó por oposición en la carrera fiscal, de la que está en excedencia.
La historia reciente de Alberto Ruiz-Gallardón (Madrid, 1958) está en el Ayuntamiento de la capital donde ha sido alcalde desde 2003. En 2007 revalidó la mayoría absoluta. Y lo mismo ocurrió el pasado mayo cuando ya muchos de los suyos daban por hecho que no se comía las uvas en el palacio de Cibeles, sede municipal. Antes de alcalde fue presidente de la Comunidad de Madrid, senador y diputado en la Asamblea regional.
Un 'pata negra'En el PP, Ruiz-Gallardón es un pata negra, el calificativo que se les aplica a aquellos dirigentes que provienen de Alianza Popular. Y el niño mimado de Manuel Fraga, a quien se considera su padrino político. Pese a ello, a lo largo de su carrera ha hecho todos los malabarismos posibles para lograr ser una persona cómoda en los ambientes más progresistas, pero también en los más conservadores.
Es un apasionado de la música. Y, desde hace más de un año, presume allá donde va de Olimpia, una perra cuyo nombre le recuerda su fracaso a la hora de conseguir la capitalidad olímpica de Madrid. Hasta ahora era fácil verle mientras la pasea por la zona madrileña de Alonso Martínez.
Su marcha del Consistorio no borra su herencia. Ana Botella, su sucesora, hereda el Ayuntamiento más endeudado de España: 6.891 millones de euros. La cifra acapara por sí sola el 25% de la deuda de los 8.116 ayuntamientos españoles. El soterramiento de la M-30 y la reconstrucción del palacio de Cibeles han sido dos de sus grandes obras. Está por ver si su escudero, Manuel Cobo, lo sigue siendo.
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